Dennis Tito

La historia de las civilizaciones la narran aquellas mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho queel mundo, de una forma u otra,prospere.

Ya sea inspirando a más personas o siendo una pieza esencial de la acción. Dennis Tito es una de las personas cuya vida, en efecto, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Dennis Tito es conocer más acerca de etapa determinada de la historia del ser humano.

Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Dennis Tito, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa fundamental para que podamos valorar no sólo la vida de Dennis Tito, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Dennis Tito, gentes a quienes de de una forma u otra Dennis Tito influenció, y ciertamente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Dennis Tito.

Vida y Biografía de Dennis Tito

(Nueva York, 1940) Millonario estadounidense que fue el primer turista espacial de la historia. Dennis Anthony Tito nació el 8 de agosto de 1940 en Forest Hills, Queens, Nueva York, donde medró, en el seno de una familia de incultos emigrantes italianos. Su padre era usado de una imprenta, y su madre, modista, con lo que el excéntrico y acaudalado turista espacial representa la personificación del llamado «milagro americano». Fue un niño despierto y muy aplicado en el estudio, pero asimismo muy soñador y entretenido.

Cursó los estudios secundarios en un centro neoyorquino y, en 1962, se graduó en ingeniería astronáutica y aeronáutica por la Universidad de Nueva York, estudios que completó en 1964 con un máster de ingeniería científica en el Renssalaer Polytechnic Institute. A fines de aquel mismo año, su refulgente expediente académico le dejó ingresar a trabajar como ingeniero en el Caltech Jet Propulsory Laboratory de la NASA, en Pasadena, California, donde participó a lo largo de cinco años en proyectos como las sondas exclusivas Mariner IV, que fotografió Marte por vez primera, la Mariner V, que viajó a Venus, o la Mariner IX, que logró rodear el mundo Colorado. Su trabajo concreto consistía en calcular las trayectorias de las sondas.

Tito calibró en aquella época sus opciones de transformarse en astronauta, un sueño que acariciaba desde los diecisiete años, en el momento en que en 1957 contempló por televisión la publicación del Sputnik I soviético, que sería el primer satélite puesto en órbita. Pronto verificó que varios eran los llamados y pocos los seleccionados. Le quedó una frustración, que exactamente borraría al mudar de rumbo en su profesión.

A partir de los años setenta se dedicó a las finanzas, como consultor en Wall Street, trabajo que le transformó en un hombre acaudalado. Aun de esta forma, a inicios de 1972 fue solicitado nuevamente por la NASA para desarrollar nuevos cálculos en el análisis de los peligros de despegue de cohetes.

A fines de aquel mismo año, resuelto a hacerse multimillonario, creó un fondo de inversiones y creó Wilshire Associates, una compañía de inversiones con origen en Santa Mónica, California. En 2001 administraba ahora mucho más de 95.000 millones de pesetas en activos y tenía unos trescientos clientes del servicio fijos. Antes de cumplir los 40 años, ahora había ingresado su primer millón de dólares estadounidenses.

En aquella época fue gerente de la Ópera de Los Ángeles y directivo de la Comisión de Agua y Energía de exactamente la misma localidad. Se integró además de esto en el Partido Republicano, donde se le asignó la función de recaudar fondos para las campañas electorales. Experto y también estudioso en mercados de peligro, es guía del índice bursátil Wilshire 5000, entre los mucho más importantes para el rastreo de la actividad bursátil y de las tendencias de la economía.

El sueño del multimillonario

Desde 1990 comenzó a enseñar un deseo particular de viajar al espacio, frente a la sorpresa de sus familiares y amigos, quienes estaban persuadidos de que su buena situación económica y su ahora avanzada edad le habrían hecho descuidarse de su sueño.

En 1991, en el transcurso de un viaje de negocios a la Unión Soviética, se interesó por el llamado «programa de convidados», un plan para llevar civiles a la estación espacial Mir. Su sueño se vino abajo con la caída de Mijail Gorbachov y la consiguiente desmembración de la Unión Soviética. Sin embargo, en 2000, MirCorp, una sociedad de holanda que procuraba comercializar el ingreso de civiles a la estación espacial rusa Mir, alcanzó un acuerdo firmado con Tito, cuyo anhelo se vio nuevamente fallido por la resolución de desmantelar lo antes posible la estación construida quince años antes.

Fallido el viaje a la Mir, los rusos le prometieron que lo llevarían a la estación Alpha. El módulo Alpha de la Estación Espacial Internacional (ISS) se encontraba habitado desde el 2 de noviembre de 2000 por tres cosmonautas, el ruso Yuri Usachev y los estadounidenses James Voss y Susan Helmes. La ISS es un emprendimiento en el que forman parte 16 países, con Estados Unidos como primordial colega inversor.

Para esto, Tito alcanzó un acuerdo con la agencia espacial rusa Rosaviakosmos (RKA). A pesar de que los rusos confirmaron que Tito era «listo y sabía completamente todo sobre tecnología espacial», su viaje se sostuvo en la cuerda floja por la oposición de Estados Unidos, el país que mucho más invertía en la ISS. Sin embargo, Tito, realizando ni caso de las críticas que aparecían en los medios estadounidenses, prosiguió a lo largo de múltiples meses su metódica preparación en el centro de entrenamiento de cosmonautas de la Ciudad de las Estrellas, cerca de Moscú, lo que le dejó ocuparse de las comunicaciones en el momento en que tripuló la nave Soyuz TM-32.

A última hora la NASA se opuso frontalmente a su deseo de viajar a la ISS en una nave rusa. No obstante, el empeño de Tito, la asistencia que le prestó en las negociaciones con la NASA su enorme amigo el ex- astronauta Edwin Aldrin y, más que nada, la cargada suma de dinero que acordó abonar a los rusos (20 millones de dólares estadounidenses) allanaron todos y cada uno de los óbices, y la agencia espacial estadounidense alcanzó un principio según con la rusa.

De recorrido por el espacio

El 28 de abril de 2001, la nave rusa Soyuz TM-32 despegó del cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, con la meta primordial de sustituir a la Soyuz TM-31. Nueve minutos después la nave tripulada se apartó del cohete portador y prosiguió hacia su destino, a unos 320 km sobre la extensión de la tierra. Durante el camino, que duró un par de días, Tito se mareó y vomitó, pero se mostró feliz, eufórico. «¡Jorosho! (‘¡bien!’)», ha dicho, el 1 de mayo, un Tito feliz en la primera sesión de comunicaciones con el centro de control de vuelos de Rusia, en la localidad de Kovaliov, cerca de Moscú.

Era el desenlace de una extendida pelea para conseguir su sueño, pero asimismo el principio de una exclusiva era en la historia aeroespacial. Tito fue, además de esto, la segunda persona de mayor edad en viajar al espacio, tras el ex- astronauta John Glenn, quien fue publicado por segunda vez a los setenta y siete años de edad.

El 6 de mayo Tito aterrizó en la estepa de Kazajstán totalmente eufórico: «Vengo del paraíso», resaltó. Después, lanzó una manzana al aire y «verificó» entretenido la fuerza de la gravedad, simulando el ademán de Isaac Newton en el siglo XVII. Se había movido a sus anchas en 2 de los tres módulos de la ISS, habitada por una tripulación persistente de tres personas y por sus 2 compañeros de viaje, los astronautas rusos Talgat Musabayev y Yuri Baturin. Su cámara fotográfica y sus siete discos sólidos de ópera preferidos le acompañaron en esta experiencia única.

En la nave, Titov, como lo llamaban sus compañeros, se ocupó de las comunicaciones, pero esporádicamente logró asimismo de camarero y de cocinero. Todo un personaje que se mostró presto a lo que fuera con tal de caer bien a los astronautas, que en verdad se transformaron en sus amigos, no se conoce si apasionados, dada la privilegiada situación económica de su alumno.

Con su viaje espacial, Dennis Tito, un hombre ahora mayor y de complexión física mucho más bien habitual (1,64 metros y 63 kilogramos), desmitificaba en decisión correcta la imagen de superhombres que proyectan los astronautas, y abría el sendero a fin de que otros civiles tengan la posibilidad de emularlo más adelante próximo, si no inminente.

La fortuna que Tito ha amasado le deja habitar en una villa de tres km cuadrados en la cima de una pequeña montaña, en Pacific Palisades, donde sus vecinos le conocen como «el Rey de la Colina». También le ha abierto la oportunidad de coleccionar turismos de gran lujo, como un Ferrari Spider y un Titanium F-355, y viajar en múltiples proyectos filantrópicos, entre aquéllos que resalta la construcción de un laboratorio de investigación en cáncer en la Universidad de California.

Es un hombre hedonista, si bien dependiente al trabajo. Parece que hablamos de un individuo que no ha amado privarse de nada en la vida («solo se vive una vez», no se fatiga de reiterar). Su amigo mucho más próximo, el alcalde de Los Ángeles Richard J. Riordan, afirma que «es como un niño que jamás acaba de medrar, que siempre y en todo momento busca cosas excitantes que solo los ricos tienen la posibilidad de posibilitarse».

Divorciado un par de veces, hasta 2001 no se había vuelto a desposar, pero fanfarroneaba de sus múltiples novias, como confesó en una entrevista que concedió a la gaceta Worth. En la época de su viaje espacial, convivía con Dawn Abraham, una muchacha rubia que fue identificada por la prensa en el momento en que rompió en lloros poco una vez que despegara el cohete que transportaba la Soyuz TM-32. De su primera mujer y asociada de negocios, Suzanne, tiene 2 hijos, Michael, nativo de 1974, y Brand, nativo de 1977, y una hija, llamada como su madre. Entre sus aficiones sobresalen la ópera, los vehículos de agilidad y el aeromodelismo.

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Obviamente conocer en profundidad a Dennis Tito es algo que está reservado a muy pocas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Dennis Tito es una suerte de puzzleque tal vez logremos rehacer si contribuimos todos en conjunto.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre importantes, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de un ser como Dennis Tito, que detentó su trascendencia en un momento concreto de la historia, es indispensable procurar mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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