La historia de la civilización la escriben aquellos hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela sociedad, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Alfred Binet es una de esas personas cuya vida, realmente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Alfred Binet es conocer más sobre un periodo concreto de la historia de la humanidad.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Alfred Binet, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa sustancial para que podamos apreciar no sólo la vida de Alfred Binet, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Alfred Binet, gentes a quienes de de una forma u otra Alfred Binet influenció, y indudablemente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Alfred Binet.
Las biografías y las vidas de personas que, como Alfred Binet, atraen nuestro interés, tienen que ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Alfred Binet, porqué Alfred Binet vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.
(Niza, 1857 - París, 1911) Pedagogo y sicólogo francés cuyos trabajos, centrados en el diseño de una escala de medida de el intelecto, impulsaron la psicología en fase de prueba y la transformaron en un instrumento primordial para el avance educativo. Inició estudios de derecho, pero atraído por los trabajos sobre la hipnosis de su compatriota Jean-Martin Charcot, abandonó la carrera de leyes y se dedicó enteramente, desde 1878, a los estudios médico-científicos en el hospital de la Salpetriere de París, donde continuó hasta 1891. Cuatro años después fue nombrado directivo del laboratorio de psicofisiología de la Sorbona, cargo que ostentó el resto de su historia. En 1895 creó L’Année Psychologique, primera gaceta francesa encargada de la psicología.
Los intentos del sicólogo inglés sir Francis Galton por registrar las diferencias particulares a través de pruebas normalizadas llevaron a Alfred Binet a amoldar su sistema a fin de estudiar la psicología de artistas, matemáticos y players de ajedrez ilustres, apoyándose todo el tiempo en pruebas así como la observación del tipo físico, la caligrafía y otras especificaciones. En 1903 publicó El estudio en fase de prueba de el intelecto, estudio relacionado sobre las personalidades de sus 2 hijas que abrió el sendero a la psicología diferencial.
Entre los años 1905 y 1911, en asociación con Théodore Simon, desarrolló unas escalas (llamadas de Binet-Simon) para la medida de el intelecto de los pequeños, en las que ingresó el término de edad mental; semejantes escalas fueron la base de todas y cada una de las pruebas de sabiduría siguientes, y su formulación ejercitaría notable predominación en la pedagogía actualizada, comenzando por Piaget. En La escala métrica de el intelecto, anunciado en 1905 en conjunto con Théodore Simon por encargo del gobierno francés, Binet presentó una secuencia de tests de contrariedad progresiva, amoldados a la aptitud de contestación pertinente a la edad.
El propósito del gobierno francés era tener un mecanismo que dejase advertir a esos pequeños que no podían proseguir el ritmo regular de la escuela. Las pruebas de Binet y Simon eran cuestionarios compuestos de diferentes cuestiones similares con el razonamiento y la resolución de inconvenientes. Partiendo del supuesto de que la aptitud mental es una aptitud general y unitaria, los autores introdujeron el término de "edad mental": todos y cada uno de los pequeños se desarrollan intelectualmente en exactamente la misma dirección, pero no al mismo ritmo; si un niño rinde menos que los de su edad, es porque su avance mental corresponde todavía al de un niño de menor edad.
Binet y Simon jamás aseguraron que semejantes diferencias en el desempeño fueran debidas a una inferioridad genética, ni creyeron estar midiendo el intelecto innata. Sospechando la relevancia del ámbito en el avance intelectual de los pequeños, Binet deseaba que el cuestionario se utilizase para prosperar las ocasiones de los mucho más retrasados a través de clases particulares, y no para etiquetarlos o limitar sus ocasiones.
Los desenlaces del test se expresaron en concepto de «coeficiente de sabiduría», que se consigue al dividir la «edad mental», derivada de los desenlaces de la prueba, por la edad cronológica del niño multiplicada por ciento. En 1908 Binet publicó una revisión del test que alteraba ciertos ítems del cuestionario; novedosas revisiones irían sucediéndose en años siguientes. Actualmente el cociente de sabiduría por el momento no se emplea en su forma original, ya que tal como tiene la posibilidad de tener cierto sentido que un niño capaz de ocho años rinda como el niño medio de once, no lo debe un adulto capaz de cincuenta rinda como el adulto medio de sesenta. Seguimos usando, por inercia, el término cociente de sabiduría, pero en este la cifra cien representa únicamente a la puntuación media de la población de exactamente la misma edad, habiéndose descuidado el término de edad mental.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de un ser como Alfred Binet, que tuvo su importancia en una época concreta, es indispensable intentar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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