La historia del mundo la cuentan aquellas personas queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela sociedad, de una forma u otra,prospere.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Donald Sutherland, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Donald Sutherland, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Donald Sutherland, personas a quienes de un modo u otro Donald Sutherland influenció, y indudablemente, comprender y entender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Donald Sutherland.
Vida y Biografía de Donald Sutherland
(Saint-John, Nouveau-Brunswick, 1934) Actor de cine canadiense. Tras cursar estudios de ingeniería y arte dramático en la Universidad de Toronto, se trasladó a Londres en 1958 y entró en la Royal Academy of Dramatics Arts. Donald Sutherland logró bastantes visualizaciones en los niveles londinenses antes de debutar en la pantalla en 1964, con un papel dual en una película italiana. Alto y también impresionante, interpretó papeles secundarios con una utilidad asombroso en varios grabes británicos y estadounidenses, para lograr el estrellato por la fuerza de su caracterización del irreverente cirujano castrense Hawkeye Pierce en M.A.S.H. (1970).
El título de esta película se ajusta a las iniciales de "Mobile Army Surgical Hospital" (Hospital Quirúrgico Móvil del Ejército). En este hospital, en medio de una guerra de Corea, los médicos están tan atentos de los heridos como de cautivar a las enfermeras. M.A.S.H. es una comedia que satiriza el militarismo con un humor negro bastante cáustico, con lo que su exhibición estuvo prohibida en ciertos países, entre ellos España.
La película supuso el "hallazgo" de su directivo, Robert Altman, tras una dilatada experiencia en televisión y en el cine sin dependencia, pero el éxito de taquilla y la Palma de Oro de Cannes significó más que nada la revelación de Donald Sutherland, personaje principal de una obra donde, como tiende a ser frecuente en Altman, se ponen en cuestión varios de los valores habituales. La increíble acogida del largometraje dio sitio mucho más adelante a una serie con exactamente el mismo título, producida y interpretada por Alan Alda.
Donald Sutherland se sostuvo desde ese momento como entre las mucho más populares presencias cinematográficas durante una carrera tan prolongada como admirable. Fue un increíble fascista traidor en Novecento (1976), de Bernardo Bertolucci, y un deslumbrate Casanova en el Casanova (1976) de Federico Fellini.
El talento de Sutherland se revela mejor en papeles bivalentes, donde tras una testera de normalidad se puede entrever un cierto aire amenazador, como sucede en el agente nazi al que interpreta en El ojo de la aguja (1981, fundamentada en la novela de Ken Follett), en el hombre conminado por alienígenas en la novedosa versión de La invasión de los ultracuerpos que Philip Kaufman efectuó en 1978, en el apolítico sudafricano cuya conciencia lúcida en Una árida estación blanca (1989, de Euzhan Palcy) o en el que es considerado el mejor papel que ha interpretado hasta la actualidad, el del padre clarividente, desconsolado y también inconsciente en la pieza maestra de Nicolas Roeg, Amenaza en la sombra (1973).
Su extensísima filmografía incluye un óptimo número de cintas estimables, entre aquéllas que meritan recordarse, de las primerizas, Doctor Terror (1964), Estado de alarma (1965), Doce del patíbulo (1967), Los violentos de Kelly (1970) y Klute (1971), largometraje que, adjuntado con M.A.S.H., impulsó finalmente su trayectoria. De sus películas siguientes tienen que destacarse, al lado de las citadas, Laberinto mortal (1978), Gente corriente (1981), JFK: caso abierto (1991), Younger and Younger (1993), Acoso (1994), Ciudadano X (1995), Estallido (1995), Tiempo de matar (1996), Conspiración de silencio (1997), Caza al terrorista (1997), Fallen (1998), Virus (1999), Instinto (1999) y Jinetes de espacio (2000).
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Evidentemente llegar a comprender a Donald Sutherland es algo que está reservado a escasas personas, y que pretender recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Donald Sutherland es una suerte de enigmaque tal vez logremos rehacer si contribuimos todos juntos.
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Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre importantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Donald Sutherland, que poseyó su importancia en una época determinada, es indispensable tratar de ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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