La historia universal la narran aquellos hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela sociedad, de un modo u otro,prospere.
Ya sea inspirando a más personas o siendo una pieza esencial de la acción. Enrique I de Guisa es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Enrique I de Guisa es conocer más acerca de etapa determinada de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que atesoró Enrique I de Guisa en la historia. El modo en que vivió y las cosas que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para las personas que trataron a Enrique I de Guisa, sino que posiblemente produjo una huella mucho más insondable de lo que logremosimaginar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Enrique I de Guisa en persona.Enrique I de Guisa ha sido un ser humano que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Enrique I de Guisa, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos poner en valor no sólo la vida de Enrique I de Guisa, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Enrique I de Guisa, personas a quienes de de una u otra forma Enrique I de Guisa influyó, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Enrique I de Guisa.
(Llamado le Balafré -Caracortada-; ?, 1550 - Blois, Francia, 1588) Duque de Guisa. A la desaparición del cardenal de Lorena se transformó en el líder de la facción ultracatólica de la corte francesa, a la que organizó en la llamada Santa Unión, o Liga, en 1576. Gracias a la presión de esta, se forzó la convocatoria de los Estados Generales en Blois para hallar que el rey Enrique III retirase el edicto de Beaulieu, en el que se instituía una alguna tolerancia religiosa.
El nuevo edicto de Poitiers recortaba las libertades del previo, pero tampoco fue del gusto de Guisa y sus fieles, enzarzados en una feroz pelea contra Enrique de Navarra. En 1584 la desaparición de Francisco, hermano del rey Enrique III de Francia, transformó a Enrique de Navarra en el heredero al trono de Francia, ya que Enrique III no tenía descendencia; ello era inadmisible para la vivienda de Lorena, a la que pertenecía el duque de Guisa, la que se consideraba descendiente directa de Carlomagno.
El viable ingreso al trono francés de un protestante como Enrique de Navarra (que al final reinaría como Enrique IV de Francia) no solo horrorizaba a la Liga, sino asimismo preocupaba a Felipe II de España, quien optó por asistir a nivel económico al duque de Guisa. La presión de la Liga forzó a ceder nuevamente al rey, quien separó a Enrique de Navarra del orden sucesorio y anuló todos y cada uno de los edictos de tolerancia.
Dada esta situación, Enrique de Navarra se rebeló, con lo que se inició la guerra de los Tres Enriques. La situación del rey era muy comprometida: sin solamente tropas, se vio forzado a depender del duque de Guisa, y este se aprovechó de esto. En 1588, un intento del monarca de recobrar su independencia trayendo tropas mesnaderas fue fallido a través de una sublevación del pueblo en París, orquestada por el embajador español Mendoza y exactamente el mismo duque de Guisa en el llamado «día de las barricadas». De esta forma el rey Enrique III, con su ejército disperso, no ha podido mandar contribuye a Inglaterra, conminada por la Armada Insuperable.
Los católicos de la Liga convocaron nuevos Estados Generales en Blois, en el curso de los que Enrique III tuvo que aguantar la degradación de tener que admitir sus proposiciones y denominar al duque de Guisa teniente general del reino. Entonces, el rey jugó su última carta y tendió una trampa al de Guisa, quien cayó ejecutado por unos sicarios en exactamente los mismos aposentos reales.
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Indudablemente descubrir en lo más recóndito a Enrique I de Guisa es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de recomponer quién y cómo fue la vida de Enrique I de Guisa es una especie de puzzleque a lo mejor alcancemos a reconstruir si cooperamos todos en conjunto.
Debido a esto, si eres de las personas que confían en que de forma colaborativa existen posibilidades de hacer algo mejor, y tienes información acerca de la vida de Enrique I de Guisa, o con respecto a algún faceta de su figura u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos imprescindibles, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de una persona como Enrique I de Guisa, que tuvo su relevancia en un momento concreto de la historia, es indispensable procurar mostrar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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