Apreciar lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Álvaro del Portillo, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Álvaro del Portillo, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Álvaro del Portillo, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Álvaro del Portillo influyó, y desde luego, conocer y descifrar cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Álvaro del Portillo.
(Álvaro del Portillo y Díez de Sollano; Madrid, 1914 - Roma, 1994) Sacerdote español, primer sustituto de José María Escrivá de Balaguer adelante del Opus Dei, del que fue presidente general y prelado personal hasta su fallecimiento.
Cursó el bachillerato en el Colegio El Pilar de Madrid, y también ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, donde acabó sus estudios en 1941 y donde fue instructor. Obtuvo asimismo el título de ingeniero de Obras Públicas, y empezó a ejercer la profesión tanto en las confederaciones hidrográficas del Júcar, Duero y Ebro, como en la Jefatura de Puentes y Cimentaciones. Sus compromisos laborales no impidieron que estudiara la carrera de filosofía y letras, en la rama de historia, donde se doctoró en 1944 con la proposición "Descubrimientos y Exploraciones en las Costas de California", y a la que se dio el Premio Increíble.
Su vinculación con el Opus Dei empezó en 1935, tras recibir capacitación de su principal creador, San José María Escrivá de Balaguer; de este modo, no es de extrañar que comenzara prontísimo a ayudar con este en el gobierno de la institución y en la tarea apostólica, aun antes que se llevara a cabo su ordenación como sacerdote. De hecho, fue escogido por Escrivá de Balaguer a fin de que viajara a Roma en calidad de gerente de la asociación y expusiera al papa Pío XII el entramado jurídico de esta antes de ser sacerdote, en tanto que su ordenación sucedió el 25 de junio de 1944, liturgia donde asimismo se hicieron curas otros 2 integrantes del Opus Dei, José María Hernández de Garnica y José Luis Múzquiz. Los tres fueron los elementos de la primera promoción de expertos que Escrivá llevó al sacerdocio.
En 1946 se trasladó terminantemente a Roma, pocos meses antes que lo hiciese el principal creador de la Obra, con el que inició una angosta colaboración que duró 40 años. Un año después fue nombrado consiliario del Opus Dei en Italia. En junio de 1948 Escrivá de Balaguer creó en Roma el Collegio Romano de ella Santa Croce, un centro en todo el mundo de capacitación adscrito a la Obra; Álvaro del Portillo fue nombrado rector, y se hizo cargo también de la enseñanza de teología ética, tarea que desempeñó hasta 1953. También ese año consiguió el doctorado en derecho canónico por la Universidad Pontificia de Santo Tomás.
En la institución del Opus Dei, Álvaro del Portillo desempeñó múltiples cargos de relevancia, así como secretario general desde 1940 a 1947 y desde 1956 hasta 1975, y procurador general desde 1947 hasta 1956. Durante el pontificado de Pío XII cooperó en múltiples dicasterios pontificios, y fue nombrado consultor de la Santa Congregación de Religiosos (1954-66). Juan XXIII le nombró consultor de la Santa Congregación del Concilio (1959-66), y calificador y juez (1964) de la Suprema Congregación del Santo Trabajo.
En las etapas anteriores al Concilio Vaticano II fue presidente de la Comisión Antepreparatoria para el Laicado, y formó una parte de otras comisiones preparatorias. Asimismo, a lo largo de los años de avance del Concilio Vaticano II (1962-65), fue secretario de la Comisión sobre Disciplina del Clero y del Pueblo Cristiano, y consultor de otras comisiones conciliares. En 1963 fue nombrado, asimismo por Juan XXIII, consultor de la comisión pontificia para la revisión del Código de Derecho Canónico, y como tal intervino en la elaboración del presente Código, decretado por Juan Pablo II en 1983. Pablo VI, por su lado, le nombró consultor de la Comisión Postconciliar sobre los Obispos y el Régimen de la Diócesis (1966), y de la Sagrada Congregación para el Clero.
Su trayectoria en el Opus Dei tuvo la determinante consagración en el momento en que, a la desaparición del principal creador, el Congreso General de la institución, reunido el 15 de septiembre de 1975 con carácter electivo, con la intención de seleccionar al sustituto de Escrivá de Balaguer, escogió unánimemente y en la primera votación a Portillo, refrendando la intención del propio Escrivá, quien había manifestado esa intención antes de fallecer.
El 28 de noviembre de 1982 Juan Pablo II le nombró prelado de la Prelatura Personal de la Santa Cruz y Opus Dei, erigida en esa fecha, entre los instantes mucho más esenciales de la congregación, en tanto que era la primera prelatura personal que existe en la Iglesia católica. Poco después fue asimismo nombrado consultor de la Santa Congregación para las Causas de los Santos (1982) y integrante de la Secretaría del Sínodo de los Obispos (1983), tal como integrante "ad honorem" de la Pontificia Academia Teológica Romana; y, al fin, consagrado como obispo en la basílica de San Pedro por Juan Pablo II el 6 de enero de 1991, al lado del asimismo integrante del Opus Dei Julián Herraz Casado.
El 17 de mayo de 1992 Juan Pablo II beatificó a Escrivá de Balaguer frente 300.000 leales, entre los instantes mucho más esenciales para el Opus Dei desde sus principios, el que había pasado de los 60.000 integrantes de la década de los setenta a 77.000 en el mundo entero en la década de los noventa, y había extendido su apostolado a veinte nuevos países, entre ellos Costa de Marfil, India, Polonia y Singapur.
En 1985 creó en Roma el Centro Académico Romano de la Santa Cruz, germen de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, establecida en 1998. Fue asimismo el creador de un óptimo número de estudios de carácter pastoral y eclesiológico, entre ellos Fieles y laicos de la Iglesia, Formación humana del sacerdote, Dinamicità y también funzionalità delle strutture pastorali, ¿Un nuevo Derecho Canónico? y Morale y también Diritto.
Murió de repente en la madrugada del 23 marzo de 1994 en la sede central de la Prelatura en Roma, horas tras haber regresado de Tierra Santa y de haber festejado una misa en el Cenáculo de Jerusalén, rincón de la Última Cena. El sacerdote madrileño Javier Echevarría Rodríguez, como vicario general de la Prelatura del Opus Dei, se encargó de la Prelatura provisionalmente hasta el momento en que fue refrendado poco después, y nombrado nuevo prelado de la institución por el papa el 21 de abril de 1994.
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