La historia de las civilizaciones la narran aquellas mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado queel mundo, de una forma u otra,progrese.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que detentó Antonio Pérez en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Antonio Pérez, sino que posiblemente dejó una señal mucho más vasta de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Antonio Pérez de forma personal.Antonio Pérez ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Antonio Pérez, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Antonio Pérez, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Antonio Pérez, gentes a quienes de de una u otra forma Antonio Pérez influenció, y sin duda, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Antonio Pérez.
Las biografías y las vidas de personas que, como Antonio Pérez, atraen nuestra curiosidad, tienen que valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Antonio Pérez, el motivo por el cual Antonio Pérez vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
Secretario de Felipe II de España (Madrid, 1540 - París, 1611). Era hijo ilícito y sacrílego de Gonzalo Pérez, un clérigo secretario de Carlos V y de Felipe II en sus primeros años de reinado. Protegido por Ruy Gómez de Silva, príncipe de Éboli, Antonio Pérez se formó en las universidades de Alcalá, Lovaina, Salamanca y Padua. Al fallecer su padre en 1556 pasó a encargarse de la secretaría real interinamente, recibiendo confirmación oficial de su cargo en 1567.
En las luchas políticas de la corte resaltó como un enorme intrigante alineado con la facción de su asegurador, el príncipe de Éboli, contra el duque de Alba y contra don Juan de Austria. Y terminó asesinando al secretario de Juan de Austria, Juan de Escobedo, en viable connivencia con Felipe II (1578). Este delito sería empleado por Felipe II contra Antonio Pérez en el momento en que descubrió que su secretario le espiaba para el papa, acusación que no podía llevar a cabo de forma directa por ser la Monarquía Hispana y el Papado 2 potencias amigas teóricamente.
En 1579 Antonio Pérez fue detenido -mientras que su apasionado, la princesa de Éboli- y sustituido cerca del rey por el cardenal Granvela (si bien Pérez prosiguió desempeñando la Secretaría hasta 1584). Se le acusó en un inicio de corrupción, cargo del que había rebosantes pruebas; y diez años después se le acusó aparte de asesinato, sometiéndole a tormento como requería el proceso en la temporada.
Tras once años en la prisión, Pérez logró escapar disfrazado de Madrid y resguardarse en Aragón, en donde se acogió a la protección del derecho foral aduciendo ser hijo de un natural de aquel reino (1590). Su causa quedó de esta forma unida a la defensa de las libertades aragonesas en frente de la Corona. El rey logró entonces que le acusase de herejía la Inquisición, única institución con jurisdicción en toda España; pero la Inquisición fracasó en el intento de hacerse con el reo, frente a la agitación de las masas populares (empezaban de este modo las modificaciones de Aragón).
Presto a imponer su autoridad, Felipe II envió un ejército a Zaragoza, que tampoco logró aprender a Pérez, el que había huido a Francia con asistencia del justicia mayor de Aragón, Juan de Lanuza. Mientras las autoridades forales aragonesas se levantaban en armas contra el rey con lo que comprendían una violación de sus fueros, Antonio Pérez era acogido calorosamente en la corte francesa. Fue juzgado y culpado en su sepa por la Inquisición, que incautó sus recursos y quemó públicamente una escultura de él.
A lo largo de años aconsejó tanto a Enrique IV de Francia como a Isabel I de Inglaterra en sus acciones militares contra Felipe II. Se dedicó asimismo a divulgar escritos contra el rey, que proveyeron una gran parte del material con el que se tejió la historia de historia legendaria negra contra la Monarquía Hispana. Desde la desaparición de Felipe II perdió interés político y, pobre y marginado, murió en el exilio sin haber logrado el perdón de la Monarquía.
¿Qué opinas de la crónica de la vida de Antonio Pérez? ¿Hallaste la información que deseabas encontrar?
Evidentemente conocer profundamente a Antonio Pérez es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Antonio Pérez es una especie de rompecabezasque a lo mejor podamos reconstruir si contribuimos todos juntos.
Por eso, si eres de esas personas que confían en que cooperando es posible hacer algo mejor, y posees información acerca de la vida de Antonio Pérez, o con respecto a algún elemento de su figura u obra que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Antonio Pérez, que poseyó su trascendencia en un momento histórico concreto, es indispensable procurar mostrar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
contacta con nosotros para relatarnos qué sabes tú sobre Antonio Pérez. Estaremos muy contentos de completar esta biografía con más información.