Bartolomeu Dias

La historia de la civilización la narran aquellos hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado quela humanidad, de un modo u otro,prospere.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que detentó Bartolomeu Dias en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo mientras estuvo en la tierra fue determinante no sólo para aquellas personas que trataron a Bartolomeu Dias, sino que quizá legó una señal mucho más insondable de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Bartolomeu Dias de forma personal.Bartolomeu Dias ha sido un ser humano que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Bartolomeu Dias, cautivan nuestra curiosidad, tienen que servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Bartolomeu Dias, el motivo por el cual Bartolomeu Dias vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Bartolomeu Dias

(Bartolomeu Dias de Novaes, llamado Bartolomé Díaz por los españoles; ?, hacia 1450 - cerca del cabo de Buena Esperanza, 1500) Navegante portugués que dobló por vez primera el cabo de Buena Esperanza, mejorando de esta manera el sendero a la determinante expedición de Vasco da Gama (1497-1499), que llegaría hasta la India y supondría la apertura de una exclusiva ruta comercial entre Europa y Asia.

Descendiente de Dinis Dias, investigador de Cabo Verde, Bartolomeu Dias efectuó en 1487-88 un viaje a la costa africana por encargo de Juan II de Portugal, en busca del mítico Preste Juan y de otras novedades traídas por precedentes expediciones portuguesas; sin poder esos objetivos, el viaje recorrió la costa occidental de África hasta plegar el cabo de Buena Esperanza, que llamó «Cabo de las Tormentas» por haberle asaltado allí una horrible. Dias (que de entrada no se percató de esto) había descubierto el paso marítimo entre el océano Atlántico y el Índico por el sur de África. Regresó a Portugal presionado por el descontento de su tripulación, sin haberse adentrado a examinar el nuevo Océano ni sus costas. En lo sucesivo, no obstante, su trayectoria rechazó, al elegir el rey a otros nautas, como Vasco da Gama y Cabral, en cuyos viajes figuró Dias como subordinado. Navegando con Cabral participó en el hallazgo del Brasil (1500) y desapareció a lo largo de una tormenta en el cabo de Buena Esperanza (que él mismo había descubierto 12 años antes y que había recibido ahora ese nombre por orden de Juan II).

A lo largo de la segunda mitad del siglo XV los nautas portugueses hicieron múltiples intentos de lograr el radical sur de África, con la intención de localizar una ruta que les llevara hasta la India y sus condimentas; era exactamente el mismo propósito que perseguía Cristóbal Colón: lograr la India pero atravesando el Atlántico en vez de costear África, intento que llevaría al hallazgo de América. Bartolomeu Dias procedía de una familia de marineros, y antes de arrancar la definitiva expedición que cruzaría el cabo de Buena Esperanza había ahora tomado parte en varias expediciones, como el viaje por la costa africana que inició en 1481.

La expedición que le daría popularidad empezó en 1487, en el momento en que recibió la orden del rey Juan II de andar por el litoral africano tan al sur como fuera viable y conocer si África se encontraba unida a la India, como planteaba el geógrafo Ptolomeo, o era un conjunto de naciones sin dependencia. Se trataba de la culminación de los preparativos del difunto Enrique el Navegante. Y se encontraba en juego el control del comercio de condimentas.

La flotilla de tres navíos con la que Bartolomeu Dias se dispuso a llegar hasta el límite sur de África para entrar a la India partió de Lisboa en el verano de 1487. A pesar de ser una fuerza muy achicada, su comandante había tomado las cautelas primordiales a fin de que la expedición tuviera éxito. Una de las tres naves se encontraba destinada de forma exclusiva al transporte de víveres para tener garantizado su abastecimiento, y había reclutado como intérpretes a múltiples originarios de la costa africana. Los expedicionarios navegaron con rumbo sur, como habían hecho sus precursores, y, tras dejar el buque con los recursos en la costa de Guinea, siguieron su navegación decididos a hallar el paso que les dejase entrar a la India.

Entre los hechos mucho más curiosos de esta exploración es que Bartolomeu Dias y sus hombres no se percataron actualmente en que superaban el cabo de Buena Esperanza y ingresaban en el océano Índico. Una fuerte tormenta sorprendió ámbas naves, y cruzaron el mítico rincón mientras que se discutían contra la fuerza de los vientos y la mar. Una vez salvado el temporal, Dias procuró la costa explorando hacia el este, como había hecho siempre y en todo momento, pero esta vez no halló tierra y cambió el rumbo hacia el norte. El 3 de febrero de 1488 arribó a una bahía, a la que puso el nombre de bahía 2 Vaqueiros.

Hostigado por los originarios, Dias dio la orden de izar anclas y andar hacia el este siguiendo la costa, pero a los pocos días su tripulación se negó a continuar adelante y no hubo forma de hallar que continuara. Bartolomeu Dias decidió entonces arrancar el viaje de vuelta, pero antes forzó a la tripulación a firmar un archivo en el que se exculpaba al comandante de la expedición de la compromiso de no haber seguido hasta la India. Dias era muy siendo consciente de que el enfado del rey por no haber aprovechado tal ocasión para abrir la ruta de las condimentas podía poner en riesgo su trayectoria. En el viaje de vuelta, Dias divisó el cabo de Buena Esperanza, con lo que se persuadió de que había logrado sobrepasar el radical sur de África. Con esta satisfacción regresó a Portugal, llegando a Lisboa en el mes de diciembre de 1488.

En los años siguientes, Bartolomeu Dias continuó relacionado a la exploración naval. En 1494 se ocupó de elaborar la flota que habría de llevar a Vasco da Gama hasta la India y navegó él mismo hasta Cabo Verde, en la costa africana, donde estableció un puesto adelantado para el comercio. Años después, en 1500, Dias se unió como capitán de entre los navíos a la expedición de Pedro Álvares Cabral, con destino a la India. Los vientos desviaron a la flota hacia el oeste, y los portugueses terminaron recalando en la costa de Brasil, en América. Un mes después, la flota volvió a zarpar con rumbo este, cruzó el Atlántico y se dispuso a flanquear el cabo de Buena Esperanza. Sin embargo, próximamente se vieron envueltos en una horrible tormenta que hundió múltiples naves, entre ellas, la de Bartolomeu Dias, que murió en las aguas.

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