La historia del mundo está contada por aquellas mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela humanidad, de una forma u otra,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la trascendencia que atesoró Diocleciano en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para quienes trataron a Diocleciano, sino que a caso dejó una huella mucho más profunda de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Diocleciano de forma personal.Diocleciano fue una de esas personas que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Diocleciano, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Diocleciano, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Diocleciano, gentes a quienes de un modo u otro Diocleciano influenció, y indudablemente, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Diocleciano.
(Cayo Aurelio Valerio Diocleciano; Salona, de hoy Croacia, h. 245 - Spalato, el día de hoy Split, id., 316) Emperador de roma (284-305). Nacido en el seno de una humilde familia iliria, Cayo Aurelio Valerio Diocleciano emprendió una carrera militar que, sin ser exageradamente refulgente, le dejó transformarse primero en comandante de la guarda imperial y después en cónsul.
Tras el homicidio del emperador Numeriano, en el 284, Diocleciano dio muerte a Arrio Aper, el supuesto homicida, y fue proclamado emperador por el ejército de Asia Menor. Desaparecido Carino, coemperador y hermano de Numeriano, el Senado le reconoció la dignidad imperial un año después, en el 285.
Aquel mismo año, a fin de terminar con las usurpaciones militares y las tendencias centrífugas que conminaban con desmembrar el imperio, Diocleciano decidió asociar al poder a otro oficial ilirio de su seguridad, Maximiano, a quien cedió el control de la mitad occidental del imperio, primero con el título de césar y después con el de augusto Herculius (286). Se reservó para sí el gobierno de la mitad oriental y la dignidad de augusto Iovius, la que, al enlazarlo a Júpiter, la primordial divinidad romana, le proporcionaba un poder superior al de Maximiano.
La bipolarización de la autoridad imperial dio excelente resultados, ya que Maximiano refrenó el movimiento bagauda surgido en las Galias, mientras que Diocleciano recobraba Armenia, utilizando en beneficio propio las divisiones internas de los persas. Sin embargo, los enfrentamientos políticos y sociales en el imperio iban en incremento, razón por la que, en el mes de mayo del 293, Diocleciano vinculó al poder en calidad de césares a otros 2 militares: Constancio Cloro para Occidente y Galerio para Oriente.
Con la aparición de estos ayudantes de jerarquía inferior, la dirección del imperio quedó a cargo de una tretrarquía, forma de gobierno que dejaba, por un lado, garantizar la unidad territorial y, por otra, arreglar los inconvenientes de cada zona con celeridad y efectividad. Así, Diocleciano, que había fijado su capital en Nicomedia, se encargó de la una parte de Oriente; Galerio, que radicaba en Sirmio, atendió los temas de las ubicaciones ubicadas al sur del Danubio, desde los Alpes hasta el Mar Negro; Maximiano, que alternaba vivienda entre Milán y Aquileia, tenía a su cargo África, Hispania y también Italia; y, para finalizar, Constancio Cloro observaba desde Tréveris a las Galias y Britania.
En las dos unas partes del imperio los tetrarcas consiguieron enormes victorias militares: aplastaron la rebelión de Carausio en Britania (296), terminaron con las revueltas sociales de Egipto (297) y fijaron la frontera romana en el río Tigris, tras vencer a los persas (298).
Simultáneamente, Diocleciano realizó una sucesión de esenciales reformas internas que perseguían agrupar el poder, racionalizar la administración, sanear la economía y reorganizar el ejército. Así, por servirnos de un ejemplo, recortó la autoridad del Senado, convirtió las 57 provincias que ya están en 96 y las reunió en 12 diócesis, apartó en todos y cada provincia el gobierno civil del militar para evitar las usurpaciones imperiales y estableció nuevos impuestos, tanto territoriales como personales (capitación). En detrimento del pujante cristianismo, logró obligación el culto a Júpiter como elemento cohesionador del imperio, lo que provocó una cruenta persecución contra los cristianos entre los años 303 y 311.
En el 305, ahora enfermo, renunció a sus responsabilidades políticas, abdicó a favor de Galerio y forzó a Maximiano a realizar otro tanto en beneficio de Constancio Cloro, padre del futuro emperador Constantino el Grande. Dedicado a la vida contemplativa, que solo abandonó para procurar arreglar sin éxito las discusiones que ya están entre los tetrarcas (307), murió en su retiro de Spalato en el 316.
¿Qué opinas de la existencia de Diocleciano? ¿Hallaste toda aquella información que pensabas que ibas a hallar?
Obviamente conocer en profundidad a Diocleciano es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Diocleciano es una especie de puzzleque posiblemente consigamos reconstruir si cooperamos juntos.
A causa de esto, si eres de las personas que creen en que de forma cooperativa se puede elaborar algo mejor, y tienes información acerca de la existencia de Diocleciano, o acerca de algún aspecto de su figura u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Diocleciano, que detentó su trascendencia en un momento concreto de la historia, es imprescindible procurar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para narrarnos qué conoces en relación con Diocleciano. Estaremos encantados de ultimar esta biografía con más información.