La historia de la civilización la escriben las mujeres y hombres quea lo largo de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,progrese.
Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Catalina de Aragón es uno de esos seres humanos cuya vida, en verdad, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Catalina de Aragón es comprender más acerca de una época concreta de la historia de la humanidad.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Catalina de Aragón, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Catalina de Aragón, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Catalina de Aragón, gentes a quienes de de una forma u otra Catalina de Aragón influenció, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Catalina de Aragón.
Las biografías y las vidas de personas que, como Catalina de Aragón, cautivan nuestra atención, deben ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Catalina de Aragón, el motivo por el cual Catalina de Aragón vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Alcalá de Henares, 1485 - Kimbolton, Inglaterra, 1536) Noble de españa, reina de Inglaterra (1509-1533) en razón de su matrimonio con Enrique VIII. Hija de Fernando II de Aragón y de Isabel I de Castilla, Catalina de Aragón contrajo matrimonio en 1501 con Arturo, primogénito de Enrique VII de Inglaterra, como una parte de la política de coaliciones desarrollada por sus progenitores para aislar diplomáticamente a Francia. Arturo murió por año siguiente, y los intereses de Estado llevaron a negociar el matrimonio de Catalina con el nuevo heredero y hermano del difunto, el príncipe Enrique de Gales, si bien la boda se postergó hasta el momento en que el príncipe Enrique se transformó en Enrique VIII (1509).
De la unión de Catalina de Aragón y Enrique VIII nacieron seis hijos, si bien de todos ellos solo subsistió María Tudor, futura reina de Inglaterra. Enrique VIII, preocupado por la necesidad de tener un sustituto varón, y a un tiempo enamorado de Ana Bolena, solicitó el divorcio a las autoridades eclesiásticas (1527) con el motivo de la ilicitud del matrimonio festejado entre cuñados. La reina defendió la validez del link por dado que su matrimonio con Arturo no había sido consumado.
La actitud en un inicio conveniente del papa Clemente VII se alteró frente a la resolución de Catalina de Aragón y las presiones del emperador Carlos V, que se encontraba poco presto a ver comprometida su estrategia. En plena efervescencia protestante, la cuestión se transformó en una viva polémica sobre la primacía papal donde participaron teólogos y hombres de letras.
El Papa se mostró indeciso, y no se atrevió a otorgar el divorcio debido al control político y militar que por entonces Carlos V ejercitaba sobre Roma; designó al cardenal Campeggio a fin de que adjuntado con el obispo Wolsey investigara la cuestión. Sin embargo, Catalina se negó a proteger su posición negando la rivalidad del tribunal que debía elegir (1529). La declaración de los dos obispos, contraria a los deseos del rey, determinó la caída en desgracia de Wolsey, exactamente la misma ocurriría más tarde con Tomás Moro. Enrique VIII solicitó la opinión de las universidades de europa, que se manifestaron en pos del divorcio. El papa Clemente se pronunció por fin contra la intención del monarca, y le ordenó asistir a la Santa Sede. Aconsejado por Thomas Cromwell y Thomas Cranmer, Enrique VIII rehusó presentarse, negando la autoridad del papa.
Por último, Enrique rompió finalmente con Catalina (1531) y se casó con Ana Bolena, ahora embarazada de la futura reina Isabel I. En 1533 el arzobispo de Canterbuy, Cranmer, anuló el matrimonio del rey con Catalina; el monarca se apartó de la obediencia a la Iglesia Católica de Roma (1534) y se realizó admitir como jefe supremo de la novedosa Iglesia de Inglaterra. La desobediencia de Enrique VIII hacia el papado desencadenó de esta manera la constitución de una iglesia nacional anglicana, aprobada por el parlamento, que logró pública su renuncia a admitir al papa como cabeza de la novedosa Iglesia, papel que desde ese momento debería desempeñar el rey de Inglaterra. Catalina fue recluída en el castillo de Kimbolton, pero jamás renunció al título de reina.
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Evidentemente conocer en profundidad a Catalina de Aragón es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que tratar de recomponer quién y cómo fue la vida de Catalina de Aragón es una suerte de puzzleque a lo mejor consigamos reconstruir si cooperamos todos juntos.
Por esta razón, si eres del tipo de personas que confían en que cooperando existen posibilidades de crear algo mejor, y posees información con respecto a la vida de Catalina de Aragón, o con respecto a algún característica de su personalidad u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Catalina de Aragón, que tuvo su significación en un momento histórico concreto, es vital procurar ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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