Ana María Olaria

La historia de las civilizaciones la narran los hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado quela civilización, de un modo u otro,avance.

Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Ana María Olaria es una de las personas cuya vida, realmente, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Ana María Olaria es conocer más sobre una época concreta de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la relevancia que tuvo Ana María Olaria en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo mientras estuvo en la tierra fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Ana María Olaria, sino que quizá produjo una señal mucho más insondable de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Ana María Olaria de modo personal.Ana María Olaria ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Conocer lo bueno y lo malo de las personas significativas como Ana María Olaria, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que podamos valorar no sólo la existencia de Ana María Olaria, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Ana María Olaria, personas a quienes de un modo u otro Ana María Olaria influenció, y sin duda, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Ana María Olaria.

Vida y Biografía de Ana María Olaria

(Paterna, 1931) Cantante de españa de ópera y zarzuela. Fue una soprano lírica y lírico-rápida de reconocido prestigio en la década de 1950 y principios de los sesenta. Además de los niveles teatrales, Ana María Olaria prodigó actuaciones en otros medios, como la televisión, el cine y la radio. Poseía una voz limpia, de agudos cristalinos, con un timbre muy precioso manejado dúctilmente, unido al encanto y distinción de su persona.

Estudió piano y canto en el instituto de las religiosas Felipenses y, al terminar el bachiller, recibió las enseñanzas de su padre, que había sido asimismo artista. Pasó un tiempo en Milán con la profesora Mercedes Llopart y en el Conservatorio de Madrid, donde estudió declamación, ballet y estilo. Debutó en 1950 en el Teatro Real de Gibraltar con un partenáire un poco particular: su padre, ahora retirado, pero que actuó a solicitud del empresario.

Por año siguiente cantó al lado del veterano Pablo Civil Lucía de Lamermoor, en el Teatro Guimerá de Tenerife. Repitió con esta ópera de Gaetano Donizetti (que interpretaba con deliciosa brillantez) en el teatro de su debut, y más tarde la cantó en el Teatro Lope de Vega de Sevilla (1953) y en el Calderón de Madrid (1954). Se presentó en el Liceo de Barcelona con La Bohème de Giacomo Puccini, acompañada de Ausensi, Rizzieri y Ken Neate, y en este teatro cantó asimismo el Rigoletto de Verdi con Pablo Vidal.

En 1953 actuó con la Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera al lado de los italianos Enzo Mascherini, Gianni Poggi y Nicola Monti (con este último en El barbero de Sevilla de Gioachino Rossini). Dentro del género zarzuelístico, resaltó en la Doña Francisquita que se representó en el Teatro de la Zarzuela en 1956, con el tenor Alfredo Kraus como pareja artística. Con nuestro Kraus volvió un par de años después al teatro madrileño para cantar una Marina, y en 1961 interpretó la conocida ópera de Emilio Arrieta con Pedro Lavirgen. En 1959 protagonizó el largometraje Música de ayer, comandado por Juan de Orduña, y cantó de manera magistral las unas partes de "Chateau-Margaux" y "El cabo primero".

En los sesenta extendió su actividad a la radio y la televisión, donde apareció recurrentemente en programas como Noches del lunes y Conozca usted España; y cantó con enorme éxito la conocida opereta de Franz Lehár, La viuda alegre. Diversas actuaciones fuera de España la llevaron por múltiples paises de europa (Italia, Alemania, Portugal) y americanos (Colombia, Venezuela, Estados Unidos). Como miembro de la compañía Amadeo Vives, apuntada por José Tamayo, cantó en un célebre montaje de Carmen efectuado en la Plaza Mayor de Madrid. Finalizó su trayectoria de manera voluntaria, en 1965, para casarse con el doctor Del Pozo. Desde 1981 ejercitó la docencia en la Escuela Superior de Canto de Madrid.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Ana María Olaria, que poseyó su importancia en una época determinada, es vital intentar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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