Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo parte de la actuación. Bárbara de Braganza es uno de esos seres humanos cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Bárbara de Braganza es conocer más acerca de un periodo concreto de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la importancia que atesoró Bárbara de Braganza en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para las personas que conocieron a Bárbara de Braganza, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más profunda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Bárbara de Braganza en persona.Bárbara de Braganza ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Bárbara de Braganza, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Bárbara de Braganza, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Bárbara de Braganza, gentes a quienes de de una forma u otra Bárbara de Braganza influenció, y indudablemente, entender y comprender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Bárbara de Braganza.
Las biografías y las vidas de personas que, como Bárbara de Braganza, cautivan nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Bárbara de Braganza, porqué Bárbara de Braganza vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Lisboa, 1711 - Madrid, 1758) Reina de España (1746-1758). Hija de Juan V y María Ana, reyes de Portugal, recibió una sólida capacitación cultural en la corte portuguesa. Como resultado de un convenio entre España y Portugal designado a hacer mas fuerte las relaciones entre la corona de españa y portuguesa, en 1729 contrajo matrimonio con el entonces príncipe Fernando, designado a reinar como Fernando VI.
El primer acercamiento entre los futuros reyes de España sucedió en la frontera hispano-portuguesa y no semeja que la impresión inicial de la joven pareja (él tenía 16 años y ella 18) fuera muy entusiasta. Como detallan sus retratos menos idealizados, Bárbara de Braganza era poco afortunada. Una despiadado sátira la calificaba de "fea, gordita y con viruela". La salvaba el porte gentil y majestuoso, que todos coincidían en loar. Sin embargo, era una muchacha benevolente, piadosa, capaz, de fina sensibilidad y muy letrada. Hablaba múltiples lenguajes y era muy apasionada a la lectura y más que nada a la música, siendo una increíble intérprete de clavicémbalo y una música prudentemente hábil, digna pupila, por su buen gusto musical, de su profesor Domenico Scarlatti. Doña Bárbara era un importante exponente del prominente nivel artístico y cultural que había alcanzado la corte portuguesa de Juan V.
Tampoco el futuro Fernando VI sobresalía en galanura y prestancia. Cuarto y último hijo de Felipe V y de su primera mujer María Luisa Gabriela de Saboya, se había quedado huérfano de madre a los cinco meses y había crecido retraído y solitario. De estatura mediana, tirando a bajo, mucho más bien robusto, tenía una personalidad poco refulgente, era excesivamente tímido, y había recibido la melancolía de su padre como una pesada herencia que le llevaría hasta la disparidad. Pero era un hombre responsable con sus deberes, de carácter recto, lleno de buenas pretenciones y con sinceridad preocupado por el confort de sus súbditos. Nada belicoso ni militarista, su temperamento pacífico lo inclinaría a sostener a su reino lejos de guerras y enfrentamientos. Con un enorme sentido de la dignidad real, si bien sin demasiadas talentos ni enorme intención, sabría ser un óptimo monarca y escoger con acierto a sus ministros.
Más allá de los perjudiciales pronósticos iniciales, la joven pareja llegó prontísimo a una compenetración plena, primero personalmente y después, a lo largo de su reinado, en lo político. Marginados completamente por Isabel de Farnesio a lo largo del reinado de Felipe V, pese a ser los herederos, al entrar al trono supieron enseñar solidez, separando del gobierno toda predominación de la reina viuda, retirada en La Granja. Bárbara de Braganza supo ganarse el cariño y la seguridad de su marido, alcanzando un enorme ascendente sobre su ánimo, y don Fernando le correspondió con enorme aprecio y lealtad a lo largo de los 29 años de vida conyugal. Ambos cónyuges vivieron siempre y en todo momento en la mayor armonía y la novedosa reina logró que su marido compartiese con ella tanto las responsabilidades del gobierno como el cariño por la música.
Si en tiempos de Felipe V la música había ocupado un puesto esencial en la corte, con la novedosa pareja real comienza, desde 1746, "el reinado de los melómanos". Siguiendo la tradición de patronazgo regio de nuestra monarquía de españa y el señalado ejemplo de Juan V de Portugal, la corte de Fernando VI y Bárbara de Braganza se preocupó por el avance cultural. Las opciones de la reina, secundada por el rey, iban precisamente dirigidas hacia la música, hacia su amado y admirado profesor Scarlatti, que componía sin cesar una secuencia de muy, muy bellas sonatas con destino a su regia acólita, y asimismo hacia el artista de ópera Farinelli, que alcanzó una encumbrada situación en la corte, actuando como un auténtico profesor de liturgias, mostrándose siempre y en todo momento muy leal a los reyes y siendo retribuido con el hábito de la Orden de Calatrava.
Farinelli incrementó todavía mucho más su popularidad y su predominación encargándose de ordenar, para diversión de los reyes y de los cortesanos, fiestas recordables, temporadas de ópera italiana en el palacio del Buen Retiro y paseos en barca, amenizados con música, por el río Tajo en los jardines del Real Sitio de Aranjuez. La ópera se transformó en la distracción más especial de la corte. También la música religiosa alcanzó una elevada cuenta. Bárbara de Braganza, tan religiosa como melómana, se preocupó bastante de la capilla real y por el coro de pequeños cantores, construyendo ella misma una Salve y cuidándose en lo personal del esplendor de las celebraciones religiosas. El fallecimiento en 1758 de Bárbara de Braganza afectó intensamente a Fernando VI, que dejó de lado completamente sus obligaciones de gobierno y se retiró al castillo de Villaviciosa de Odón, donde murió una año después.
¿Qué juicio te merece la crónica de la vida de Bárbara de Braganza? ¿Has podido leer toda aquella información que pensabas que ibas a encontrar?
Evidentemente llegar a comprender a Bárbara de Braganza es algo que se reserva a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Bárbara de Braganza es una especie de puzzleque con toda probabilidad logremos reconstruir si cooperamos todos juntos.
Por ese motivo, si eres de las personas que confían en que de forma colaborativa es posible hacer algo mejor, y posees información en relación con la vida de Bárbara de Braganza, o en relación con algún peculiaridad de su persona u creación que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente esenciales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de una persona como Bárbara de Braganza, que tuvo su importancia en una época determinada, es imprescindible intentar mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para relatarnos qué sabes tú acerca de Bárbara de Braganza. Estaremos ilusionados de completar esta biografía con más información.