Alfred Kroeber

Ya sea inspirando a otros seres humanos o tomando parte de la acción. Alfred Kroeber es uno de esos sujetos cuya vida, en verdad, merece nuestra consideración debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Alfred Kroeber es conocer más sobre periodo preciso de la historia de la humanidad.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que atesoró Alfred Kroeber en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a Alfred Kroeber, sino que a caso produjo una señal mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Alfred Kroeber personalmente.Alfred Kroeber fue una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Alfred Kroeber, atraen nuestro interés, tienen que servirnos siempre como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Alfred Kroeber, porqué Alfred Kroeber vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Alfred Kroeber

(Hoboken, 1876 - París, 1960) Antropólogo estadounidense. Tras estudiar Lengua y Literatura inglesa en la Columbia University de Nueva York, trabajo allí como ayudante (1897-1899) y asistió a los seminarios sobre Lingüística dados por Franz Boas, quien terminaba de fundar el Departamento de Antropología en tal facultad. Ello supuso el primer contacto de Alfred Kroeber con la especialidad, donde se ingresó formalmente mediante la recopilación de cuentos populares de los esquimales.

En 1901 se transformó en Doctor en Antropología (el primero concedido por la Columbia University y el segundo concedido en Estados Unidos), con una proposición sobre el simbolismo de las causas decorativas de los indios arapahoes de Montana; ese año, por encargo de Boas, creó el Departamento de Antropología de la Universidad de California en Berkeley. A él hay que también la creación de entre los primeros museos etnológicos universitarios, que se instaló en un inicio en San Francisco y pasó entonces a Berkeley.

Continuó como instructor en Berkeley hasta su jubilación en 1947, ocupando entonces distintos cargos como instructor visitante en las universidades de Columbia, Yale, Chicago, Brandeis y Harvard. Su fallecimiento en París se causó en el momento en que retornaba de Burg Wartenstein, en Austria, donde había encabezado un acercamiento en todo el mundo sobre el campo de app de la antropología.

Sus trabajos etnográficos mucho más esenciales fueron los relativos a los indios californianos, cuyo estudio fomentó de forma definitiva, publicando un monumental Manual de los indios de California (1925), con mucho más de 1.000 páginas repletas de datos, varios de ellos nuevos hasta el momento. Dos años antes había aparecido su libro mucho más influyente, Antropología (1923), el primer libro de artículo para la enseñanza de la antropología, del que Alfred Kroeber publicó una edición nueva revisada en 1948, con el título de Antropología: raza, lenguage, cultura, psicología, prehistoria.

Fueron asimismo visibles sus contribuciones a la arqueología, campo en el que su primer trabajo esencial (1916) consistió en la seriación de los yacimientos próximos a Zuñi, Nuevo México, desde los descubrimientos de restos de cerámica y usando un enfoque estadístico. Posteriormente, efectuó estudios arqueológicos de mayor extensión en México (1924, 1930) y en Perú (1925, 1926, 1942), resultado de los que fue, de manera especial, su obra La arqueología peruana en 1942 (1944).

En el campo de la lingüística se interesó eminentemente por las relaciones históricas entre las lenguas; sus indagaciones sobre las lenguas de los indios californianos, ciertas cuales se empezaron ahora en 1900, formaron el tema de una obra póstuma llamada Informe sobre el dialecto yokuts (1963). Se ocupó de la naturaleza de la civilización como característica humana universal, preocupándose por la distribución de los aspectos culturales y intentando de detectar entidades culturales básicas para su estudio.

Otras de sus proyectos mucho más resaltadas son Configuraciones del avance de la civilización (1945); La naturaleza de la civilización (1952), recopilación de ensayos ahora publicados sobre temas como la teoría de la civilización, el vínculo o el psicoanálisis; y La cultura: un análisis crítico de conceptos y definiciones (1952), escrito en colaboración con Clyde Kluckhohn.

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Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de una persona como Alfred Kroeber, que poseyó su significación en un momento histórico concreto, es fundamental intentar brindar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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