Ya sea inspirando a otros o tomando parte de la acción. Baltasar Gracián es uno de esos sujetos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Baltasar Gracián es comprender más acerca de un periodo concreto de la historia del ser humano.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Baltasar Gracián, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo básica para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Baltasar Gracián, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Baltasar Gracián, gentes a quienes de un modo u otro Baltasar Gracián influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Baltasar Gracián.
Las biografías y las vidas de personas que, como Baltasar Gracián, atraen nuestra curiosidad, deben ayudarnos siempre como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Baltasar Gracián, porqué Baltasar Gracián vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma implacable, la historia.
(Baltasar Gracián y Morales; Belmonte de Calatayud, España, 1601 - Tarazona, id., 1658) Escritor y jesuita español. Hijo de un funcionario, Baltasar Gracián estudió en un instituto jesuita de Calatayud y en la Universidad de Huesca, tras lo que ingresó, en 1619, en la Compañía de Jesús, probablemente en Tarragona, donde estaba el noviciado de la provincia.
Se tiene escasa información sobre su historia entre esta fecha y 1635, año de su ordenación sacerdotal. Se sabe que en 1628 estaba en el instituto de Calatayud, donde es presumible que ejercitara como enseñante, y que su posterior paso por el instituto de Huesca le dejó tomar contacto con medios muy cultos. Dotado de enorme sabiduría y de una elocuencia al unísono rica y impoluta, desde 1637 se dedicó en única a la predicación.
En Zaragoza fue nombrado confesor del virrey Nochera, a quien acompañó a Madrid, donde radicó por un par de veces entre 1640 y 1641, con lo que frecuentó la corte y trabó amistad con el célebre poeta Hurtado de Mendoza. Después de una corta estancia en Navarra con el virrey, los dos se dirigieron a Cataluña para sofocar la revuelta. En 1642, Nochera murió ferozmente a consecuencia de su oposición a la sañuda política represiva que había adoptado la Corona en Cataluña.
Ejercitó por un tiempo de secretario de Felipe IV, tras lo que fue enviado, en parte como castigo de la Compañía por sus ideas y escritos, a batallar contra los franceses en el ubicación de Lérida (1646). Su obra mucho más famosa, El criticón, apareció en 1651, firmada por García de Marlones, anagrama de su nombre; tal disimulo no ha podido eludir el agravamiento de sus inconvenientes con la Compañía de Jesús, que le aplicó una sanción ejemplar. Poco después se trasladó a Zaragoza como catedrático de la Universidad. En 1650 había comenzado a elaborar El comulgatorio (anunciado con su apellido en 1655), obra que entiende cincuenta meditaciones para la comunión y forma una importante exhibe de oratoria culterana.
De carácter orgulloso y también vehemente, y, más que nada, considerablemente más hombre de letras que espiritual, Gracián optó por desobedecer nuevamente a la jerarquía y publicó las partes segunda y tercera de El criticón (1653 y 1657), bajo el nombre de su hermano, Lorenzo de Gracián. El segundo volumen no le costó mucho más que una exclusiva amonestación de los jesuitas, pero la aparición del tercero supuso su caída en desgracia. El padre Piquer, rector del instituto jesuita de Zaragoza, lo castigó a ayuno de pan y agua, y, tras desposeerle de la cátedra que ostentaba, lo desterró a Graus. El mismo año de 1657 apareció la Crítica de reflexión, violento alegato contra él, firmado por un creador levantino. Parcialmente rehabilitado, se instaló en Tarazona, donde su solicitud de entrar en una orden monástica le fue rechazada por la Compañía.
La concepción fatalista sobre el hombre y el planeta se destaca en sus primeras proyectos: El héroe (1637), El sutil (1646) y Oráculo manual y arte de prudencia (1647), en las que da consejos sobre la mejor forma de vencer. Considerado el más destacable ejemplo del conceptismo, el estilo de Gracián, como el de Francisco de Quevedo, se recrea en los juegos con las palabras y los dobles sentidos. En Agudeza y arte de talento (1648) teorizó en relación al valor del talento y sobre los «conceptos», que él comprende como el lugar de relaciones inesperadas entre elementos supuestamente dispares; el libro se transformó en el código de la vida literaria de españa del siglo XVII y ejercitó una perdurable predominación mediante pensadores como François La Rochefoucauld o Arthur Schopenhauer.
La obra cima de su producción literaria, El criticón, inicia el ambicioso emprendimiento de prestar una amplia y extensa visión alegórica de la vida humana en forma novelada. Sus 2 personajes principales, Andrenio y Critilo, son símbolos, respectivamente, de la Naturaleza y la Cultura, de los impulsos espontáneos y de la reflexión sensato. Como Gracián una parte del supuesto barroco de que la Naturaleza es imperfecta, Critilo es quien salva a Andrenio de las asechanzas de todo el mundo y lo conduce entonces a la isla de la Inmortalidad, mediante una secuencia de sitios alegóricos.
¿Qué juicio te merece la vida de Baltasar Gracián? ¿Has hallado la información que esperabas encontrar?
Obviamente conocer en profundidad a Baltasar Gracián es algo que está reservado a muy pocas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Baltasar Gracián es una especie de rompecabezasque posiblemente alcancemos a rehacer si contribuimos todos juntos.
A causa de esto, si eres de esas personas que confían en que de forma colaborativa se puede elaborar algo mejor, y posees información sobre la existencia de Baltasar Gracián, o con respecto a algún particularidad de su figura u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Baltasar Gracián, que detentó su relevancia en un momento concreto de la historia, es imprescindible procurar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
contacta con nosotros para referirnos qué conoces con respecto a Baltasar Gracián. Estaremos encantados de completar esta biografía con más información.