Ban Ki-moon

La historia de las civilizaciones la escriben aquellos hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado queel mundo, de un modo u otro,prospere.

Ya sea inspirando a otros o tomando parte de la acción. Ban Ki-moon es una de las personas cuya vida, realmente, merece nuestro interés debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Ban Ki-moon es comprender más acerca de periodo preciso de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que tuvo Ban Ki-moon en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo mientras permaneció en el mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Ban Ki-moon, sino que a lo mejor legó una señal mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Ban Ki-moon de modo personal.Ban Ki-moon fue una de esas personas que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Ban Ki-moon, cautivan nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Ban Ki-moon, el motivo por qué Ban Ki-moon vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Ban Ki-moon

(Ch’ongju, 1944) Diplomático surcoreano, secretario general de la ONU desde 2007. Nacido en el seno de una familia de labradores acomodados, en el momento en que estudiaba el bachillerato en Seúl ganó un certamen de dominio de la lengua inglesa, ordenado por la Cruz Roja estadounidense, y recibió como premio un viaje de estudios por Estados Unidos. Estuvo en Washington y fue recibido en la Casa Blanca por el presidente John F. Kennedy en 1962. Según sus afirmaciones, de esa época data su estable resolución de continuar la carrera diplomática.

Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de Seúl, donde consiguió una licenciatura en 1970. El mismo año ingresó en el cuerpo diplomático y prestó servicio en las embajadas de Nueva Delhi y Washington. Para progresar su currículo radicó a lo largo de múltiples años en Estados Unidos y logró un máster de administración pública por la Escuela de Gobierno John Kennedy, de la Universidad de Harvard, en 1985.

Si bien no es un producto habitual del sistema de gobernantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como lo fue su precursor Kofi Annan, Ban Ki-moon tiene a sus espaldas treinta y seis años de carrera diplomática y consagró mucho más de diez a la institución en todo el mundo en distintos realizados. Desempeñó el cargo de primer secretario de la misión de observación de la República de Corea antes que ésta fuera integrante de pleno derecho gracias a los inconvenientes planteados por la presencia de los 2 Estados coreanos, que no ingresaron en la ONU hasta 1991.

Fue directivo general de Asuntos Norteamericanos en el Ministerio de Asuntos Exteriores (1990-1992), primer secretario solicitado del protocolo de la Casa Azul (vivienda de los amos de Estado surcoreanos) y asesor diplomático y de Defensa Nacional con el presidente Kim Young-sam (1993-1998). Durante su administración como embajador de la República de Corea en Viena (1998-2000) fue escogido presidente de la comisión preparatoria del tratado en todo el mundo que prohibió todas y cada una de las pruebas nucleares, en 1999.

Viceprimer ministro de Asuntos Exteriores desde 2000, solicitado de la Planificación Política y las Organizaciones Internacionales, fue destituido en 2001, pero en el instante designado jefe del Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, Han Seung-soo, en el momento en que éste encabezó la Asamblea General de la ONU, en la sesión de forma anual que empezó en el mes de septiembre de 2001. Promovió la aprobación por los 189 Estados integrantes de una resolución que condenaba los atentados del 11-S en Nueva York y Washington, con lo que se granjeó las simpatías y el agradecimiento de Estados Unidos. La experiencia conseguida a lo largo de ese año en la ONU, al mucho más prominente nivel, le sirvió bastante en su campaña para la Secretaría General.

Durante su desempeño diplomático participó en prácticamente todos los temas referentes a las bien difíciles relaciones intercoreanas. Fue vicepresidente (1992) de la Comisión Conjunta de Control Nuclear después de que ámbas Coreas firmasen una solemne declaración para sostener la península ajeno de las armas nucleares. También participó desde 2003 en las diálogos de las seis potencias (Estados Unidos, China, Japón, Rusia, República Democrática Popular de Corea y República de Corea) que tenían el propósito fallido de que el régimen de P’yongyang renunciara a dotarse de armas nucleares.

Nombrado ministro de Asuntos Exteriores en el primer mes del año de 2004, su mayor preocupación prosiguió siendo la ambición nuclear de la República Democrática Popular de Corea. Como defensor de la intervención de Estados Unidos en Iraq, tras el rapto y asesinato de un coreano en Iraq (en el mes de junio de 2004) deseó enseñar la dimisión, pero le disuadió el presidente, Roh Moo-hyun. Se desmarcó de la situación estadounidense, conveniente a la imposición de sanciones contra la República Democrática Popular de Corea, y preconizó la continuidad del esfuerzo diplomático.

En febrero de 2006, tras asegurarse el respaldo sutil de Washington y el mucho más abierto de Pekín, Ban Ki-moon presentó su candidatura para ocurrir a Kofi Annan en el cargo de secretario general de la ONU, en tanto que la regla no redactada de rotación por continentes favorecía a un asiático. Obtuvo el más destacable resultado de todos y cada uno de los aspirantes en los 4 escrutinios informales organizados por el Consejo de Seguridad, el 7 de julio, el 14 y el 28 de septiembre y el 2 de octubre. Lo más esencial, no obstante, es que no recibió ningún voto negativo de los cinco integrantes permanentes con derecho de veto (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia). Su mucho más directo contrincante, Shashi Tharoor, de Malaysia, funcionario de las Naciones Unidas, retiró su candidatura.

En la votación conmemorada el 2 de octubre, Ban Ki-moon consiguió 14 votos convenientes y una abstención (la de Japón). El 9 de octubre, el Consejo de Seguridad le designó para proponerlo de manera oficial a la Asamblea General de la ONU, según lo predeterminado en la Carta fundacional. Cuatro días después, el 13 de octubre, la Asamblea General adoptó una resolución, por aclamación de sus 192 integrantes, eligiéndole secretario general, cargo del que tomaría posesión el 1 de enero de 2007. Sería el segundo asiático, tras el birmano U Thant (1961-1971), que accedería al cargo “mucho más irrealizable del mundo”, según lo definió el primero en ejercerlo, el noruego Trygve Lie.

Sustituto de Kofi Annan

En el fondo, Ban Ki-moon prometía el cambio en la continuidad. Tras expresar “un profundo respeto” por su precursor Kofi Annan, defendió un programa terminado de reforma de la institución, como deseaba Estados Unidos, el primordial contribuyente del presupuesto. “En lo personal tengo una enorme fe en la ONU -aseguró-, pero debemos reformar esta organización sexagenaria para hacerla mucho más pertinente y mucho más eficiente.” Su orden es de cinco años renovables.

Por su nacionalidad, Ban Ki-moon reclamaba “una relación particular” con la ONU, sellada por la sanguinolenta guerra de Corea (1950-1953), que fue, según él, “la primera prueba de la seguridad colectiva” en que se basa la organización. La República de Corea fue ayudada entonces por tropas internacionales bajo la bandera de la ONU para realizar en frente de la agresión de la República Democrática Popular de Corea con el certamen de China y la bendición de la Unión Soviética. La península coreana es el único territorio nacional que continúa dividido desde la Guerra Fría.

Elogiado por todo el planeta como un enorme trabajador y por su sentido del equilibrio, negociador experimentado, metódico y estable en sus convicciones, Ban Ki-moon “no posee ningún enemigo”, según la opinión dominante en la sede de la ONU mientras que se desarrollaba el desarrollo de su decisión. Próximo a Estados Unidos en las cuestiones de Iraq y de la reforma de la ONU, se distanciaba, no obstante, por su respaldo inequívoco de la Corte Penal En todo el mundo. Pese a que su decisión coincidió prácticamente con la prueba nuclear llevada a cabo por los norcoreanos el 9 de octubre, prosiguió abogando por la vía diplomática para solucionar la crisis.

En su primera charla de prensa, Ban Ki-moon se declaró presto a viajar a P’yongyang “para argumentar a los norcoreanos lo que tienen que realizar en relación integrantes causantes de la red social en todo el mundo”. En lo concerniente a la proliferación nuclear, añadió: “Pertence a las mucho más enormes amenazas con que tienen que confrontar la red social en todo el mundo y las Naciones Unidas”. Sobre las ambiciones de Irán, precisó: “El empleo pacífico de la energía nuclear no es sin condiciones, puesto que está sometido al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), y el Gobierno iraní no convenció bastante a la red social en todo el mundo de sus pretenciones pacíficas”.

Ban Ki-moon está casado con una compañera de estudios de bachillerato, Yoo Soon-taek, con la que tuvo un hijo y 2 hijas. Se considera un católico sin confesión concreta, en relación integrante del Movimiento sin Iglesia, fundado por Uchimura Kanzo, que se extendió por Corea en la década de 1920. Los integrantes de este movimiento, en su mayor parte intelectuales, hacen de los evangelios una fuente de inspiración para su historia pública y privada. Su divisa reza: “Un diplomático es un trabajador”.

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Debido a esto, si eres de aquellos que confían en que colaborando es posible crear algo mejor, y conservas información en relación con la biografía de Ban Ki-moon, o acerca de algún aspecto de su figura u obra que no se observe en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de un ser como Ban Ki-moon, que tuvo su relevancia en un momento concreto de la historia, es vital intentar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

Sin dudarlo, contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos tienes tú sobre Ban Ki-moon. Estaremos complacidos de perfilar esta biografía con más información.