Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Bernardo de Iriarte es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Bernardo de Iriarte es conocer más acerca de un periodo concreto de la historia del ser humano.
Las biografías y las vidas de personas que, como Bernardo de Iriarte, seducen nuestra atención, tienen que valernos en todo momento como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Bernardo de Iriarte, porqué Bernardo de Iriarte vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(La Orotava, Tenerife, 1735 - Burdeos, 1814) Ilustrado español, sobrino del ilustrado Juan de Iriarte y hermano mayor del fabulista y dramaturgo Tomás de Iriarte. Su actividad en la literatura de españa de la temporada relució mucho más en el aspecto organizativo y también ideológico que en el rigurosamente creativo.
Bernardo de Iriarte ocupó múltiples puestos en la administración en tiempos del conde de Aranda, verdadero promotor de la Ilustración de españa, como el de la Secretaría de Estado (antecedente del presente Ministerio del Interior), una plaza en el Consejo de Indias, la dirección de la Compañía de Filipinas o la secretaría de la embajada de españa en Londres.
Con todo, el mucho más importante de ellos, desde el criterio literario, fue el de directivo de los teatros de los Reales Sitios, para los que efectuó una lista de comedias del XVII que, refundidas, podrían representarse, tal como unas Instrucciones para el desempeño de los estos teatros dirigidas al comisario-corrector de dramas para el teatro de la corte, José Manuel de Ayala, que suponen un archivo de inigualable relevancia, ya que no se mueven en el chato teorético como el popular Informe de Gaspar Melchor de Jovellanos, sino más bien en el de la verdad de unos teatros específicos que se desean prosperar.
El tono de las estas normas recuerda en determinada medida al de erasmistas tan puritanos en materia literaria como Luis Vives o Juan de Valdés. De esta forma, aboga Iriarte por la prohibición de los sainetes por ser ejemplo de malas prácticas, de las comedias de magia y de aquellas con segundas y consecutivas partes que llegaban a constituir genuinas sagas. Iriarte defendió además de esto un método de representar natural y prácticamente verdadera, extraño al histrionismo que semeja que se imponía entre los cómicos y en el gusto del público. En este aspecto, llegó a referirse a la llamada «cuarta pared» que debían sospechar los cómicos entre ellos y el público, término que el naturalismo implantaría en Europa a fines del siglo XIX, a través de teóricos como André Antoine. Tal deseo de realismo se plasma, indudablemente, en la corto obra trágica de su hermano Tomás de Iriarte.
Asimismo tradujo, en 1765, el Tancredo de Metastasio, en la serie de traducciones (cabría mejor decir adaptaciones) de proyectos extranjeras que encargó para los estos teatros. La continuidad con la que los ilustrados apelaron al propio ejemplo en el momento de crear proyectos conformemente con los presuntos preceptos aristotélicos fue tan recurrente como desdichada, ya que prácticamente jamás acompañaban las talentos literarias a las buenas pretenciones y a la deliciosa educación. En la situacion de Bernardo de Iriarte, cabe, cuando menos, darle las gracias dado que se limitase, siendo consciente de sus fuerzas, a traducir entre las proyectos en teoría ejemplares.
Sostuvo correo con individuos tan relevantes en su temporada como Francisco Cabarrús, el mencionado Jovellanos, el conde de Peñaflorida, Juan Meléndez Valdés, Mariano Luis de Urquijo y exactamente el mismo Goya, que lo retrató. Escribió asimismo una Vida de don Juan de Iriarte, su tío y verdadero jefe del clan familiar y artífice de la carrera de sus sobrinos. Fue condecorado con la Cruz de Carlos III. Al final de su historia fue culpado al destierro, lo que hizo en Francia. Falleció en exactamente los mismos años en los que se desarrollaba en España la guerra de la Independencia, que supuso la derrota determinante de los especiales protegidos por los ilustrados, en tantas ocasiones personificados, lamentablemente, en la nación francesa que había invadido la península.
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Sin duda conocer en profundidad a Bernardo de Iriarte es algo que está reservado a pocas personas, y que intentar reconstruir quién y cómo fue la vida de Bernardo de Iriarte es una especie de rompecabezasque probablemente lleguemos a rehacer si cooperamos juntos.
Por eso, si eres de esas personas que confían en que colaborando es posible crear algo mejor, y posees información con respecto a la existencia de Bernardo de Iriarte, o acerca de algún elemento de su personalidad u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de una persona como Bernardo de Iriarte, que detentó su importancia en una época concreta, es imprescindible procurar mostrar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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