Conde de Fuentes

La historia del mundo la narran las mujeres y hombres quea lo largo de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado queel mundo, de un modo u otro,avance.

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Vida y Biografía de Conde de Fuentes

(Pedro Enríquez de Acevedo o Acebedo y Álvarez de Toledo, conde de Fuentes; Zamora, 1525 - Milán, 1610) Militar español. Fue designado capitán general en Portugal (1589). Posteriormente sería movido a Flandes (1594) a las órdenes del archiduque Ernesto, que dirigía la campaña contra Francia. Tras la desaparición del archiduque, el conde de Fuentes tomó el mando de los ejércitos, ocupando Dourlens y Cambrai. Fue enviado a Italia, donde sostuvo apartada a Venecia; resguardó las vías de comunicación entre los dominios españoles del norte de Italia y el Tirol, y contuvo las tentativas francesas de traspasar en Italia. Frenó asimismo los deseos de Carlos Manuel de Saboya de hacerse con el Milanesado.

Hijo de Diego Enríquez de Guzmán y de Catalina de Toledo y Pimentel, hermana del III duque de Alba, adquirió el título condal al casarse con Juana de Acevedo, dueña del feudo de Fuentes de Valdepero (Palencia); no guardaba, ya que, ningún nivel de vínculo con la familia aragonesa de los Fernández de Heredia (condes de Fuentes). Pedro Enríquez de Acevedo intervino adjuntado con su tío, el duque de Alba, en las campañas de Nápoles contra el papa Pablo IV (1557). Ocupó la Capitanía General de la Caballería del ducado de Milán (1586-1588) y ostentó exactamente el mismo cargo en Portugal, donde en 1589 tomó parte en la defensa de Lisboa.

En 1594 fue enviado a Flandes, donde decidió las órdenes del archiduque Ernesto de Austria para intervenir en la campaña contra Francia. Al fallecer el archiduque en el mes de febrero de 1595, Pedro Enríquez de Acevedo fue nombrado jefe supremo de los ejércitos de la Picardía y continuó con éxito la pelea contra el ejército de Enrique IV de Francia, al que arrebató las plazas de Chatelet, Clary, Dourlens y Cambrai. Al año siguiente, y gracias a la llegada del nuevo gobernador, el archiduque Alberto, Pedro Enríquez de Acevedo regresó a España. Felipe II recompensó sus méritos nombrándole capitán general de España, y su sustituto, Felipe III, le dio la excelencia y le logró integrante de los consejos de Estado y de Guerra (1598).

Ahora viajó a Italia como gobernador y capitán general del Milanesado (1600-1610). En ese intérvalo de tiempo realizó una refulgente tarea dirigida a remover el bandolerismo y, más que nada, a sostener la comunicación entre el norte de Italia, el Tirol (territorio de los Augsburgo austriacos) y los dominios hispanos en Flandes mediante los cantones católicos suizos. De este modo se lograba aislar a Venecia (aliada de Francia) y se impedía la penetración francesa en la península italiana; para esto mandó erigir el fuerte de Fuentes (1603) en el territorio estratégico del valle del Adda, correspondiente a las Ligas Grises. Todos estos hechos y los capítulos bélicos a que brindaron rincón son populares comunmente como cuestión de la Valtelina (1603-1639). El conde de Fuentes logró además evitar la anexión del Milanesado por Carlos Manuel de Saboya.

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