La historia universal está escrita por los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela humanidad, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a más personas o tomando parte de la acción. Arcipreste de Hita [Juan Ruiz] es una de esas personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Arcipreste de Hita [Juan Ruiz] es comprender más sobre época determinada de la historia del ser humano.
(Alcalá de Henares?, de hoy España, s. XIII - Hita, id., s. XIV) Escritor español. Escribió la obra más esencial en lengua de españa de la época, el Libro de Buen Amor, considerada asimismo como entre las proyectos literarias mucho más importantes de la Europa medieval.
De este poema se han extraído todos y cada uno de los datos biográficos libres sobre el Arcipreste: su nombre, su rincón de nacimiento y la localidad en que estudió, Toledo, punto de acercamiento de las civilizaciones musulmana, judía y cristiana. Aunque sobreviven algunas inquietudes en relación a la precisión de estos datos, se llegó a calificar su obra de mudéjar, por la equívoca relación que establece entre piedad religiosa y sensualidad y su refinado ideal de hermosura femenina.
El propio Arcipreste nutre esta confusión entre la pasión religiosa y la pasión cariñosa, frecuente en la literatura habitual de la Edad Media, al proclamar al principio del libro que éste ha de ser «bien comprendido», con lo que apunta su doble sentido, y añade que no debiese el lector dejarse mentir por las referencias sexys y a veces abiertamente eróticas de la obra, ya que si exhibe estos vicios es para producir repulsa y no para tentar con ellos; no obstante, existe quien piensa que esta parte fue redactada para aplacar las críticas, y que la intención del libro es bien poco piadosa.
Las cantigas a Santa María indican lo que semeja un auténtico furor espiritual, acentuado por la situación de tribulación ética en que confiesa encontrarse el creador más de una vez. El libro acata constantemente la ética eclesiástica y flagela con acritud lo que ésta condena, pero procede, de forma sistemática, a un olvido «sospechoso» de las severas pretenciones proclamadas para situarse en el campo de la desenfadada sátira habitual. Si lo espiritual semeja ser útil de manera frecuente a fines profanos, asimismo sucede al contrario, en el momento en que el relato mucho más pícaro y desenvuelto se utiliza para colegir alguna máxima moralizadora.
Su estilo es al unísono pintoresco y vivaz, y indica una excepcional sencillez en el empleo de términos expresivos y de enorme elasticidad. Lejos de seguir a una selección cautelosa de palabras, da una asombroso abundancia de expresiones, giros y estos populares, que forman un ágil y también ocurrente entramado lingüístico y suponen un avance importante respecto del lenguaje de los versistas del siglo XIII, mucho más con limite y bastante menos vivaz y espontáneo.
La orientación habitual del Libro de Buen Amor es patente y puede comprobarse en su métrica irregular y en su anunciada intención de ser útil como libro de cantares para ser repetido e inclusive cambiado por el pueblo («Cualquier homne que lo oya, más allá de que trobar sopiere, puede mucho más añadir y también emendar si quisiere»). En la figura del Arcipreste, el juglar y el clérigo llegan a confundirse completamente: como cualquier juglar, pide un don al término de su relato, si bien recuerda su condición de clérigo y se restringe a soliciar un paternoster a guisa de recompensa, lo que forma un nuevo y equívoco guiño al lector.
Con el Arcipreste de Hita llega a su cima la juglaría lírica en español, que antes había apartado a la gallega, predominante a lo largo del siglo previo. El único manuscrito que se guarda de la obra apunta que fue compuesta en prisión, en donde se piensa que el arzobispo de Toledo, Gil de Albornoz, ordenó que se encerrase a Juan Ruiz, si bien bien podría tratarse de una referencia alegórica al planeta como prisión del alma, sitio común de la literatura medieval. Aunque se ignora la fecha precisa de su muerte, se conoce que en el año 1351 el arcipreste de Hita era un individuo diferente de Juan Ruiz.
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