La historia universal la escriben las mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho queel mundo, de un modo u otro,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que tuvo Billy Wilder en la historia. Cómo vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Billy Wilder, sino que tal vez dejó una huella mucho más vasta de lo que logremosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Billy Wilder en persona.Billy Wilder ha sido una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas significativas como Billy Wilder, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que podamos apreciar no sólo la vida de Billy Wilder, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Billy Wilder, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Billy Wilder influyó, y desde luego, entender y comprender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Billy Wilder.
Las biografías y las vidas de personas que, como Billy Wilder, atraen nuestra atención, tienen que servirnos en todo momento como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Billy Wilder, porqué Billy Wilder vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inexorable, la historia.
Vida y Biografía de Billy Wilder
(Samuel Wilder; Sucha, de hoy Polonia, 1906 - Los Ángeles, 2002) Guionista, directivo y productor de cine estadounidense de origen austriaco. Cursó estudios en la Universidad de Viena, tras lo que trabajó como periodista en tal localidad y en Berlín. En 1929 codirigió el reportaje Menschen am Sonntag y más tarde escribió múltiples guiones para películas alemanas y francesas. Debido a su ascendencia judía, la llegada al poder de Adolf Hitler en Alemania le forzó a exilarse. Se trasladó a París, México y, por último, a Hollywood, donde trabajó como escritor de guiones y directivo de escena.
Tras la Segunda Guerra Mundial inició su actividad como directivo, donde resaltó por su refulgente dirección de actores, su fina ironía y la excelencia de sus guiones (la mayor parte de los que escribió en colaboración con I. A. L. Diamond), en los que agradaba de diseccionar, la mayoria de las veces en tono de comedia, las convenciones sociales de la clase media estadounidense y dejar a la luz sus contradicciones internas. Entre su filmografía podemos destacar Días sin huella (1945), premiada con el Oscar, El crepúsculo de los dioses (1950), El enorme carnaval (1951), Sabrina (1954), La tentación vive arriba (1957), Con faldas y a lo orate (1959), El apartamento (1960), que le supuso su segunda estatuilla, y Un, 2, tres (1961).
Biografía
Hijo de un hotelero judío, Billy Wilder se licenció en derecho por la Universidad de Viena tras estudiar en el Real Gymnasium. No llegó no obstante a ejercer jamás de letrado, y empezó a trabajar como redactor deportivo para un periódico vienés. En 1926 se trasladó a Berlín y allí continuó dedicándose al periodismo, mientras que desempeñaba los mucho más diversos oficios. Por estas datas fue introduciéndose en los entornos teatrales de la ciudad más importante y entró en contacto con la productora UFA, que le encargó la elaboración de ciertos guiones para sus películas mudas. El notero del demonio (1929) fue su primera película como escritor de guiones y, exponiendo su fecunda aptitud autora, llegó a redactar en 1931 el guion de cinco películas, entre ellas la entonces conocida Emilio y los detectives. Al año siguiente siete de sus guiones fueron llevados a la pantalla.
Este ritmo frenético de creación se vio interrumpido con la llegada de Adolf Hitler al poder en 1933. Como judío que era, en el mes de enero de 1934 decidió resguardarse en Francia; su madre y la mayoría de su familia terminarían siendo víctimas de la barbarie del nazismo. En París dirigió su primer largometraje, Curvas peligrosas, pero su estancia en la ciudad más importante francesa fue corto. Al año siguiente se trasladó a Estados Unidos y se instaló en Hollywood, donde a lo largo de ciertos años llevó una insuficiente vida, sobreviviendo con los capital logrados por guiones eventuales.
En 1938 empezó una provechosa colaboración con el dramaturgo Charles Brackett, que se alargaría hasta 1950 y causó una sucesión de éxitos de taquilla y varios de los guiones mucho más refulgentes del cine estadounidense. Con Brackett escribió guiones para directivos de la talla de Ernst Lubitsch (La octava mujer de Barba Azul y Ninotchka) o Howard Hawks (Bola de fuego y Nace una canción). Después de vencer como aparato de escritores de comedias, Wilder y Brackett extendieron su colaboración a una relación mucho más angosta que comenzó en 1942, con Wilder como directivo y Brackett como productor, y los 2 como argumentistas. Ese mismo año dirigió su primera película de america, El mayor y la menor, con Ginger Rogers como personaje principal.
Si bien lo había aprendido todo sobre la comedia haciendo un trabajo con Lubitsch, cultivó asimismo otros géneros, como el cine bélico o el drama. Antes de ocuparse de lleno a la comedia y ser reconocido como el digno heredero y sustituto de Lubitsch, Wilder dirigió cintas bélicas, como Cinco tumbas a El Cairo (1943), o policiacas como Perdición (1944), considerada la primera película del cine negro y cuyo razonamiento serviría de guía para multitud de grabes siguientes. Fue interpretada por una seductora Barbara Stanwyck, que, en un inolvidable papel de mujer mortal, arrastra a un sombrío agente de seguros al asesinato, utilizándolo para sus fines y abandonándolo después. También se sintió atraído por temas sociales, sobre los que efectuó 2 películas esenciales: Días sin huella (1945), que fue premiada con los Óscar a la mejor película, mejor directivo y mejor guion, y El enorme carnaval (1951), interpretada por Kirk Douglas. Se atrevió con el género musical en El vals del Emperador (1947, con Bing Crosby y Joan Fontaine), y asimismo con el espionaje, que trató en Berlín Occidente (1948).
De esta primera temporada hay poner énfasis el drama El crepúsculo de los dioses (1950), una amarga y excepcional obra sobre la excelencia y la caída. Joe Gillis, un escritor de guiones sin fortuna, entra en una mansión hollywoodiense que cree dejada para escapar de sus acreedores. Pero próximamente revela que la antaño estrella del cine mudo Norma Desmond vive en ese fantasmagórico rincón, con la única compañía del maestresala Max von Mayerling. Ante su insuficiente coyuntura económica, Gillis admite redactar el guion de Salomé, largometraje con el que la estrella quiere regresar al estrellato, tras años de ostracismo. El largometraje comienza, increíblemente, con el cuerpo de Gillis flotando dentro de la piscina de la mansión. Mediante un flashback, Gillis relata, en off, las situaciones que le llevaron a ese trágico final.
Con la colaboración de Charles Brackett y del asimismo escritor de guiones D. M. Marshman Jr., Billy Wilder realizó esta ácida mirada a la cara mucho más trágica de Hollywood. Para interpretar a Norma Desmond se pensó en Mary Pickford, Mae West y Pola Negri, pero fue por último Gloria Swanson quien aceptó el papel, que supuso su regreso a la enorme pantalla tras nueve años de retiro. En entre las situaciones mucho más emocionantes del largometraje, la Desmond ordena a Joe Gillis (William Holden) a contemplar el largometraje La reina Kelly (1928), comandado por Erich von Stroheim y protagonizado por una Swanson en su máximo esplendor. Considerada de manera unánime la mejor película efectuada sobre el planeta del cine, El crepúsculo de los dioses tuvo no obstante que conformarse con los Oscar al mejor guion, al mejor adornado en blanco y negro y a la mejor banda sonora en largometraje dramático. Realizaron breves visualizaciones el actor y directivo Buster Keaton y el productor Cecil B. De Mille.
En el momento en que rompió su colaboración con Brackett, el amargo cinismo de Wilder se realizó poco a poco más visible. A medida que avanzaba su trayectoria, Billy Wilder fue decantándose por la comedia hasta concretar lo que se conocería como el estilo Wilder, mezcla de la sutileza heredada de Lubitsch y la mirada ácida con que Wilder contempla la vida. En la base de sus comedias está una dura crítica al sistema, a ese modo de vida americano popular como american way of life, al que agrede a través de una fina ironía no exenta de sarcasmo. En la creación de esta manera de llevar a cabo comedia tuvo bastante que ver su frecuente colaboración con el escritor de guiones I. A. Diamond, quien compartía con él una visión crítica de la sociedad.
En 1954 rodó Sabrina, con Audrey Hepburn y un Humphrey Bogart exponiendo su vena cómica. Al año siguiente dirige una comedia rápida, La tentación vive arriba, donde que aprovechó todo el atractivo de una Marilyn Monroe en la cima de su trayectoria. En 1957 dio un nuevo giro en su filmografía para internarse nuevamente en el cine de suspense, creando una pieza maestra de final inesperado, Testigo de cargo, apoyado en las espléndidas interpretaciones de Tyrone Power, Marlene Dietrich y Charles Laughton.
Un par de años después llegaría al cenit de su trayectoria con la irreproducible Con faldas y a lo orate. Obra primordial, la película marca el nacimiento de la novedosa comedia estadounidense, anotada en la tradición de Frank Capra, pero dotada de una destacable acidez crítica. Protagonizada por los actores estadounidenses Jack Lemmon, Tony Curtis y Marilyn Monroe, se composición en 4 enormes bloques, apoyados por un diálogo chispeante. La acción empieza en el invierno de 1929, en el momento en que el saxofonista Joe (Curtis) y el contrabajista Jerry (Lemmon) se ven forzados a huír de Chicago, siendo presentes de las acciones violentas de una banda de gángsters. Huyen en tren hacia Florida y se enrolan en una orquesta femenina, para lo que se hacen pasar por Josephine y Daphne. Bajo esta fachada, Lemmon conquista a un millonario, que no semeja decepcionado al darse cuenta de que es un hombre; se restringe a vocalizar entre las oraciones mucho más insignes del cine: "Absolutamente nadie es especial". Curtis, por su lado, se hace pasar por millonario para apoderarse a la corista que interpreta Marilyn Monroe. La obra sería el origen de los musicales teatrales Sugar (1972) y Some like it hot (1992).
El mayor mérito del polivalente Wilder fue su reelaboración la comedia estadounidense clásico de Capra partiendo de la herencia de Lubitsch. Dotada de un sarcasmo que recuerda a Eric von Stroheim, en el largometraje se suceden ocasiones equívocas que causan entretenidos instantes, pero el modo perfecto de vida americano que exhibe por el momento no es tan idílico; los individuos detallan el pesimismo amargo que Billy Wilder sabe infundirles. La película lanzó a la popularidad al actor Jack Lemmon y contribuyó a gestar el mito de Marilyn Monroe; Wilder fue el único directivo que rodó un par de veces con ella como personaje principal, primero en La tentación vive arriba y después en Con faldas y a lo desquiciado.
En los años siguientes brotarían títulos míticos como El apartamento (1960), quizá su obra mucho más completa, una mezcla de comedia y drama interpretada por Jack Lemmon y Shirley MacLaine que fue premiada con 2 Óscar (mejor película y mejor directivo), o En bandeja de plata, que él definió como una historia de codicia; sin olvidar Un, 2, tres o Irma la dulce. Su última enorme obra fue Primera plana (1974), donde volvió a conjuntar de manera sabia las artes cómicas de Jack Lemmon y Walter Matthau. Le prosiguieron Fedora (1978) y Aquí un amigo (1981), que marcó su despedida del séptimo arte. Tras su retirada recibió multitud de homenajes y premios honoríficos, entre ellos un Óscar de la Academia de Hollywood en 1988 como reconocimiento al grupo de su magistral obra.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de una persona como Billy Wilder, que tuvo su relevancia en un momento concreto de la historia, es imprescindible procurar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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