Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo parte de la actuación. Débora Arango es uno de esos sujetos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Débora Arango es conocer más sobre periodo preciso de la historia de la humanidad.
(Débora Arango Pérez; Medellín, 1907 - Envigado, 2005) Pintora y acuarelista colombiana. Tras terminar la educación secundaria en el Colegio María Auxiliadora, inició estudios de pintura en el Instituto de Bellas Artes de Medellín, que abandonaría tras un par de años, desilusionada por el carácter usual de la capacitación allí dada. Discípula de Pedro Nel Gómez, participó por vez primera en 1937 en una exposición colectiva, donde exhibió una sucesión de óleos y acuarelas y ciertos desnudos que resultaron escandalosos.
Un par de años después consiguió el primer premio en una exposición estructurada por la Sociedad Amigos del Arte en el Club Unión de Medellín. Realizó su primera exposición individual en 1940, en el teatro Colón de Santa Fé de Bogotá, y participó después en el Primer Salón Anual de Artistas Colombianos. Posteriormente mostraría su obra en otras exposiciones colectivas efectuadas en las ciudades de Cali y Medellín, donde de nuevo sus cuadros provocaron tal rechazo que se llegó a soliciar su excomunión.
Desde 1946 se interesó por la técnica del fresco y estudió la obra de ciertos acuarelistas mexicanos. Viajó además de esto por México, Estados Unidos, España, Inglaterra, Escocia, Francia y Austria. En 1955, férreamente afianzada en España la dictadura del general Francisco Franco, presentó una exposición individual en el Instituto de Cultura Hispánica de La capital de españa; al día después sus cuadros fueron retirados por orden de las autoridades franquistas sin explicación. Ello motivó su inmediato regreso a Medellín, donde ese año expuso en el Centro Colombo-Americano una sucesión de cerámicas. En 1957 efectuó una exclusiva exhibe individual de pinturas en la Casa Mariana de Medellín. Más adelante, en 1964, expuso mucho más de doscientas proyectos (acuarelas, óleos y cerámicas) en el Museo de Arte Moderno de Medellín y en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Santa Fé de Bogotá.
Débora Arango fue la primera mujer colombiana que se atrevió a colorear desnudos, hecho que levantó mucha polvareda, si bien quizá no tanta como sus retratos de populares políticos con forma de animales (por poner un ejemplo, en La salida de Laureano retrató al general golpista Gustavo Rojas Pinilla encabezando un coro de sapos). A pesar de las polémicas que provocaba su obra, Arango recibió el premio Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia a las Artes y Letras como reconocimiento a su aporte cultural.
Entre sus proyectos mucho más resaltadas se destaca el mural de la Compañía Colombiana de Empaques en Medellín que se titula Alegoría a los cultivadores de fique (1947). Este mural está hoy en día en las áreas de trabajo de los guardes Éxito, en Envigado. También resaltan sus proyectos similares con los hechos sucedidos el 9 de abril de 1948, populares como el Bogotazo, y con la caída del presidente de la república Laureano Gómez. Al comienzo de los años sesenta efectuó una secuencia de pinturas para ilustrar el martirio en la capilla de la vivienda de retiros Betania, situada en la localidad de Barranquilla.
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