Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo parte de la actuación. Carson McCullers es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Carson McCullers es comprender más sobre época determinada de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que tuvo Carson McCullers en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Carson McCullers, sino que a lo mejor legó una señal mucho más vasta de lo que podamosfigurar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Carson McCullers personalmente.Carson McCullers ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Columbus, 1917 - Nyack, 1967) Escritora estadounidense. A los diecinueve años se casó con Reeves McCullers, con quien sostuvo una relación complicada y llena de contradicciones, donde se sucedieron de forma alternativa las roturas y las reconciliaciones. En la problemática vida de Carson McCullers la patología física y sicológica fue, también, una presencia incesante. Su narrativa está poblada de amor y de mal prácticamente por igual; el paisaje de su niñez en el Sur, con sus veranos tórridos, sus cafés, sus distritos miserables y los solitarios individuos embrutecidos por la desepcionante vida provinciana, es recurrente y protagonista.
En su primera novela, El corazón es un cazador solitario (The Heart is a Lonely Hunter, 1940), merced a la que se ganó el apelativo de "pequeña prodigio de la literatura de america", McCullers explora el drama de la incomunicabilidad: la soledad del sordomudo Singer, figura de extraña intensidad simbólica por ser representativa de la imposibilidad misma de hacer llegar, es un reflejo de la de los individuos que lo escogen como receptor de sus diferentes desahogos verbales. Para ofrecer forma a esta confusión de atracciones inescrutables, McCullers se sirve de lo grotesco, que en su primera obra narrativa no refleja únicamente una situación ridícula (la del Sur), sino es el signo de un malestar existencial profundo.
En 1941 apareció Reflejos en un ojo dorado, estudio sobre la homosexualidad y sobre los tortuosos caminos de un eros desviado que le fue reprochado de manera general por la crítica de la temporada gracias a su sensacionalismo "gótico" y a la tácita celebración de lo irracional. En 1946 vio la luz Franckie y la boda, historia de una joven que, atormentada por la soledad y dividida entre el temor y el ansia de medirse con la verdad, se hace ilusiones de poder comunicar la novedosa vida conyugal de su hermano.
La soledad es asimismo el fundamento central de los cuentos reunidos en La balada del café triste (1951), que deja al lector la desmoralizadora impresión de que cualquier intento de asamblea entre opuestos resulta irrealizable. El relato largo que da título a la compilación dramatiza, en un lenguaje estilizado por el ritmo hechicero, la historia amorosa entre la virago Amelia y su primo Lymon, un jorobado-hombre-niño responsable de la transformación de la mujer/hombre en fuerza popular y cariñosa, y después de su ruina.
Reloj sin manecillas (1961), su última novela, avanza en una pequeña localidad del sur americano donde domina el odio racial y donde esperar la desaparición representa la única oportunidad de sustraerse al callejón sin salida de una sociedad beligerante y dividida. Póstumamente apareció el volumen de cuentos El corazón hipotecado (1968), en el que están compendiados sus cuentos de juventud. Más tarde se editó su autobiografía inacabada, que incluye la correo que sostuvo con su marido a lo largo de la Segunda Guerra Mundial.
Vinculada con la de los enormes escritores del sur estadounidense, en la narrativa de Carson McCullers se perciben puntos de contacto con la obra de William Faulkner. Su huella peculiar es la forma en que logró denunciar la injusticia, el odio racial y los serios problemas sociales que causó la depresión económica de la década de 1930 en el "profundo sur", por medio de los enfrentamientos particulares que sufren los personajes principales de sus proyectos.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de un ser como Carson McCullers, que tuvo su significación en un momento histórico concreto, es imprescindible procurar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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