Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que detentó Carlos Octavio Bunge en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para quienes conocieron a Carlos Octavio Bunge, sino que a lo mejor legó una huella mucho más profunda de lo que podamosfigurar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Carlos Octavio Bunge personalmente.Carlos Octavio Bunge ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Carlos Octavio Bunge, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo básica para que podamos apreciar no sólo la vida de Carlos Octavio Bunge, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Carlos Octavio Bunge, aquellas personas a quienes de un modo u otro Carlos Octavio Bunge influyó, y sin duda, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Carlos Octavio Bunge.
Las biografías y las vidas de personas que, como Carlos Octavio Bunge, cautivan nuestra curiosidad, tienen que servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Carlos Octavio Bunge, el motivo por qué Carlos Octavio Bunge vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Buenos Aires, 1875 - 1918) Ensayista y jurista argentino. Cursó los estudios universitarios de derecho, explicó ciencias de la educación en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Elaboró un informe sobre la educación en Europa, por encargo del Gobierno de su país. En el conjunto de figuras del pensamiento americano que acaba en José Enrique Rodó, Carlos Octavio Bunge ocupó un considerable rincón.
Su obra primordial se titula Nuestra América. En el resto de su producción cultivó distintos géneros: teatro, con La revolución de Churubusco, La primera guerra, El roble, Fracasado y Los colegas (1908); novelas y narraciones distintas, con Xarcas Silenciario (1903), La novela de la sangre (1904), Thespis (1907), Viaje mediante la estirpe y otras narraciones (1908), La sirena, Los envenenados, El capitán Pérez y El sabio y la horca; estudios filosóficos y pedagógicos, con El espíritu de la educación (1901), Principios de psicología individual y popular (1903), Educación de la mujer (1904) y Estudios filosóficos.
Publicó asimismo estudios jurídicos, como Teoría del Derecho (1905), Historia del Derecho argentino (1912), El Derecho en la literatura gauchesca (1913) y Casos de Derecho Penal. Se le debe además una biografía de Domingo Faustino Sarmiento y un trabajo sobre La poesía habitual argentina. Hijo de padre alemán y hombre de ideas destacadas, influido por la filosofía individualista germánica del siglo XIX, Bunge tuvo como obsesión la educación y la civilización como solución para los inconvenientes de América, que examina con un espíritu crítico duro y corrosivo desde ángulos recurrentemente exorbitantes.
En la mucho más señalada de sus proyectos, Nuestra América, Carlos Octavio Bunge se ha propuesto ofrecer una base étnica a los letras y números de los pueblos latinoamericanos, y en tal aspecto se emparenta con Conflicto y armonías de las etnias en América de Sarmiento, si bien sin derivar de él; no obstante, el valor absoluto que dio a la raza en la primera edición (1903) fue atenuándose en las siguientes para abrir paso a la predominación del medio geográfico y de otros causantes. El creador fue cambiando substancialmente el artículo en las consecutivas ediciones, especialmente en la sexta, la determinante, que apareció en 1918, meses tras su muerte.
Disección de la sociedad y del espíritu sudamericanos, Nuestra América se compone de una introducción, que fija el plan general, y de cinco libros. El primero estudia la forma de pensar de los españoles por medio de una suerte de síntesis histórica, a la que no escapa ningún aspecto propio de la vida peninsular vieja y actualizada. Destaca en ellos una cualidad dominante, la soberbia, de la que hace derivar todas y cada una de las formas normales, decadentes y degeneradoras de esa psicología. El segundo libro examina la contribución étnica de los indios, negros y mestizos en la capacitación de los pueblos sudamericanos. Fatalismo y ferocidad en los indios, servilismo y maleabilidad en los negros, hiperestesia de la ambición de los mulatos, y, como letras y números predominantes en los mestizos, la inarmonía sicológica, la semiesterilidad degenerante y la carencia de sentido ética.
El tercer libro apunta en los latinoamericanos nacidos de ese cruce de etnias tres aspectos escenciales recurrentes: la pereza, la tristeza y la insolencia. El cuarto libro es una investigación crítico de la política derivada de esos letras y números raciales, llamada por Bunge "política criolla", estudio que formó su primordial propósito al concebir la obra, compuesta no con impasibilidad científica, sino más bien con causticidad y recurrente iracundia, que comunican enorme vivacidad a la exposición y el alegato. El caciquismo político es objetivado en tres ejemplos de dictadores sudamericanos en el quinto libro: Juan Manuel de Rosas, el estanciero de Buenos Aires, neurótico "cacique criollo"; Gabriel García Moreno, el presidente inquisidor ecuatoriano, y Porfirio Díaz, el caudillo progresista mexicano.
Nuestra América disfrutó de mucha difusión a inicios del siglo en los círculos cultos del conjunto de naciones. A pesar de sus generalizaciones inseguras, de su recio esquematismo psicológico, de sus declaraciones dogmáticas, arbitrarias ciertas de ellas, fue encomiada a veces, y asimismo discutida y combatida. Si bien en ciertos países las condiciones sociales y políticas cambiaron después, como lo reconoció para la Argentina una nota póstuma, el libro se lee todavía con interés, ya que aparte de elocuente y colorido, está escrito con pasión de educador. El propio creador aseveró que la mayor imperfección de este "Tratado de clínica popular" radicaba quizás "en omitir la relativa terapéutica". Concluía que "el único antídoto es la civilización general: dar a conocer la ilustración, progresar la coyuntura económica, sanear las condiciones de vida física"; en otros términos, "la civilización por el trabajo".
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Indudablemente descubrir en lo más recóndito a Carlos Octavio Bunge es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Carlos Octavio Bunge es una suerte de enigmaque posiblemente alcancemos a rehacer si contribuimos todos en conjunto.
Debido a esto, si eres de aquellos que confían en que de forma colaborativa se puede elaborar algo mejor, y tienes información con respecto a la biografía de Carlos Octavio Bunge, o con respecto a algún faceta de su figura u obra que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que destacan la singularidad, y en el tema de la vida de alguien como Carlos Octavio Bunge, que tuvo su relevancia en una época determinada, es imprescindible tratar de brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para contarnos qué conocimientos tienes tú sobre Carlos Octavio Bunge. Estaremos complacidos de poder completar esta biografía con más información.