Eduardo Zaplana

La historia de las civilizaciones está contada por aquellas personas quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han ocasionado quela civilización, de una forma u otra,avance.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la relevancia que atesoró Eduardo Zaplana en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo mientras estuvo en la tierra fue decisivo no sólo para aquellas personas que trataron a Eduardo Zaplana, sino que posiblemente produjo una señal mucho más vasta de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Eduardo Zaplana de modo personal.Eduardo Zaplana ha sido un ser humano que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Eduardo Zaplana, cautivan nuestra atención, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Eduardo Zaplana, el motivo por el cual Eduardo Zaplana vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de Eduardo Zaplana

(Cartagena, 1956) Político español. Eduardo Zaplana Hernández-Soro nació el 3 de abril de 1956 en Cartagena (Murcia). Su progenitor, según su biografía, era oficial de la Armada y un industrial que se dedicaba al desguace de navíos. Su madre, fallecida en el momento en que Eduardo tenía nueve años, era ama de la casa.

Cursó sus primeros estudios en los Maristas de Cartagena y de allí ingresó como de adentro en el instituto Lope de Vega de Benidorm, donde cursó el bachillerato. El COU, no obstante, lo efectuó en Las Palmas, donde radicó en la casa de su hermana, mayor que él. Finalmente, estudió derecho en las universidades de Valencia (1975-1979) y de Alicante (1982-1984), donde consiguió la licenciatura. Posteriormente, se especializó en consejos jurídico.

Antes de licenciarse, cosas del destino, en el mes de febrero de 1980 se había casado ahora, con Rosa Barceló, hija de un popular empresario turístico de la Costa del Sol, Miguel Barceló, quien sería senador del Partido Popular (PP) por Alicante. El matrimonio tiene tres hijos.

Una carrera meteórica

Entre 1977 y 1982 participó en la vida política desde las filas de la Unión de Centro Democrático (UCD). Fue secretario general de las Juventudes de la UCD en Alicante y integrante de la Ejecutiva Nacional, tal como secretario provincial de la organización centrista en Alicante. Además, a lo largo del orden del presidente Adolfo Suárez, fue integrante del Gabinete Técnico del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones. Tras la desintegración de la UCD, se dedicó al ejercicio profesional como letrado, pero sosteniendo contacto con movimientos políticos de corte liberal.

Durante el desarrollo de refundación del PP dirigido por José María Aznar, se integró en este partido, del que en 1990 fue escogido presidente provincial de Alicante. La meteórica carrera política de Eduardo Zaplana tuvo como punto de inicio Benidorm, localidad de la que fue escogido alcalde en 1991, merced al voto de una tránsfuga, la socialista Maruja Sánchez, si bien ahora había logrado el más destacable resultado que el centroderecha nunca había cosechado en esta circunscripción. En tan solo tres años de gobierno logró en frente de doce demandas, si bien todas y cada una ellas fueron archivadas, como la de la presunta financiación ilegal del PP por medio de comisiones urbanísticas («caso Naseiro»). Durante su orden como alcalde ejercitó asimismo como representante electo del Grupo Parlamentario del PP en las Cortes Valencianas a lo largo de la tercera legislatura.

El 26 de noviembre de 1993 fue escogido presidente del PP de la Comunidad Valenciana. Esta designación le forzaría a abandonar la alcaldía de Benidorm en el mes de noviembre de 1994. Como alcalde y como diputado, abanderó la oposición al decreto de homologación del catalán y el valenciano en la enseñanza.

El 28 de mayo de 1995, el PP ganó las selecciones autonómicas, y Zaplana, tras un convenio con los regionalistas de Unión Valenciana, fue escogido presidente de la Generalitat por las Cortes Valencianas el 30 de junio de 1995, jurando su cargo el 4 de julio. Reeditaría el cargo en las selecciones del 13 de junio de 1999, en esta ocasión con mayoría absoluta.

Presidente de la Generalitat Valenciana

Durante su administración como presidente autonómico se ultimó el acuerdo sobre el traspaso de competencias del Instituto Nacional de Empleo (INEM) a la Comunidad Valenciana, se inauguraron los últimos tramos de la autovía Valencia-La capital de españa y se alcanzó el acuerdo para la construcción del AVE La capital española-Valencia. Pero es justo destacar que, aparte de las actualizaciones estructurales, a lo largo de su orden impulsó políticas sociales originales, que se transformaron en referente para otras comunidades, así como nuevos modelos de administración hospitalaria o de atención a la tercera edad, tal como políticas de creación de empleo.

En el ámbito económico, no obstante, sus contrincantes le echaron en cara que dejó muchas «goteras», como una deficitaria televisión pública, Radio Televisión Valenciana, más que nada por el despilfarro del Canal 9, que solo en 2001, por poner un ejemplo, produjo unas pérdidas de 133,7 millones de euros, o en esa joya arquitectónica de Santiago Calatrava que es la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que asimismo en 2001 amontonó una pérdidas de 36,2 millones de euros. La enorme parte de la herencia de Zaplana, el parque temático Terra Mítica, no solo no consiguió atraer el número de visitantes pensado en el estudio que justificó su construcción, sino asimismo produjo enormes pérdidas.

Durante su orden como presidente valenciano, Zaplana desarrolló una furiosa actividad exterior, con viajes a México, China, Japón, Estados Unidos, Marruecos, Uruguay, Nicaragua, etcétera., y festejó varias asambleas y actos institucionales en Italia, Bélgica, Gales, Finlandia y con instituciones de europa.

En el marco del Comité de las Regiones de la Unión Europea, desde septiembre de 1995 hasta 1998 fue presidente de la Comisión de Transportes y Redes de Comunicación. Desde este cargo impulsó diversos estudios sobre el avance sostenible y la adecuación de novedosas vías de comunicación a la protección del medioambiente. Entre febrero de 1998 y febrero de 2000 encabezó la Comisión de Política Regional y de Fondos Estructurales, realizando un profundo trabajo para la elaboración de la llamada Agenda 2000.

Miembro de la Ejecutiva Nacional del PP, en el mes de septiembre de 1999 fue escogido por tercera vez sucesiva presidente del PP en la Comunidad Valenciana, siempre y en todo momento avalado por Aznar, en tanto que, merced a Zaplana, el PP tiene uno de sus cotos privados en la Comunidad Valenciana. Además, en 1999 participó activamente en la política nacional, más que nada con la elaboración de la ponencia «La España de las ocasiones», discutida y aprobada en el XIII Congreso Nacional del PP.

El 16 de febrero de 2000 fue escogido integrante del Bureau del Comité de las Regiones, del que sería escogido vicepresidente primero el 6 de febrero de 2002, año en que encabezó el XIV Congreso Nacional.

Ministro de Trabajo

El 9 de julio de 2002 fue nombrado por Aznar ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, en substitución de Juan Carlos Aparicio, cargo que juró al día después. A principios de 2003, el ministerio ocupado por Zaplana anunció que tenía sosprechada una ley para mudar el cálculo de las pensiones. La cuantía, a la sazón, según el Pacto de Toledo, venía de la media de los quince últimos años. Zaplana ha propuesto que el cálculo se hiciese a partir de siempre laboral.

Instantaneamente los sindicatos levantaron la voz, más que nada Cándido Méndez, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), que convocó actos de queja. En julio, Zaplana anunciaba que, si no había acuerdo con los sindicatos, se encontraba presto a aplazar la discusión de la reforma hasta marzo de 2004. Meses después anunció el incremento de las pensiones de viudedad y de ciertas pensiones mínimas para 2004.

Después de ser nombrado ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Zaplana tomó posesión de su escaño como senador en representación de la Comunidad Valenciana, tras ser escogido por las Cortes de esta red social. Además, el Comité Ejecutivo del PP de Motril (Granada) le dio entre los Premios Ingenio, por «su enorme tarea de conciliación entre los sindicatos y el gobierno», si bien ciertos sindicalistas lo culpan de ser blando en las formas pero duro en el fondo. Por su parte, la cofradía del vino Reino de la Monastrell de Murcia lo nombró cofrade de honor.

En julio de 2003 se desataba una tormenta a causa de unos reportes publicados por Abc según los que en el momento en que era presidente de la Generalitat, empleó sus influencias sobre la concesión de Aguas de Valencia, S. A. (AVSA) para obligar a AVSA a ingresar a ser parte del conjunto de comunicación Tabarka, con lo que Zaplana procuraría el control de ciertos medios para realizar en oposición al avance de los conjuntos Prisa y El Correo. El 19 de julio en comparecencia frente a los medios, Zaplana apuntó: «El tiempo va a dar y quitará causas». Cabe rememorar que, siendo presidente, fue premiado con el Premio Nacional @asLAN a la Innovación y Divulgación de las Tecnologías de la Información.

A principios de septiembre de 2003, la designación de Mariano Rajoy como candidato del PP a la presidencia del país impulsó la séptima rehabilitación del consejo de ministros del gobierno de José María Aznar (la cuarta de la legislatura). A raíz de los cambios, Eduardo Zaplana sostuvo el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y aceptó, además de esto, la portavocía del ejecutivo.

Ha anunciado el libro El acierto de España. La vertebración de una nación plural, en el que plasma su visión de la España autonómica y lleva a cabo una iniciativa de financiación autonómica establecida en la corresponsabilidad fiscal, la solidaridad y la suficiencia financiera.

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