Carl von Ossietzky

La historia de la civilización la narran los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado queel mundo, de un modo u otro,avance.

Ya sea inspirando a más personas o siendo una pieza esencial de la acción. Carl von Ossietzky es uno de esos seres humanos cuya vida, realmente, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Carl von Ossietzky es conocer más acerca de una época concreta de la historia del género humano.

Las biografías y las vidas de personas que, como Carl von Ossietzky, atraen nuestra atención, deben ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Carl von Ossietzky, el motivo por qué Carl von Ossietzky vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Carl von Ossietzky

(Hamburgo, 1889 - Berlín, 1938) Periodista y pacifista alemán. Republicano liberal, se opuso a cualquier forma de militarismo y abanderó el movimiento pacifista alemán en las primeras décadas del siglo XX. En 1935 fue premiado con el Premio Nobel de la Paz.

Huérfano de padre a edad muy temprana, el segundo marido de su madre, Gustav Walther, representó una predominación esencial en la capacitación del futuro talante político del joven Ossietzky. A los diecisiete años abandonó los estudios y se empleó como funcionario de la administración local de justicia en Hamburgo, si bien próximamente descubrió en el periodismo una profesión a medida donde desarrollar sus inquietudes ideológicas y también intelectuales. Pueblo libre (Das Freie Volk), el órgano de expresión de la capacitación política Unión Democrática, publicó sus primeros productos, contenidos escritos que incluían encendidas críticas contra el militarismo.

A pesar de su insuficiente salud, en el primer mes del verano de 1916 fue reclutado por el Ejército alemán que luchaba en la Primera Guerra Mundial, una experiencia que dio mayor solidez a sus convicciones antibelicistas. Finalizada la contienda regresó a Hamburgo, aceptó la presidencia de la oficina local de la Sociedad Pacifista Alemana (DF) en su ciudad natal, creó El guía (Der Wegweiser) y se transformó en paladín de la causa antimilitarista.

Después se trasladó a Berlín para ocupar la secretaría nacional de la DF y el 1 de enero de 1920 lanzó a la calle el primer número de la publicación por mes Hoja Informativa (Mitteilungsblatt). También en esos años empezó a emplear el seudónimo Thomas Murner (que tomó prestado del poeta satírico alemán del mismo nombre) para firmar sus colaboraciones en prensa.

Su trabajo en las áreas de trabajo de la Sociedad Pacifista Alemana no era bastante para agradar sus inquietudes ideológicas y decidió admitir un puesto directivo en El períodico del Pueblo Berlinés (Berliner Volkszeitung), un periódico con una línea editorial que defendía los valores democráticos y antibelicistas y que participó activamente en la fundación del nuevo Partido Republicano. Decepcionado tras una corto incursión en política, en 1926 regresó al ejercicio del periodismo activo a través de Siegfried Jacobsonh, principal creador de La Tribuna del Mundo (Die Welbühne), que le ofreció un puesto en la dirección de este semanario progresista en el que se refugiaban las voces de los intelectuales de la izquierda germana.

A la desaparición de Jacobsonh en el mes de diciembre de ese año, Ossietzky fue nombrado editor jefe, un cargo desde el que continuó haciendo un trabajo en la línea editorial instaurada por su precursor, empeñado en conocer y denunciar el apogeo de las formaciones militares segregas en Alemania y la consiguiente violación del Tratado de Versalles. Las críticas del períodico se probaron cansado impopulares a los ojos del renaciente militarismo germano y, en el mes de marzo de 1927, Ossietzky fue acusado de libelo y sentenciado a un mes de prisión.

No consiguieron silenciar sus demandas y el diario siguió estable su campaña contra el rearme. La contestación del gobierno llegó en el verano de 1929 con una acusación de alta traición, que lo llevó a los tribunales un par de años después y le valió una condena de dieciocho meses en la prisión de Spandau. Retomó entonces el seudónimo de Thomas Murner para firmar los productos que escribía en su celda.

La amnistía decretada en las navidades de 1932 redujo en siete meses su estancia en la prisión, si bien pocos días tras su puesta en independencia, ahora con Adolf Hitler como nuevo canciller de Alemania, fue de nuevo detenido por la Gestapo bajo la falsa acusación de estar implicado, al lado de los líderes republicanos, en el incendio que el 27 de febrero de 1933 destrozó relativamente el edificio del Reichstag. Ingresó en la prisión de Berlín y después fue enviado a los campos de concentración de Sonnenburg y Esterwegen-Papenburg, donde fue sometido a trabajos forzosos pese a su especial estado de salud.

En el momento en que el comité Nobel le comunicó la concesión del premio de la Paz 1935, el gobierno nazi impidió que abandonase Alemania para agarrar el galardón. Aunque el Ministerio de Propaganda declaró que Ossietzky tenía independencia para viajar a Noruega y ayudar a la liturgia, se mostraron documentos de la policía segrega en los que se confirmaba que al periodista se le había retirado el pasaporte y que, si bien fue traslado a un hospital para tratar su tuberculosis, su habitación estuvo bajo supervisión hasta el día de su muerte. El régimen nazi prohibió a la prensa nacional comentar la concesión del premio, logró pública su queja por la adjudicación del galardón a un "enemigo del estado" y decretó que, más adelante, Alemania no admitiría ningún Premio Nobel.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Carl von Ossietzky, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es vital procurar brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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