Carlos Pellegrini

Vida y Biografía de Carlos Pellegrini

(Buenos Aires, 1846-1906) Político argentino que fue presidente de la República de Argentina entre 1890 y 1892. Fue hijo del ingeniero franco-italiano Carlos Enrique Pellegrini y de una dama británica, lo que le valió el apelativo de El Gringo. Cuando era estudiante se alistó como voluntario en el ejército, y participó en la campaña del Paraguay. Estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires, especialidad donde se doctoró en 1869. Su ingreso en la política se causó en las filas del Partido Autonomista de Adolfo Alsina. Presentó su candidatura para el Congreso en 1871 y 1872, si bien fracasó en las dos.

En 1873 logró su propósito y se transformó en diputado de la Asamblea Nacional por la circunscripción de Buenos Aires. Ejerció funcionalidades de ministro de gobierno de la provincia. Ocupó la cartera de Guerra y Marina desde 1879 a 1886, a lo largo de los gobiernos de Nicolás Avellaneda y Julio Argentino Roca. Desde su puesto tuvo que realizar en oposición al inconveniente de la federalización de Buenos Aires, con lo que debió tomar las medidas para el traslado transitorio de la ciudad más importante al suburbio de Belgrano.

En 1881 fue escogido senador. Fue comisionado en 1885 por el gobierno a fin de que negociase un empréstito en Europa. A su regreso a Argentina en 1886 fue escogido vicepresidente del gabinete de Miguel Juárez Celman, tarea que compatibilizaba con la presidencia del Senado. Viajó a París en 1889 como gerente de Argentina en la Exposición Universal que se festejó ese año en la ciudad más importante francesa.

En 1890 dirigió, con Julio Argentino Roca, el movimiento que forzó a Miguel Juárez Celman a renunciar. Carlos Pellegrini aceptó la presidencia, así como establecía la Constitución. Aunque su ascenso fue bien visto por la mayor parte de los integrantes de la oposición, debió realizar en frente de un fallido intento de sublevación encabezado por la Unión Cívica, tal como a la profunda crisis económica que padecía Argentina gracias a la quiebra de distintas instituciones financieras. Para eludir la reiteración más adelante de ocasiones similares, creó en 1891 el Banco de la Nación, medida que fue apoyada con la creación de la Caja de Conversión y el incremento de la moneda en circulación.

Con el objetivo de arreglar el inconveniente de la deuda externa envió a Victorino de la Plaza a Londres, a fin de que negociase con una comisión de banqueros de todo el mundo el pago de los empréstitos. Pellegrini logró con su actuación socorrer a Argentina de la bancarrota. Reorganizó además de esto el servicio de salud pública, aprobó una sucesión de medidas para terminar con la corrupción y fomentó la reforma de la vida política.

El 1 de abril de 1892 se descubrió un complot anarquista que tenía como propósito el homicidio del presidente. Tras una grave crisis que afectó a su gobierno en el mes de agosto de 1892, presentó su dimisión, más allá de que se le persuadió a fin de que la retirase y aguantase hasta el desenlace de su orden, que acababa el 12 de octubre de 1892. El nuevo presidente, Luis Sáenz Peña, le ofreció ocupar en el nuevo gobierno el ministerio de Guerra, pero Pellegrini rechazó el ofrecimiento.

En septiembre de 1893 se le entregó el mando de una fuerza de quince mil hombres que tenía como misión terminar a la rebelión que ocurría en Tucumán. Pellegrini logró vencer a los rebeldes y parar a toda la Junta Revolucionaria. Fue, al poco, escogido senador en 1895, escaño que preservó hasta 1904. Su participación fue definitiva a fin de que el Parlamento aprobara en 1896 una ley que asegurase el pago de la deuda externa del país. Rechazó las continuas proposiciones que le efectuaban a fin de que presentase su candidatura a la presidencia en 1898.

Tras un viaje que le llevó por toda Europa, creó El País, un períodico matinal desde cuyas páginas defendía sus ideas políticas, entre aquéllas que resaltaban la necesidad de una profunda transformación de la vida popular y la política de Argentina. Para Pellegrini, Argentina se encontraba necesitada de reformas dirigidas a reforzar en la democracia; creía que entre los mayores males del país era el sistema oligárquico.

En 1904 viajó a Estados Unidos para ayudar a la toma de posesión del presidente Theodore Roosevelt. Sobre este viaje publicó sus vivencias en seis cartas que se dieron a conocer publicadas en el períodico La Nación. A su regreso fue abandonando su política de orientación europeísta y fomentó la necesidad de estrechar relaciones con los Estados Unidos. Su demanda publica de la corrupción alcanzó su punto mas prominente en el momento en que estrechó públicamente en el Congreso la mano del líder del Partido Socialista Alfredo Palacios. En 1906, año en que fue escogido diputado, murió en Buenos Aires.

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