Ya sea inspirando a más seres humanos o formando parte de la acción. Ernst Jünger es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Ernst Jünger es comprender más acerca de periodo preciso de la historia de la humanidad.
Las biografías y las vidas de personas que, como Ernst Jünger, cautivan nuestra atención, tienen que ayudarnos siempre como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Ernst Jünger, porqué Ernst Jünger vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Heidelberg, Alemania, 1895 - Wiflingen, id., 1998) Novelista y ensayista alemán. Hijo de un farmacéutico, en 1913 escapó de su casa para alistarse en la Legión extranjera, y por año siguiente se presentó como voluntario de guerra en Hannover, siendo aceptado en un regimiento de fusileros. Al término de la Primera Guerra Mundial, donde resultó herido siete ocasiones, recibió la orden "Pour le mérite" y continuó haciendo un trabajo en el ejército hasta 1923, año en que inició estudios de filosofía y ciencias naturales -especialidad de zoología- en Leipzig.
De aquel periodo datan sus primeros trabajos literarios: Tempestades de acero (1920), períodico escrito en el frente francés que forma un archivo de escalofriante lucidez sobre la enorme conflagración europea, La pelea como experiencia interior (1922), fervorosa glorificación de la guerra, y El bosquecillo 125 (1925), crónica del combate en las trincheras centrada en un solo mes de 1918.
Tras la aparición de El corazón aventurero (1929), compilación de viñetas en prosa que recogen impresiones y medites distintas, publicó en 1932 su polémico libro El trabajador. Dominio y figura, estudio programático en el que muestra la figura del trabajador como una exclusiva intensidad popular que aparece de la «Enorme Guerra» y cierta por los medios de producción de la era técnica que aparece del triunfo de la Revolución Industrial.
En 1933 rechazó la admisión en la Academia Prusiana de las Artes que le ofrecía el nuevo régimen nacionalsocialista, en oposición al como sostuvo una sensato y no en todos los casos bien interpretada distancia que no le impidió, no obstante, ocupar un puesto de oficial del ejército alemán en París, donde pasó prácticamente toda la Segunda Guerra Mundial. Su discutida posición de "anarca aristocratizante" unida a cierto dandismo esteticista y visceralmente antiliberal y antidemocrático le transformaron, más que nada tras 1945, en blanco persistente de asaltos y críticas que alcanzaron especial importancia al serle concedido, en 1982, el premio Goethe de Frankfurt.
De los títulos que publicó entre 1933 y 1945 es conveniente poner énfasis Juegos africanos (1936), recreación de su fugaz experiencia joven en la legión, la novela Los barrancos de mármol (Auf den Marmor-Klippen, 1939), indudablemente su obra mucho más divulgada, tras cuya textura simbólico-alegórica se avisan visibles alusiones al régimen de terror dominante en Alemania, y Jardines y calles (1942), sección primera de sus grandes diarios de guerra y ocupación, escritos entre 1939-1948, que fueron reunidos bajo el título general de Radiaciones (Strahlungen, 1949).
Desde su instalación en la mansión forestal de Wilflingen, que le fue cedida por un amigo en 1950, la actividad creativa de Ernst Jünger prosiguió desarrollándose en tres vertientes primordiales: la obra narrativa, la prosa ensayística y los diarios y escritos autobiográficos. A la primera forman parte tres esenciales novelas utópicas: Heliópolis (Heliopolis. Rückblick auf eine Stadt, 1949) considerada por ciertos como su pieza maestra en el género, Las abejas de cristal (1957) y Eumeswil, de 1977, a las que habría que añadir Visita a Godenholm (1952), El tirachinas (1973), El inconveniente de Aladino (1983) y Un acercamiento arriesgado (1985).
Entre su fecunda producción ensayística sobresalen Más allí de la línea (1950), destinado a Martin Heidegger, La emboscadura (1951), en que sintetiza ciertas ideas centrales de su concepción de todo el mundo, El libro del reloj de arena (1954), Junto al muro del tiempo (1959), Ad hoc (1970) y Aproximaciones (1970). Sobre su historia y ocupaciones entre 1965 y 1980 dan testimonio los 2 tomos del períodico Los setenta se desvanecen, publicados en 1980 y 1981, respectivamente. Sus últimas publicaciones fueron Zwei Mal Halley (El cometa Halley por segunda vez), de 1987, y La tijera (Die Schere, 1995). En los últimos años de su centenaria vida, Ernst Jünger se dedicó con afán a la entomología, su enorme afición.
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Está claro que conocer profundamente a Ernst Jünger es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que intentar reconstruir quién y cómo fue la vida de Ernst Jünger es una especie de puzzleque a lo mejor consigamos rehacer si colaboramos todos juntos.
Debido a esto, si eres del tipo de personas que creen en que de forma cooperativa se puede crear algo mejor, y tienes información con respecto a la vida de Ernst Jünger, o sobre algún aspecto de su persona u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre esenciales, ya que destacan la singularidad, y en la ocasión de la vida de una persona como Ernst Jünger, que tuvo su importancia en una época determinada, es imprescindible procurar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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