Bernardino Nozaleda y Villa

La historia del mundo la escriben las mujeres y hombres quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado queel género humano, de un modo u otro,prospere.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la importancia que atesoró Bernardino Nozaleda y Villa en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Bernardino Nozaleda y Villa, sino que a caso produjo una señal mucho más vasta de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Bernardino Nozaleda y Villa de forma personal.Bernardino Nozaleda y Villa fue uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Bernardino Nozaleda y Villa

(San Andrés de Cuenya, 1844 - Madrid, 1927) Arzobispo y canonista español. Inició su capacitación como dominico en 1860, en el Convento de Ocaña (Toledo), donde estudió filosofía y teología. Desde 1865 dio clases de filosofía en exactamente el mismo, hasta el momento en que en 1873 marchó a las islas Filipinas.

En la Universidad de Santo Tomás de Manila, regida por su orden, se doctoró primero en filosofía (1874) y después en derecho canónico (1875). En esta Universidad fue catedrático de Cánones, al paso que desempeñó consecutivamente otros cargos: prior del Convento de Santo Domingo de exactamente la misma localidad (1876-1878), predicador general y vicerrector de la Universidad (1881-1885), definidor de su Capítulo General y rector del Colegio de San Juan de Letrán (1886-1889).

En mayo de 1889 fue nombrado Arzobispo de Manila por el papa León XIII, si bien antes de ejercer su tarea hubo de ser consagrado obispo por el cardenal Ceferino González, el año siguiente en Oviedo; entró en su diócesis en 1891. Buen pastor y con amplia y extensa dedicación dadivosa, fue testigo de la rebelión filipina de 1898 y de la separación del archipiélago de España. Había ayudado a parar una primera rebelión, y después dirigió múltiples cartas pastorales a los filipinos en las que aconsejaba tranquilidad.

A lo largo del asedio de Manila fue presidente de la Junta Civil, cooperando activamente en su defensa con el empleo de sus iglesias y recursos; en el momento en que la localidad fue tomada por los rebeldes y las fuerzas estadounidenses, Nozaleda se ocupó de mediar frente a los Estados Unidos para administrar el salve y repatriación de los presos españoles.

Preso de los norteamericanos a la caída de Manila en el mes de agosto de 1898, no ha podido en los primeros instantes de la independencia de Filipinas ejercer su tarea pastoral, además de esto su mismo puesto era respondido por Apolinario Mabini, asesor del líder filipino Emilio Aguinaldo. En enero de 1900 recibió al encargado apostólico de la Santa Sede, Placide Chapelle, arzobispo de Nueva Orléans, al que manifestó su oposición a que los curas filipinos ocupasen las sedes episcopales del país.

Ahora viajó en lo personal a Roma para reportar al Papa León XIII de su tarea pastoral y de la situación religiosa de las Filipinas, y presentó su renuncia al arzobispado; no obstante, no le fue admitida hasta febrero de 1902, sin aceptarse su deseo de retirarse a un convento.

Volvió a España y por año siguiente el Partido Conservador le ha propuesto para arzobispo de Valencia; no obstante, no deseó el ascenso por las graves acusaciones de antipatriotismo que conjuntos liberales radicales, en el Congreso y en los diarios, dirigieron contra él. Su defensa en el Congreso fue asumida por Antonio Maura en 1904, mientras que Nozaleda publicaba Defensa obligada. Encontrado libre de toda culpa, se retiró al convento dominico de Ávila y después a una vivienda de Madrid, donde murió tras haber rechazado nuevos ofrecimientos de ocupar sedes arzobispales. Su cuerpo fue movido a Ocaña, y se le sepultó al lado del del Cardenal Ceferino González.

Colabora para ampliar la biografía de Bernardino Nozaleda y Villa

¿Qué juicio te merece la vida de Bernardino Nozaleda y Villa? ¿Has encontrado todo aquello que pensabas que ibas a hallar?

Es cierto que llegar a comprender a Bernardino Nozaleda y Villa es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que pretender recomponer quién y cómo fue la vida de Bernardino Nozaleda y Villa es una especie de rompecabezasque a lo mejor podamos reconstruir si colaboramos conjuntamente.

A causa de esto, si eres de aquellos que confían en que de modo colaborativo se puede hacer algo mejor, y tienes información sobre la vida de Bernardino Nozaleda y Villa, o en relación con algún característica de su figura u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.

Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de un ser como Bernardino Nozaleda y Villa, que poseyó su significación en una época determinada, es indispensable procurar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

Sin dudarlo, contacta con nosotros para narrarnos qué conocimientos tienes tú sobre Bernardino Nozaleda y Villa. Estaremos complacidos de completar esta biografía con más información.