La historia de las civilizaciones la narran los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,progrese.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Edgar Morin, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Edgar Morin, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Edgar Morin, personas a quienes de de una u otra forma Edgar Morin influyó, y sin duda, entender y comprender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Edgar Morin.
(París, 1921) Sociólogo y antropólogo francés. Estudioso de la crisis interna del sujeto, ha abordado la entendimiento del «sujeto sociológico» mediante lo que él llama una «investigación multidimensional», esto es, usando los elementos de la sociología experimental y de la observación comprehensiva. Fuertemente crítico con los mass-media, ha analizado además los fenómenos de propagación de la opinión.
Edgar Morin estudió en la Sorbona y en la Universidad de Toulouse. Licenciado en geografía y también historia y en derecho en 1942, cursó más tarde estudios universitarios de sociología, economía y filosofía, que se vio obligado a interrumpir por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Fue componente de la resistencia francesa contra la ocupación nazi y, después, integrante del Partido Comunista Francés hasta 1951, año en que fue expulsado por su antiestalinismo. Pese a que desde su abandono del PCF no militó en ningún partido, jamás dejó de interesarse y formar parte en la política.
A lo largo de 1945 y 1946 fue jefe de publicidad del gobierno militar francés en Alemania. Entre 1947 y 1950 fue redactor jefe de un periódico en París. Dirigió además de esto la gaceta Arguments (1957-62) y Communications (1972). Investigador y integrante del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) desde 1950, en 1970 pasó a ser directivo de investigación de tal centro. Desde 1977 dirigió el centro de estudios interdisciplinares de la Escuela Superior de Ciencias Sociales, ligado del CNRS.
En 1970, antes de moverse a California, formó una parte del llamado conjunto de los diez, comandado por el doctor Jacques Robin y que reunía a biólogos, cibernéticos, físicos y renombrados especialistas en distintas áreas. En 1987 presentó en Estrasburgo Pensar Europa, una investigación sobre la pluralidad cultural y popular del viejo conjunto de naciones. En dicho acto logró un llamamiento a los intelectuales a fin de que desempeñen "una misión catalizadora en una Europa cuyo nuevo enemigo es su desunión". Edgar Morin defendió "la Europa de los pequeños espacios culturales", aseverando que "la internacionalización y la particularización en la civilización son procesos antagónicos y complementarios".
Como ensayista, Edgar Morin se considera como entre los enormes pensadores franceses recientes. Colaborador de varias publicaciones científicas y creador de sobra de treinta libros, meditó sobre el marxismo en Autocrítica (1959). En Mayo 68: la brecha (1968) glosó los hechos de mayo del 68, y en Veinte años después (1988) respondió a las críticas recibidas por el primero.
Sobre el estudio de los fenómenos de comunicación de masas, singularmente el cine, publicó El cine o el hombre imaginario (1956) y Las stars (1957). Entre sus ensayos antropológicos aparecen El pensamiento perdido: la naturaleza humana (1973), La naturaleza de la Naturaleza (1977) y La vida de la vida (1980). Sus proyectos El pensamiento perdido y El procedimiento son usadas como contenidos escritos de solicitud por los alumnos de filosofía.
Otras proyectos del creador son El espíritu de la época (1962), Introducción a una política del hombre (1965), La Comuna en Francia: la metamorfosis de Plodémet (1967), El rumor de Orleans (1970), Diario de California (1971), Qué es el totalitarismo. De la naturaleza de la URSS (1983), Tierra-patria (1993), Para escapar del siglo XX (1996) y Amor, poesía, sabiduría (1998). Edgar Morin fue premiado en 1992 con el premio Médicis de comunicación; en 1994 recibió la Legión de Honor y el premio Internacional de Cataluña.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de alguien como Edgar Morin, que poseyó su importancia en una época determinada, es indispensable tratar de ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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