Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que atesoró Baldomero Fernández Moreno en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para quienes trataron a Baldomero Fernández Moreno, sino que posiblemente legó una huella mucho más honda de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Baldomero Fernández Moreno de modo personal.Baldomero Fernández Moreno fue una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Vida y Biografía de Baldomero Fernández Moreno
(Buenos Aires, 1886 - 1950) Poeta argentino considerado entre los mucho más esenciales exponentes de la corriente o inclinación llamada sencillismo. Hijo de progenitores españoles, vivió unos años en España, donde estudió humanidades. En 1899 regresó a Argentina y también inició un retardado estudio literario, al unísono que avanzó y concluyó sus estudios de medicina, profesión que ejercitó paralelamente a su vocación poética. Fue colaborador en periódicos y gacetas, consiguió el Premio Nacional y el Municipal de Literatura y fue integrante de la Academia Argentina de Letras.
Fernández Moreno dio su versión de una poesía ciudadana y porteña; con su primer libro, Las iniciales del misal (1915), obra ahora madura, apuntó un alejamiento de las especificaciones mucho más aparatosas del modernismo hispanoamericano y argentino (Rubén Darío, Leopoldo Lugones) en pos de una lírica llana, verdadera, sin patetismo ni delectación metafórica, lo que se llamó sencillismo. Este, logrado por la especialidad que se impuso, le dio un interesante aire tradicional en la manera y de modernidad en la incomodidad espiritual que transmitía su contenido.
El sencillismo no puede ser comprendido como un movimiento literario en el sentido clásico del término, aun en el momento en que otros escritores, como Alfredo Bufano, Pedro Herreros y Miguel Camino, hayan seguido y profundizado esta inclinación poética. En líneas en general, el sencillismo es una manera de ver y ver la verdad en las cosas diarias y fáciles, sustrayéndolas al intento de reforzar en puntos abstractos y usando un lenguaje sin florilegios eruditos. La crítica literaria ha señalado el descubrimiento por la parte de Fernández Moreno de un sendero genuino y propio en la poesía argentina, con una inflexión singular y espontánea.
La naturalidad, que pertence a las notas mucho más especificaciones de sus poemas, se siente en la carencia de esfuerzo con que semejan ser escritos sus versos, a la forma de transcripciones del charla diaria. A pesar de esto, la obra de Fernández Moreno tiene una fuerte predominación tanto del realismo como del impresionismo y el expresionismo. Se ha señalado en su estilo la singular alternancia entre las visiones subjetivas y las especificaciones objetivas de todo el mundo de afuera. Fernández Moreno puede ser visto en este sentido como el poeta que preludia el cambio de dirección que impondrán las vanguardias en la escena rioplatense.
Entre sus proyectos aparecen Intermedio provinciano (1916), Ciudad (1917), Por el cariño y por ella (1918), Campo argentino (1919), Versos de Negrita (1920), Nuevos poemas (1921), Canto de amor, de luz y de agua (1922), Mil novecientos veintidós (1922), El hogar en el campo (1923), Aldea de españa (1925), El hijo (1926), Décimas (1928), Último cofre de Negrita (1929), Sonetos (1929), Cuadernillos de verano (1931), Dos poemas (1935), Seguidillas (1936), Romances (1936), Continuación (1938), Yo médico, yo catedrático (1941), Buenos Aires (1941), San José de Flores (1943) y La mariposa y la viga (1947).
En 1941 preparó una Antología de sus versos que sería ampliada en consecutivas ediciones. Póstumamente apareció la sexta edición, estructurada por sus hijos, que incluía creaciones de Penumbra (1951), adjuntado con otras sumes y detalles en el plan primitivo. Baldomero Fernández Moreno fue además de esto un increíble prosista, según lo que de él conocemos: La patria ignota (1943) y La mariposa y la viga (1947), ya que no su producción está obtenida aún; el culto del aforismo caracteriza sus páginas, de un español elaborado con metas extralocales esmeradamente maduradas. En 1952, Arturo Berenguer pronunció una charla en Madrid con el tema Fernández Moreno, poeta español y argentino. Su hijo César Fernández Moreno fue asimismo un señalado poeta y ensayista.
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