Colin Maclaurin

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que detentó Colin Maclaurin en la historia. El modo en que vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que estuvo en la tierra fue determinante no sólo para quienes trataron a Colin Maclaurin, sino que a caso legó una señal mucho más insondable de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Colin Maclaurin personalmente.Colin Maclaurin fue una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Apreciar las luces y las sombras de las personas significativas como Colin Maclaurin, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Colin Maclaurin, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Colin Maclaurin, gentes a quienes de un modo u otro Colin Maclaurin influyó, y indudablemente, entender y comprender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Colin Maclaurin.

Vida y Biografía de Colin Maclaurin

(Kilmodan, 1698 - Edimburgo, 1746) Matemático británico. Ingresó en la facultad a la edad de once años, fue instructor en la de Aberdeen a los diecinueve y más tarde en la de Edimburgo. Expuso un original procedimiento de generación de las cónicas en su obra Geometría orgánica (1720) y sentó las bases para una fundamentación lógica del cálculo infinitesimal en el Tratado de las fluxiones (1742). En su Tratado de álgebra (1748) aplicó el procedimiento de los determinantes a la resolución de ecuaciones con 4 incógnitas.

Colin Maclaurin era hijo de un eclesiástico escocés, de quien heredó un espíritu ardientemente espiritual cercano a la beatería. Matriculado en la Universidad de Glasgow, descubrió un talento muy precoz para las matemáticas; en 1717, a los diecinueve años, fue ahora nombrado instructor de semejante materia en Aberdeen. Dos años después su enorme notoriedad le llevó a la Royal Society. Precisamente entonces publicó Geometría orgánica (1720), artículo que puede considerarse entre las mucho más esenciales de sus proyectos de matemáticas y que tiene dentro un original procedimiento de generación de las cónicas; de semejante libro ofreció entonces en Philosophical Transactions (1735) un atrayente apéndice.

En 1722, en el transcurso de un viaje por Francia, escribió un ensayo de mecánica racional sobre la percusión de los cuerpos que consiguió el premio de 1724 de la Académie des Sciences. Vuelto a Inglaterra, procuró una colocación que le diese un desahogo económico mayor que el que viene de la modesta cátedra del instituto de Aberdeen. En tal aspecto le asistió bastante la amistad de Newton. Semejante a él en ideas políticas y religiosas (los dos eran "tories" y protestantes moderados), Colin Maclaurin, como prácticamente todos los enormes hombres de ciencia de los primeros años del siglo XVIII inglés, se mostraba ferviente admirador de sus Principios matemáticos de la filosofía natural (1687), muy brillante unificación de la mecánica terrestre y celeste construida desde tres sencillos «axiomas o leyes del movimiento» (las leyes de Newton).

A la memoria del amigo y profesor dedicaría entonces la Exposición de los descubrimientos filosóficos de Newton, de los mejores documentos del newtonianismo de la primera generación. Apoyó asimismo a Newton y su filosofía contra los asaltos de George Berkeley en el Tratado sobre las fluxiones. Newton aconsejó vivamente a Maclaurin para la cátedra de matemáticas de la Universidad de Edimburgo, y ofreció aun llenar su estipendio con una aportación personal. En 1725 el candidato ocupó el puesto en cuestión, y de ahora en adelante dedicó su historia a la enseñanza y a la investigación científica.

En 1740 compartió con Leonhard Euler y Daniel Bernoulli el premio brindado por la Académie des Sciences de París a un ensayo sobre las mareas. El año previo, y a instancia suya, la Sociedad Médica de Edimburgo se había transformado en Philosophical Society, con lo que amplió su campo de acción, según el modelo de la Royal Society londinense. Un solo episodio perturbó la presencia pacífica de este piadoso matemático escocés. En 1745, los rebeldes desembarcados en Escocia con el pretendiente Jacobo Stuart se dirigieron contra Edimburgo; Maclaurin, leal a sus ideas políticas y religiosas, se manifestó partidario de la monarquía de los Hannover y participó activamente en la defensa de la región, a cuya caída debió escapar a Inglaterra para eludir el acto de sumisión.

De las distintas citadas, la obra primordial de Colin Maclaurin es indudablemente la famosa como Tratado de las fluxiones (su título original es A Complete System of Fluxions; with their Application to the most Considerable Problems in Geometry and Natural Philosophy), publicada en Edimburgo, en 2 volúmenes, en 1742. En la época en que fue impresa esta obra los nuevos métodos del cálculo infinitesimal habían recibido un enorme avance, debido singularmente a la obra de B. Cavalieri, de Newton, de Leibniz y de sus inmediatos sucesores, los que, no obstante, se habían preocupado mucho más de prolongar los límites del nuevo dominio matemático que de consolidar sus principios y de remarcar su rigidez lógica.

El libro de Maclaurin desea sobrepasar la laguna que resultaba de esto, robusteciendo la novedosa doctrina con estrictas muestras; contribuye a esta obra la solución de varios nuevos inconvenientes de geometría, de mecánica, de astronomía, y singularmente una investigación sobre la atracción ejercida por un elipsoide sobre un punto ubicado en su área, o dentro suyo, cuestión de la que se había ocupado de antemano en una Memoria en relación al fluído y reflujo del mar.

Joseph-Louis de Lagrange juzgó esta una parte de la obra como "una pieza maestra de geometría, solo comparable como mucho precioso y también ocurrente que nuestro Arquímedes dejó". Maclaurin una parte de un nuevo teorema relativo a las cuerdas de 2 elipses concéntricas y, a través de tal proposición, consigue probar el teorema primordial que Newton charla aceptado sin una auténtica comprobación: "una masa dinámica homogénea, virando en torno a un eje que pase por su centro de gravedad, debe adoptar la figura de un elipsoide de revolución, supuesto que sus moléculas se atraigan en razón directa a sus masas, o en razón inversa al cuadrado de sus distancias".

El nuevo procedimiento de Maclaurin pareció tan atrayente a Alexis Clairaut que le indujo a dejar el procedimiento puramente analítico que había seguido hasta el momento para probar la manera de la Tierra. En cuanto al caso de un punto "exterior" al elipsoide, el inconveniente era considerablemente más bien difícil. El célebre geómetra escocés solamente lo abordó; tenían que tratarlo después con mayor amplitud Adrien-Marie Legendre y James Ivory.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de una persona como Colin Maclaurin, que poseyó su significación en una época determinada, es fundamental tratar de brindar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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