La historia universal está contada por las mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela civilización, de una forma u otra,avance.
Ya sea inspirando a otros o formando parte de la acción. Alfred Neumann es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Alfred Neumann es comprender más acerca de época determinada de la historia de la humanidad.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Alfred Neumann, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Alfred Neumann, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Alfred Neumann, aquellas personas a quienes de un modo u otro Alfred Neumann influyó, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Alfred Neumann.
(Lautenburgo, 1895 - Lugano, 1952) Escritor alemán, creador de apreciadas novelas históricas que conjugan el retrato psicológico y la tensión trágica.
Pasó su juventud en Berlín, entró como lector en la vivienda editora Georg Müller de Munich y, de 1918 a 1920, fue "Dramaturg" (directivo literario) de los Kammerspiele de aquella localidad. Vivió después como escritor libre, realizando usuales estancias en Fiésole, donde se estableció finalmente en 1933, obligado a dejar Alemania a raíz del advenimiento del régimen nacional-socialista. En 1938 marchó a Francia y de allí, en 1941, pasó a Los Ángeles y a Beverly Hills en California.
Alfred Neumann pasó de cultivar una lírica donde se tienen la posibilidad de encontrar huellas y vínculos con el movimiento expresionista (Cantos de la sonrisa y de la necesidad, 1917; Nuevas Poesías, 1920) al género narrativo, que le dio destacable popularidad en todo el mundo. Después de la novela de ámbito italiano Hermanos Brüder (1924), su primer enorme éxito fue El patriota (1925), retrato del zar Pablo I de Rusia, desquiciado y ciervo del poder, que termina siendo fallecido por amor a la patria por su mismo preferido, el que se aniquila por su parte. Trasladada al teatro por nuestro Neumann, fue representada de forma frecuente, y después pasó al cine.
Su pieza maestra es El demonio (1926), retrato de Luis XI de Francia y de su cómplice, un barbero de Gante. Sobre un fondo histórico, con un lenguaje musical y dinámico, Alfred Neumann crea, encuadrándolos en una acción espesa de tensión trágica, individuos poderosamente pasionales, en los que se reconocen géneros de hombres contradictorios y conflictivos. La caracterización sicológica de los impulsos y de las tendencias racionales que empujan al hombre por la ruta de los hechos y le hacen perecer está íntimamente unida al juego de la intriga política.
Las novelas Rebeldes (1927) y Guerra (1928) describen las peleas del "Risorgimento" italiano contra Austria en la primera mitad del siglo XIX. En El héroe (1930) trató el tema entonces de actualidad del delito político; El espéculo de los locos (1932) detalla con satisfactorio vena humorística la vida del ramplón y bonachón duque Enrique II de Liegnitz, siempre y en todo momento ebrio y presa siempre y en todo momento de adversidades económicas.
La trilogía El nuevo César (1934), El imperio (1936) y Los amigos del pueblo (1941) cuenta la vida de Napoleón III, la crónica de su imperio entre burguesía, dictadura y revolución, dándonos de este modo una suerte de "catástrofe del siglo XIX". Las novelas siguientes mencionan a hechos contemporáneos del creador: La fuente de oro (1938), Eran seis (1944) y El pacto (1950). Eran seis es la historia novelada de la sublevación que ciertos alumnos de Munich (los hermanos Scholl, el instructor Huber) habían ordenado contra el nacionalsocialismo, y de su trágico final.
Uno de las causas escenciales de la narrativa de Alfred Neumann es el inconveniente del poder y de la dictadura, en sus reflejos no solo políticos sino más bien asimismo espirituales. Representa así la historia en la psicología de los sentimientos particulares llevados a la exasperación. Junto al ahora mencionado El patriota, entre los dramas de Neumann resaltan Máscara real (1928), Zapato de mujer (1929), Casa Daniel (1931) y Abel (1948). Sus proyectos teatrales proponen una composición clara, una acción tensa y una técnica del diálogo muy especialista; no en balde había estudiado en su juventud a Molière, Lamartine, A. de Musset y a los líricos franceses.
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Está claro que conocer en profundidad a Alfred Neumann es algo que se reserva a pocas personas, y que intentar reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Alfred Neumann es una especie de rompecabezasque a lo mejor lleguemos a rehacer si cooperamos todos en conjunto.
Debido a esto, si eres de las personas que confían en que de forma colaborativa existen posibilidades de crear algo mejor, y tienes información con respecto a la vida de Alfred Neumann, o acerca de algún detalle de su personalidad u creación que no se observe en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre esenciales, ya que destacan la singularidad, y en la ocasión de la vida de un ser como Alfred Neumann, que tuvo su relevancia en una época concreta, es fundamental intentar brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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