Casa de Braganza

La historia de la civilización la narran los hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado queel mundo, de un modo u otro,avance.

Comprender las luces y las sombras de las personas destacadas como Casa de Braganza, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo básica para que podamos valorar no sólo la vida de Casa de Braganza, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Casa de Braganza, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Casa de Braganza influenció, y indudablemente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Casa de Braganza.

Las biografías y las vidas de personas que, como Casa de Braganza, atraen nuestro interés, tienen que servirnos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Casa de Braganza, porqué Casa de Braganza vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Casa de Braganza

Dinastía reinante en Portugal entre 1640 y 1910. Tiene su origen en Alfonso, hijo natural de Juan I de Portugal, nombrado por su padre duque de Braganza en 1442. Entre sus descendientes está Carolina, que fue pretendiente del Trono portugués al extinguirse la dinastía real de los Avís; pero tuvo que abandonar frente a la invasión de Portugal por Felipe II de España, que logró servir sus derechos por la fuerza (1580). Portugal quedó de esta manera incorporado a la Monarquía de los Austrias (rama de españa de la Casa de Habsburgo), hasta el momento en que el VIII duque de Braganza, Juan IV (1604-56), encabezó desde 1637 la conspiración de la nobleza portuguesa -apoyada por la Francia de Richelieu- que acabó en la insurrección contra Felipe IV de España en 1640. En 1641 reunió unas Cortes que le proclamaron rey de Portugal; y robusteció su situación venciendo a los españoles en la guerra de Montijo (1644).

Le sucedió su hijo inútil Alfonso VI (1643-83) bajo la regencia de su madre, María Luisa de Guzmán; esta conspiró contra él destronándole en 1667 en beneficio de su hermano menor, Pedro II (1648-1706), quien, sin embargo, se tituló regente, no atreviéndose a proclamarse rey hasta la desaparición de su hermano. En la conspiración había participado asimismo María de Saboya, mujer de Alfonso VI; Pedro logró anular aquel matrimonio y se casó con su cuñada en 1668.

Fue él quien consiguió el reconocimiento de la independencia portuguesa por España en aquel mismo año (Tratado de Lisboa). Le sucedió su hijo Juan V (1689-1750), en cuyo reinado se firmó el Tratado de Lord Methuen (1703), que afianzaba la coalición anglo-portuguesa (ahora iniciada con el acompañamiento inglés a los independentistas portugueses desde 1661) como clave para toda la política exterior del Portugal posterior, inspirada en la necesidad de asegurar su especificidad en frente de futuras veleidades de absorción por la parte de España. En virtud de esa coalición, Portugal se vio implicada en la Guerra de Sucesión de españa.

Le sucedió su hijo José I (1714-77). Durante su reinado ejercitó el poder el marqués de Pombal, que aplicó a Portugal el reformismo propio del «despotismo ilustrado». Sobrevivió a un atentado en 1768, tras el que logró realizar a los responsables y castigó seriamente a su familia (los Tavora). Le sucedió su hija María I (1734-1816). Entre 1777 y 1786 compartió el Trono con su tío y marido, Pedro III (1717-86).

Desde 1792 fue declarada desquiciada y se ocupó de la Regencia su hijo, Juan VI (1767-1826). Con la invasión francesa de 1807 abandonó el país y se refugió en la colonia portuguesa de Brasil, donde adoptó el título de emperador. Al finalizar la guerra (1815) continuó en Brasil, dejando que gobernara Portugal el embajador inglés, general Beresford; si bien al fallecer su madre aceptó nominalmente ser de nuevo rey de Portugal (1816), no regresó hasta 1821. Juró la Constitución liberal de 1822, pero tuvo que realizar en frente de la sublevación absolutista alentada por su hermano Miguel.

Le sucedió su hijo Pedro IV (1798-1834), a quien había nombrado en 1822 emperador del Brasil (como Pedro I), independizándolo de Portugal. Al fallecer su padre (1826) dio una Carta Constitucional mucho más moderada que la Constitución de 1822; pero prefirió preservar solo la Corona brasileira, dejando el reino de Portugal para su hija María II (Maria da Gloria) (1819-53). Dada su corta edad, la Regencia quedó encomendada a su tío don Miguel (1802-66), quien en 1828 usurpó el Trono (como Miguel I) y también instituyó un régimen absolutista, ocasionando la guerra civil con los liberales; Pedro IV regresó entonces para pelear a favor de María. Derrotado don Miguel por las fuerzas liberales, Maria da Gloria siguió desde 1834 un reinado marcado por ámbas dictaduras consecutivas de Passos (1836) y Costa-Cabral (1842), aparte de una exclusiva rebelión miguelista (1846-47).

Del matrimonio de Maria da Gloria con el príncipe alemán Fernando de Sajonia-Coburgo-Gotha (regente de 1853 a 1855) proceden los 4 reyes siguientes, que puede decirse que forman una rama diferente de exactamente la misma Casa, los Coburgo-Braganza: sus 2 hijos, Pedro V (1837-61) y Luis I (1838-89). Bajo su reinado, Portugal sostuvo la candidatura de su padre Fernando de Coburgo para ocupar el Trono español vacante (1869). Por otro lado, Portugal conoció entonces una exclusiva expansión colonial, participando en el «reparto de África» y propagando sus pertenencias en Angola y Mozambique.

Con su hijo Carlos I (1863-1908) empieza la descomposición de la Monarquía, crecientemente impopular; el ultimátum inglés de 1890, que forzó a Portugal a abandonar sus pretensiones coloniales en África, logró conocer a la opinión pública la debilidad del país, desprestigiando a la clase política y a la Casa reinante. En 1906 se impuso como dictador Juan Franco, hasta el momento en que el rey fue ejecutado adjuntado con el príncipe heredero. Su hijo menor Manuel II (1889-1932) terminó con la dictadura y convocó selecciones en general, que enseñaron el peso que había conseguido la opinión republicana. Finalmente, el rey fue depuesto por la Revolución de 1910, que transformó a Portugal en una República, y se exilió en Inglaterra.

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