La historia de la civilización está contada por aquellas mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela humanidad, de una forma u otra,progrese.
Ya sea inspirando a otros o formando parte de la acción. Enrique Trillas es uno de esos sujetos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Enrique Trillas es comprender más sobre época determinada de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la trascendencia que detentó Enrique Trillas en la historia. El modo en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Enrique Trillas, sino que posiblemente legó una señal mucho más insondable de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Enrique Trillas de forma personal.Enrique Trillas fue una persona que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Enrique Trillas, cautivan nuestro interés, deben ayudarnos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Enrique Trillas, porqué Enrique Trillas vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma implacable, la historia.
(Barcelona, 1940) Científico español especialista en lógica turbia y también IA (inteligencia artificial). Enrique Trillas Ruiz nació en Barcelona el 29 de mayo de 1940. Hijo de un ferroviario y de un ama de su casa, cursó el bachillerato como alumno libre en el Instituto Ausiàs March.
En el momento en que tenía la edad de catorce años le agradaba la historia, pero la al azar deseó que con el dinero que le brindaron para una celebración de Reyes adquiriese un libro de análisis algebraico del matemático Julio Rey Pastor. «No tengo ningún recuerdo de por qué razón adquiera ese libro, pero me apasionó tanto que a los quince años ahora había decidido que estudiaría alguna carrera relacionada con las ciencias matemáticas», contó nuestro científico.
Por esas datas, en el momento en que su padre le preguntó a qué club deseaba que le afiliase le solicitó que le apuntase a la Sociedad Astronómica de España y América, «y todavía recuerdo de la cara que puso».
Pasión por las ciencias
Esta primera pasión por el firmamento le llevó a inscribirse en los estudios de astronomía, que en esos años se cursaban en la licenciatura de matemáticas. Sin embargo, el género de capacitación no le satisfizo y en cuarto curso de carrera cambió el estudio de las estrellas por el de la estadística, licenciándose en ciencias (sección matemáticas) en 1964 con Premio Increíble.
A partir de ese instante compaginó la docencia y la investigación con cargos académicos y políticos sin solución de continuidad. Antes de redactar su proposición doctoral, Sobre distancias estadísticas, por la que consiguió destacable cum laude en 1972, ahora ejercitaba como instructor solicitado de curso, saltando de unas facultades a otras. Así, hasta el momento en que consiguió en 1974, por oposición, la cátedra de matemáticas en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), había pasado por tres.
En 1983, por adaptación a la Ley de Reforma Universitaria, pasó a ser catedrático de ciencias de la computación y también IA (inteligencia artificial) de exactamente la misma facultad. Se sostuvo en este puesto hasta 1989, año en que se trasladó a la Universidad Politécnica de Madrid en comisión de servicios; en 1990 tomó posesión de la cátedra del Departamento de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática en esta facultad.
Del CSIC a la secretaría general de la CICYT
A partir de 1984 Enrique Trillas compaginó la docencia y la investigación con el desempeño de cargos políticos, en la etapa de gobierno socialista. El presidente de Educación en los gobiernos de Felipe González, José María Maravall, le demandó para hacerse cargo de la presidencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). De ideología socialista -si bien tiene a gala no haber desempeñado sino más bien altos cargos en la administración de tipo científico-técnico-, creía que su generación se encontraba llamada a desempeñar un papel primordial en la modernización del país.
Su llegada al que se suponía uno de los más importantes sitios de producción científica de España supuso un revulsivo para un organismo que yacía anquilosado, y a él le tocó reflotarlo. En los 4 años que estuvo adelante del CSIC procedió a la reorganización y concentración de centros, de tal modo que los 150 que se había encontrado se transformaron en 90 y creó una decena mucho más en disciplinas que tenían una enorme pujanza científica, como la microelectrónica, la IA (inteligencia artificial) o los nuevos materiales.
Además de esto, cambió el sistema de contratación de los científicos «tirando los bombos de las oposiciones por la ventana» y alteró la composición de los tribunales, lo que provocó una esencial renovación de la plantilla de científicos, «y levantamos la ética de los estudiosos del CSIC», ha contado nuestro Trillas.
Con el acompañamiento del CSIC se puso en marcha en esos años, por poner un ejemplo, «la aventura antártica» para el lugar de la base científica de españa Juan Carlos I en la isla Livingstone. Con los gobiernos socialistas empezó el despegue de la ciencia de españa a través del incremento de los capitales premeditados a investigación y avance (I D) y el lugar de los primeros proyectos científicos. Aunque se había puesto en compromiso para mantenerse solo 4 años en la administración pública, no se negó en el momento en que le plantearon «revitalizar otro organismo público de investigación».
La experiencia amontonada adelante del CSIC le fue de excepcional validez en el momento en que en 1989 fue designado directivo general y vicepresidente del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), que en esos instantes dedicaba parte importante de su actividad a la homologación de electrodomésticos de la «línea blanca» -neveras, lavadoras...- en un ámbito agonizante de instalaciones depauperadas y poco presupuesto.
A pesar de estas condiciones logró arrancar el Programa Minisat, que acabó en 1997 con la publicación del satélite. La relevancia de esta idea radicaba en que tenía que ver con un satélite desarrollado, efectuado y lanzado en España, y además de esto a través de un trámite que dejaba su fabricación en serie (a razón de uno cada diez meses) con un bajo coste de fabricación, y simple de poner en órbita. «El Minisat fue algo afín a eso que representó el submarino de Peral para la ciencia de españa», explicaba Trillas, que sentía pesar por el abandono de este emprendimiento.
Tras dejar el INTA (1995), aún continuó siete meses como secretario general del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico y como secretario general de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT).
Regreso a la actividad enseñante y también estudiosa
El triunfo del Partido Popular (PP) en las selecciones de 1996 le devolvió a la vida enseñante y a su pasión por la investigación de la lógica turbia, a la que ha dedicado sus sacrificios estudiosos desde el momento en que comenzara sus primeros estudios sobre esta especialidad hacia 1976, y con mayor dedicación desde 1989.
La lógica turbia o lógica de la imprecisión aplicada a la IA (inteligencia artificial) quiere hallar que los ordenadores no solo sean capaces de contestar frente significados precisos, sino se comporten apropiadamente frente otro género de expresiones o de términos mucho más propios del pensamiento humano, como las conjeturas o las distintas maneras de representar el antónimo de un término o de elaborar la negación «No». Del razonamiento aproximado, en definitiva.
Trillas ha plasmado su actividad estudiosa en mucho más de doscientos productos de investigación en gacetas preparadas españolas y también de todo el mundo, siendo además de esto integrante del comité editor de ciertas de ellas, como Journal on Intelligent Systems, y cuenta en su haber con múltiples proyectos, entre aquéllas que resaltan las dedicadas a la lógica turbia: Conjuntos turbios (1980), Introducción a la lógica turbia (1995), Primeras enseñanzas de lógica turbia (1998), y otra de divulgación científica, La IA (inteligencia artificial): máquinas y personas (1998).
Enrique Trillas forma parte a diferentes sociedades científicas, como la Societat Catalana de Matemàtiques o la European Society for Fuzzy Logic and Technology, fué «Fellow» de la International Fuzzy Systems Association, y ha recibido esenciales condecoraciones en Italia y Perú, aparte de la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico o la Medalla Narcís Monturiol de la Generalitat de Catalunya (2000). En 1999 le fue concedido el European Pioneer Award, como reconocimiento a ser entre los primeros científicos de europa aplicados a la lógica turbia.
¿Qué opinas de la vida de Enrique Trillas? ¿Has podido leer todo aquello que deseabas hallar?
Está claro que llegar a comprender a Enrique Trillas es algo que se reserva a muy pocas personas, y que tratar de recomponer quién fue y cómo fue la vida de Enrique Trillas es una suerte de puzzleque con bastante probabilidad consigamos reconstruir si contribuimos juntos.
Por eso, si eres de aquellos que confían en que de modo colaborativo existen posibilidades de elaborar algo mejor, y conservas información acerca de la vida de Enrique Trillas, o sobre algún particularidad de su figura u creación que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de alguien como Enrique Trillas, que tuvo su importancia en una época determinada, es imprescindible intentar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos posees con respecto a Enrique Trillas. Estaremos complacidos de completar esta biografía con más información.