Che Guevara [Ernesto Guevara]

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la trascendencia que tuvo Che Guevara [Ernesto Guevara] en la historia. La manera en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Che Guevara [Ernesto Guevara], sino que tal vez dejó una huella mucho más insondable de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Che Guevara [Ernesto Guevara] en persona.Che Guevara [Ernesto Guevara] ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Comprender lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Che Guevara [Ernesto Guevara], personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Che Guevara [Ernesto Guevara], sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Che Guevara [Ernesto Guevara], aquellas personas a quienes de un modo u otro Che Guevara [Ernesto Guevara] influyó, y ciertamente, entender y comprender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Che Guevara [Ernesto Guevara].

Las biografías y las vidas de personas que, como Che Guevara [Ernesto Guevara], cautivan nuestra curiosidad, tienen que servirnos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Che Guevara [Ernesto Guevara], porqué Che Guevara [Ernesto Guevara] vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Che Guevara [Ernesto Guevara]

(Rosario, Argentina, 1928 - Higueras, Bolivia, 1967) Revolucionario iberoamericano. Junto con Fidel Castro, a cuyo movimiento se unió en 1956, fue uno de los más importantes autores del triunfo de la revolución cubana (1959). Desempeñó entonces cargos de enorme importancia en el nuevo régimen, pero, insatisfecho con la inoperancia de los despachos y leal a su propósito de prolongar la revolución a otros países de Latinoamérica, en 1966 reanudó su actividad guerrillera en Bolivia, donde sería tomado y ejecutado un año después.

Entregada de este modo su historia en la pelea contra el imperialismo y la dictadura, el Che Guevara se transformó en el máximo mito innovador del siglo XX. Fue inmediatamente un icono de la juventud del Mayo del 68, y su figura quedó como símbolo atemporal de unos especiales de independencia y justicia que, como los héroes de otrora, juzgó mucho más importantes que nuestra vida. Todavía actualmente se exhibe con cierta frecuencia, en las acciones contestatarias, aquel perfil de el apoyado en la célebre fotografía de Alberto Korda.

Biografía

Ernesto Che Guevara nació en una familia acomodada de Argentina, en donde estudió medicina. Su militancia izquierdista le llevó a formar parte en la oposición contra Juan Domingo Perón; desde 1953 viajó por Perú, Ecuador, Venezuela y Guatemala, conociendo la pobreza dominante entre las masas de Hispanoamérica y la omnipresencia del imperialismo estadounidense en la zona, y participando en múltiples movimientos inconformistas, vivencias que lo inclinaron terminantemente hacia el marxismo.

En 1955 Ernesto Che Guevara conoció en México a Fidel Castro y a su hermano Raúl Castro, que preparaban una expedición revolucionaria a Cuba. Guevara trabó amistad con los Castro, se unió al conjunto como médico y desembarcó con ellos en Cuba en 1956. Instalada la guerrilla en Sierra Maestra, Guevara se transformó en lugarteniente de Fidel y mandó entre las 2 columnas que salieron de las montañas orientales hacia el oeste para apoderarse la isla. Participó en la definitiva guerra por la toma de Santa Clara (1958) y al final entró en La Habana en 1959, poniendo fin a la dictadura de Fulgencio Batista.

El triunfo de la revolución, llevada a cabo con pocos medios, se vio facilitado por la insostenible situación del país en esos años. Pese a registrar la mucho más alta renta per cápita de América Latina, la riqueza se concentraba en escasas manos; este muy fuerte desequilibrio popular se repetía en los marcados contrastes entre el campo y la localidad. En el chato político, la corrupción, los mecanismos clientelares y la inoperancia se habían acentuado hasta límites nunca pensados bajo el régimen despótico y autoritario de Fulgencio Batista; su gobierno logró llevar a cabo encajar en contra suya a los ámbitos mucho más dispares de opinión y también intereses. La economía cubana, en radical condicionada por la existencia de Estados Unidos, se fundamentaba en el turismo en las áreas urbanas y en una agricultura de carácter capitalista que había generado un variado proletariado rural, esencial en el desarrollo innovador.

De la revolución a la política

El nuevo régimen innovador concedió a Guevara la nacionalidad cubana y le nombró jefe de la Milicia y directivo del Instituto de Reforma Agraria (1959), entonces presidente del Banco Nacional y ministro de Economía (1960), y, por último, ministro de Industria (1961). En esos años, Guevara representó a Cuba en múltiples foros de discusión de todo el mundo, en los que denunció frontalmente el imperialismo estadounidense. En un viaje cerca del planeta se entrevistó con Gamal Abdel Nasser, Jawaharlal Nehru, Sukarno y Josip Broz Tito (1959); en otro viaje conoció a distintos líderes soviéticos y a los chinos Chu En-Lai y a MaoTse-Tung.

En la labor de la construcción en Cuba de una exclusiva sociedad, y singularmente en el campo de la economía, el Che Guevara fue entre los mucho más infatigables ayudantes de Fidel Castro. En la polémica económica que sucedió en los principios del nuevo régimen se decantó por una interpretación original, creativa y no burocrática ni institucionalizada de los principios marxistas. Buscando un sendero para la independencia real de Cuba, se esmeró por la industrialización del país, ligándolo a la asistencia de la Unión Soviética, una vez fracasado el intento de invasión de la isla por Estados Unidos y clarificado el carácter socialista de la revolución cubana (1961).

Su incomodidad de innovador profesional, no obstante, le logró dejar Cuba en misterio en 1965 y marchar al Congo, donde luchó en acompañamiento del movimiento innovador en marcha, convencido de que solo la acción insurreccional armada era eficiente contra el imperialismo.

En Bolivia

Relevado ahora de sus cargos en el Estado cubano, el Che Guevara volvió a Iberoamérica en 1966 para publicar una revolución que aguardaba que fuera de ámbito continental: valorando la situación estratégica de Bolivia, escogió aquel país como centro de operaciones para disponer una guerrilla que pudiese irradiar su predominación hacia Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay. Al frente de un pequeño conjunto procuró poner en práctica su teoría, según la que no era preciso aguardar a que las condiciones sociales generaran una insurrección habitual, sino podía ser nuestra acción armada la que creara las condiciones a fin de que se desencadenase un movimiento innovador; semejantes ideas han quedado agarradas en su libro La guerra de guerrillas (1960).

Sin embargo, su acción no prendió en las masas bolivianas. Desde un principio su conjunto, bautizado como Ejército de Liberación Nacional y conformado por veteranos cubanos de Sierra Maestra y ciertos marxistas bolivianos, se halló con la carencia de acompañamiento de los campesinos, extraños completamente al movimiento. Sin ningún respaldo habitual en el planeta rural, y sin acompañamiento en las enormes urbes por el rechazo de las organizaciones políticas marxistas, las opciones de éxito menguaron drásticamente.

Apartado en una zona selvática en donde sufrió la agudización de su dolencia asmática, Ernesto Guevara fue delatado por campesinos locales y cayó en una emboscada del ejército boliviano en la zona de Valle Grande, donde fue herido y apresado el 8 de octubre de 1967. Dado que el Che se había transformado ahora en un símbolo para los jóvenes de todo el planeta, los militares bolivianos, aconsejados por la CIA, desearon eliminar el mito innovador, asesinándole para después mostrar su cadáver, retratarse con él y sepultarlo en misterio. En 1997 los restos del Che Guevara fueron localizados, exhumados y trasladados a Cuba, donde fueron sepultados con todos y cada uno de los honores por el régimen de Fidel Castro.

La imagen de Ernesto Che Guevara queda incompleta si no se piensan, al lado de la de innovador, sus facetas como ideólogo y teorético de la guerrilla, de la pelea armada en pequeños conjuntos como única forma revolucionaria de actividad política viable en los países subdesarrollados. Sus ideas se encuentran expuestas en contenidos escritos como el popular Mensaje a la Tricontinental (1967) y el mencionado libro La guerra de guerrillas (1960).

Más allá de que escribió mucho, la mayoría de su obra prosigue nueva. La tienen dentro manuscritos, cartas, alegatos, proclamas y, más que nada, productos publicados en Verde olivo, el órgano de las Fuerzas Armadas cubanas, en las que el Che ostentaba el nivel de comandante. Los mucho más conmemorados son esos en los que evoca la revolución cubana (Una revolución que empieza, 1959 y siguientes) y los de política económica (Contra el burocratismo, 1963 y siguientes). Del períodico que Ernesto Guevara había ido escribiendo a lo largo de toda su historia, se publicó póstumamente la parte referente a la guerrilla boliviana: Diario del Che en Bolivia (1968).

Este último libro, que cuenta su pelea guerrillera en Bolivia hasta el día rápidamente previo a su atrapa, forma el mucho más increíble testimonio de su personalidad. El Che detalla el día a día de la guerrilla por la parte interior, en su apariencia diario; las mil adversidades prácticas, las debilidades, los fallos y pleitos entre compañeros y su precario estado de salud dan rincón a un cuadro nada idealizado. Pero es más que nada el estilo prácticamente alejado de este períodico, aun en los instantes mucho más bien difíciles, lo que revela el lado humano del Che en el último periodo de su historia: en su ánimo reinaban una gran tranquilidad y una profunda tranquilidad, debidas a la íntima convicción de lo justo de sus especiales y a la razonada aceptación del peligro de fallecer en la pelea.

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