La historia de la civilización está escrita por las mujeres y hombres quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela civilización, de un modo u otro,prospere.
Ya sea inspirando a más personas o siendo una pieza esencial de la acción. Barbra Streisand es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Barbra Streisand es comprender más acerca de una época concreta de la historia del ser humano.
Comprender las luces y las sombras de las personas relevantes como Barbra Streisand, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa fundamental para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Barbra Streisand, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Barbra Streisand, gentes a quienes de de una forma u otra Barbra Streisand influenció, y desde luego, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Barbra Streisand.
Vida y Biografía de Barbra Streisand
(Barbase Joan Streisand, Nueva York, 1942) Cantante, actriz y directora estadounidense. Tras hallar cierto reconocimiento como artista, comenzó en Broadway en un musical que no tuvo éxito; pero ella se transformó en el centro del espectáculo por su forma de cantar y sus payasadas. Ganó el premio de la crítica de Nueva York y fue catapultada al estrellato prácticamente de un día para otro. Inmensamente habitual, compensó la imperfección de su rostro con una voz vibrante y un magnetismo entusiasta. Cuando en 1968 logró su debut en el cine, se encontraba ahora atrincherada en la cima de la industria del espectáculo estadounidense. Se probó a sí que podía ejercer idéntico dominio en el medio cinematográfico que en el teatral y el discográfico y ganó un Oscar por Funny Girl (1968). A pesar de la mediocridad de la mayor parte de sus automóviles de los años 70, continuó siendo entre las mayores atracciones de la taquilla. En 1977 consiguió el Oscar por la composición de Evergreen, la canción de Ha nacido una estrella. En los años 80 se pasó a la dirección, y se dirigió a sí en Yentl (1983) y El príncipe de las mareas (1991), película que consiguió múltiples nominaciones al Oscar.
Hija de un intelectual estudioso de Shakespeare, Ibsen y Chéjov, Barbra Streisand se quedó huérfana en el momento en que solo tenía quince meses. La figura del padre que jamás llegó a saber (y al que dedicaría el largometraje Yentl) estaría siempre y en todo momento que se encuentra en su carácter y en su trayectoria. Streisand estudió en el Erasmus Hall High School y empezó a trabajar prontísimo desempeñando toda clase de oficios, hasta el momento en que un día se trasladó desde Brooklyn a Greenwich Village, donde le aguardaba una exclusiva vida. El Club Lion citaba un certamen de canto, en el que Streisand participó y ganó el premio: cincuenta dólares estadounidenses.
A partir de entonces, y a lo largo de un par de años, actuó en locales nocturnos al unísono que se iba aproximando de a poco al teatro. En 1961 comenzó en Broadway; los éxitos se sucedieron y alcanzó reconocimiento con la obra I perro get it for you wholesale, donde trabajó al lado de Elliot Gould, que tras un año se transformó en su marido. Pero el teatro no fue bastante. Al mismo tiempo que salían sus álbumes, apareció en programas de televisión y radio y el público se descubrió frente su voz.
El 13 de enero de 1964 se festejó en Boston la primera representación de Funny Girl, la obra que la lanzó al estrellato: un par de meses tras su estreno, las representaciones se trasladaron al Winter Garden de Nueva York. Por esa época tenía su programa de televisión, My name is Barbra, por el que ganó múltiples Emmy. A éstos se les sumó, a fines de los 70, el Tony particular que le fue concedido por sus actuaciones en Broadway. Para entonces, el presidente John Kennedy ahora la había invitado a cenar en la Casa Blanca, y cobraba tanto como Frank Sinatra. Barbra Streisand se encontraba a puntito de saltar a la pantalla grande.
Su actividad cinematográfica fue muy peculiar. A pesar de no ser una enorme actriz y de contar en su filmografía con genuinos fiascos como Ha nacido una estrella (1976) o Combate de fondo (1979), el público la adoraba; englobaba muchos campos que tenía entusiastas en todos y cada uno de los frentes. Con su primera película, la versión cinematográfica de Funny Girl (1968), logró un Oscar. Cobró 90 millones por la segunda, Hello Dolly (1969), y trabajó a las órdenes de William Wyler, Vincente Minnelli, Gene Kelly, Herbert Ross, Peter Bodganovich o Sidney Pollack, al paso que fundaba su productora, Bar-Wood Largos. Otras películas en que participó como actriz fueron La gata y el búho (1970), ¿Qué me pasa, doctor? (1971), Tal como éramos (1973), ¿Qué demonios pasa aquí? (1974), Toda la noche (1981) y Loca (1987).
Cuando a fines de los años setenta se percató de que su trayectoria cinematográfica no se aproximaba ni remotamente a la musical, comenzó a acariciar la iniciativa de regentar. Su primer emprendimiento, que iba a titular The Woman, jamás se realizó. Pero tres años después, en 1983, se embarcó en un musical que protagonizó, dirigió y coprodujo: Yentl, la crónica de una chavala judía que debe de hacerse pasar por un hombre para lograr estudiar el Talmud. La experiencia, que puso de pie a cientos de fanes protestando por no haber conseguido ninguna nominación, la logró reiterar en 1991, en esta ocasión sin canciones, con El príncipe de las mareas, que asimismo protagonizó. En El amor tiene 2 caras (1995), al lado de Jeff Bridges, salvó a una espléndida Lauren Bacall, que logró una nominación como mejor actriz secundaria, si bien no la estatuilla. Posteriormente causó para la televisión Rescuers-Storys of Courage-Two Women (1997) y The Long Island Incident (1998), y para el cine el reportaje City at Peace (1998), de S. Koch.
Problemática pero irreprimible, segura de su aptitud, refulgente y tenaz, Barbra Streisand almacena en su biografía multitud de anécdotas: el perfil que jamás deseó retocarse, el nombre falso (Angelina Scarangella) con el que actuaba en locales gais o visto que Omar Sharif se encontrase en la lista negra de los árabes por haber besado a una judía en Funny Girl. Aun habiendo ahora pasado sus años mucho más gloriosos, Barbra Streisand prosiguió siendo un personaje y cosechando éxitos y simpatías.
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