La historia universal la escriben las personas quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela civilización, de un modo u otro,progrese.
Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Donatello es uno de esos sujetos cuya vida, en verdad, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Donatello es conocer más acerca de un periodo concreto de la historia de la humanidad.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Donatello, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa esencial para que podamos apreciar no sólo la vida de Donatello, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Donatello, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Donatello influenció, y indudablemente, entender y comprender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Donatello.
Las biografías y las vidas de personas que, como Donatello, atraen nuestra atención, tienen que servirnos siempre como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Donatello, el motivo por qué Donatello vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inexorable, la historia.
Vida y Biografía de Donatello
(Donato di Betto Bardi; Florencia, 1386 - id., 1466) Escultor italiano. Junto con los arquitectos Leon Battista Alberti y Filippo Brunelleschi y el pintor Masaccio, Donatello fue entre los desarolladores del estilo renacentista y entre los artistas mucho más enormes del Renacimiento. Su capacitación al lado de Lorenzo Ghiberti le dejó un considerable legado técnico pero prácticamente ningún vestigio estilístico, puesto que desde sus principios desarrolló un estilo propio apoyado en la fuerza sensible, y en un singular sentido del movimiento.
Su revolucionaria concepción de la estatua resulta visible ahora en las considerables esculturas para nichos destinadas a Orsanmichele y la catedral de Florencia. La gravedad y el realismo de estas monumentales figuras de mármol contrastan vivamente con la felicidad y el decorativismo del gótico en todo el mundo, el estilo vigente en Europa hasta el momento. Donatello empezó esta serie en 1411 con el San Marcos y la concluyó en 1436 con el llamado Zuccone. A esta serie forma parte asimismo el San Jorge, su primera obra conocida, de la que Giorgio Vasari aseveró: «Tiene el fantástico don de desplazarse en la piedra».
Tras asociarse con su aprendiz Michelozzo, Donatello emprendió desde 1427 la realización en Pisa de la tumba del cardenal Brancacci, donde esculpió en relieve el tema de la Asunción de la Virgen. Poco después, la tumba de Baldasare Coscia para el baptisterio de Florencia dejó al artista ofrecer sus primeros pasos en el bien difícil arte de la fundición en bronce.
El viaje a Roma que efectuó el escultor hacia 1430-1432 condicionó de forma definitiva su producción posterior, puesto que le brindó la posibilidad de comprender directamente el arte de la Antigüedad. A su regreso a Florencia empezó la conocida Cantoría para la catedral, donde recreó libremente varios de los fundamentos tradicionales admirados en Roma. Poco posterior es su estatua exenta mucho más conocida, el David en bronce, comparable en determinados puntos al San Jorge de su etapa previo.
En 1443, el artista se estableció en Padua, indudablemente tras recibir el encargo de esculpir la escultura ecuestre del Gattamelata, la primera de tamaño natural desde la Antigüedad. Realizada al estilo del Marco Aurelio de roma, tiene la fuerza expresiva característica de sus esculturas precedentes, una fuerza que se transmite asimismo al caballo, representado con brío y vitalidad.
En exactamente la misma localidad actuó el retablo mayor del santuario de San Antonio, en el que combinó siete esculturas y 4 relieves, en una predisposición que fue cambiada en el siglo XVI. En estos relieves, que representan los milagros de San Antonio, son por igual magistrales el sentido dramático y la organización del espacio. Donatello volvió en 1454 a Florencia, donde esculpió sus proyectos de mayor fuerza sensible, en las que trabajó las opciones expresivas de la deformación. A este periodo corresponden Judit y Holofernes y la sublime María Magdalena, en madera. Aunque no tuvo un heredero directo, Donatello influyó de manera definitiva en la estatua florentina hasta inicios del siglo XVI.
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