La historia del mundo la escriben aquellas mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho queel mundo, de una forma u otra,progrese.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas significativas como Ana Frank, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Ana Frank, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Ana Frank, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Ana Frank influyó, y ciertamente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Ana Frank.
Las biografías y las vidas de personas que, como Ana Frank, cautivan nuestra atención, deben ayudarnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Ana Frank, el motivo por el cual Ana Frank vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Anne Marie Frank; Frankfurt, 1929 - campo de concentración de Bergen-Belsen, Alemania, 1945) Joven de origen judío que dejó testimonio en un popular períodico de los un par de años que vivió esconde con su familia para huír al exterminio nazi.
Hija de una familia germana de origen judío, se trasladó con los suyos a los Países Bajos con la llegada de Hitler al poder en 1933. Durante la Segunda Guerra Mundial, tras la invasión alemana de Holanda en 1940 y de sufrir las primeras secuelas de las leyes antisemitas, Ana y su familia lograron escondrijo en unas habitaciones traseras, descuidadas y recluidas, de un edificio de áreas de trabajo de Ámsterdam, donde continuaron ocultos desde 1942 hasta 1944, en el momento en que fueron descubiertos por la Gestapo.
Ana llevó un períodico de ese periodo de reclusión, que su padre, único superviviente de la familia, dio a entender acabada la guerra, una vez que Ana y el resto de la familia hubiesen sido detenidos y recluídos en un campo de exterminio, en donde fallecieron. El Diario forma un conmovedor testimonio de ese tiempo de terror y persecuciones. Albert Hackett y Frances Goodrich lo amoldaron al teatro, y George Stevens lo llevó al cine en 1959.
El Diario de Ana Frank
En el Diario, Ana Frank piensa que redacta a Kitty, una amiga hipotética, para contarle las peripecias de su historia en el escondrijo donde vivió desde el 14 de junio de 1942 al 4 de agosto de 1944, en el momento en que la Gestapo descubrió la "dependencia segrega" donde vivían la familia Frank (compuesta por los progenitores, por Ana y por su hermana mayor Margot), la familia Van Daan (la madre, el padre y su hijo Peter) y el dentista Dussel, con la vana promesa de huír a la atrapa de los nazis.
Ana cuenta la vida en esos pocos m2 del cobijo en que la convivencia de ocho personas, arrancadas de la vida habitual, proponía muchos y tan frágiles inconvenientes, y relata el avance de la presencia diaria con tal facilidad, fuerza y verdad, que ello forma el primer encanto de estas páginas. Alejada de sus contemporáneos y de los intereses que sonreían a su exuberante juventud, pero asimismo, si bien por fuerza, de la barbarie actualmente, la autora-personaje principal mira y evalúa las cosas con un candor que subyuga.
En las páginas del Diario, de manera frecuente alegres y amenas, asistimos al avance intelectual y físico de una chavala, a la pluralidad de sus inconvenientes, de sus estudios y diversiones pese a su reclusión, a sus relaciones y a sus juicios sobre sus familiares y compañeros de aislamiento y sobre los hombres por norma general. Los hechos y fases alternas de la guerra y de la política mundial, como conseguían llegar a aquel cobijo apartado, consiguen un aspecto nuevo y diferente, con perspectivas inesperadas. Y la vida de una achicada colectividad, obligada a comunicar la buhardilla en condiciones tan tráficas, se alumbra con capítulos singulares, en los que los hechos triviales de la vida día tras día consiguen una relevancia especial, y donde una pequeña con mirada clara y horriblemente objetiva se evalúa a sí y a los mayores, analizándolo todo con enorme independencia.
Ana Frank charla de sus pretensiones a corazón abierto, y asimismo de los riesgos, pero con enorme conocimiento y sin perder la promesa. Dos individuos del exterior (el señor Kraler, amigo de Otto Frank, y Miep, asesora de Frank y después de Kraler) son como seres que forman parte a otro mundo y que, como promotores del ocultamiento de los Frank y favorecedores de exactamente los mismos, semejan redimir al resto de la raza humana de sus culpas de cooperación y de temor.
El idilio que comienza entre Ana y Peter tiene la felicidad de una flor espontánea en sus distintas fases y manifestaciones; la descripción de la pubertad tiene una frágil naturaleza que difícilmente está en otra sección; el aprecio por un gato semeja el símbolo de los vínculos deseados pero inviábles con el planeta de afuera; las relaciones con los progenitores (y particularmente, con la madre) se observan con enorme madurez. No hay nada que la induzca a prorrumpir en invectivas y a evaluar con acritud aquella vida tan injusta y contraria a la naturaleza. "Pese a todo, continúo suponiendo en la amabilidad íntima del hombre", asegura Ana en el Diario; estas expresiones forman la ética de este libro que, nacido como de una necesidad personal, tiene la sinceridad auténtica y también instantánea de un desahogo espontáneo jamás dirigido a la publicación.
Las alusiones a los inconvenientes judíos (que podrían parecer usuales en un individuo que vivía en aquellas condiciones particulares pura y sencillamente por la "culpa" de formar parte al pueblo judío) son muy extrañas, si bien inspiradas en una extrema dignidad y solidez: Ana pertenecía a una de aquellas familias asimiladas que no habían tenido una profunda cultura hebrea y que solo muy tarde se percataron de ello. El libro, aparte de sus valores humanos y reportajes, revela en la joven autora características literarias nada recurrentes: exactamente el mismo hecho de fingir una receptora para sus confidencias ya es un índice de madurez artística.
Traducido a todas y cada una de las lenguas y llevado asimismo al teatro y al cine, el Diario de Ana Frank se convirtió en el pensamiento testimonial, mucho más increíble aun que otros documentos explicados, de la opresión sufrida en numerosos países bajo el nazismo y de las condiciones en que miles de individuos se vieron obligadas a vivir con la promesa de huír al exterminio.
¿Qué opinas de la existencia de Ana Frank? ¿Has encontrado la información que pensabas que ibas a hallar?
Obviamente llegar a comprender a Ana Frank es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que intentar reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Ana Frank es una suerte de enigmaque a lo mejor consigamos reconstruir si colaboramos todos juntos.
Por eso, si eres del tipo de personas que creen en que cooperando se puede hacer algo mejor, y posees información con respecto a la vida de Ana Frank, o acerca de algún particularidad de su persona u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de un ser como Ana Frank, que tuvo su relevancia en un momento histórico concreto, es fundamental intentar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
contacta con nosotros para relatarnos qué conocimientos posees acerca de Ana Frank. Estaremos ilusionados de perfilar esta biografía con más información.