La historia de las civilizaciones la escriben aquellos hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho queel género humano, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a otros seres humanos o tomando parte de la acción. Alonso de Fonseca es una de esas personas cuya vida, realmente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Alonso de Fonseca es conocer más sobre etapa determinada de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la relevancia que detentó Alonso de Fonseca en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo mientras estuvo en la tierra fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Alonso de Fonseca, sino que tal vez produjo una señal mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Alonso de Fonseca de modo personal.Alonso de Fonseca ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Alonso de Fonseca, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa sustancial para que podamos valorar no sólo la vida de Alonso de Fonseca, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Alonso de Fonseca, personas a quienes de de una forma u otra Alonso de Fonseca influyó, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Alonso de Fonseca.
(Asimismo llamado Alonso I de Fonseca o Alonso de Fonseca el Viejo; Toro, 1418 - Coca, 1473) Eclesiástico español. Fue capellán mayor del futuro Enrique IV. Obispo de Ávila (1445) y arzobispo de Sevilla (1453), unió en matrimonio a Enrique IV con Juana de Portugal y desempeñó un papel preponderante en las luchas civiles castellanas.
Señor de Coca y Alaejos (Valladolid), patrimonio que había sido concedido por Juan II de Castilla a la familia de los Fonseca, Alonso de Fonseca fue arcediano en la iglesia de Santiago de Compostela y capellán mayor del infante Enrique (el futuro Enrique IV de Castilla). Hacia 1440 fue nombrado primero abad de Valladolid y después deán de Zamora; un veloz ascenso en la jerarquía eclesiástica lo elevó a obispo de Ávila (1445) y acabó con el arzobispado de Sevilla (1453).
Alonso de Fonseca sirvió de emisario entre el condestable de Castilla, Álvaro de Luna, y el marqués de Villena, Juan Pacheco, a quien debía ofrecer un reparto del gobierno de Castilla. Cuando en 1460 murió el arzobispo de Santiago de Compostela, Rodrigo de Luna, Alonso de Fonseca favoreció el ascenso como nuevo arzobispo de Santiago de su sobrino Alonso de Fonseca y Acevedo (asimismo llamado Alonso II de Fonseca), que era por entonces deán de la catedral de Sevilla. Sin embargo, ese año ocupó él mismo la diócesis de Santiago de Compostela, que a consecuencia de las revueltas habidas en Galicia había permutado por la de Sevilla con su sobrino, hasta el momento en que en 1463 regresó a la originaria por predisposición del papa Pío II.
En el lapso de la guerra civil castellana se mostró partidario, al comienzo, del rey Enrique IV de Castilla, pero las intrigas fraguadas por el marqués de Villena le enemistaron con el rey, tras lo que pasó a regentar el bando de su hermanastro, el príncipe Alfonso. Participó en la constitución de la Liga de Burgos (1464) y en la llamada Farsa de Ávila (1465), y por último actuó como intercesor entre Enrique IV y el príncipe Alfonso en Madrid y Coca. Tras la desaparición en 1468 del príncipe Alfonso, regresó a la Corte de Enrique IV, en pos del como intervino en las negociaciones del Pacto de los Toros de Guisando (Ávila, 1468), donde se declaró como heredera de Enrique IV a su hija Isabel (la futura Isabel la Católica), a la que Alonso de Fonseca juró lealtad.
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Por ese motivo, si eres de esas personas que confían en que de modo colaborativo se puede elaborar algo mejor, y tienes información sobre la vida de Alonso de Fonseca, o en relación con algún característica de su persona u obra que no se observe en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de un ser como Alonso de Fonseca, que detentó su trascendencia en un momento concreto de la historia, es indispensable tratar de mostrar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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