Alexander Scriabin

Apreciar las luces y las sombras de las personas destacadas como Alexander Scriabin, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que podamos valorar no sólo la vida de Alexander Scriabin, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Alexander Scriabin, gentes a quienes de un modo u otro Alexander Scriabin influyó, y ciertamente, comprender y entender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Alexander Scriabin.

Las biografías y las vidas de personas que, como Alexander Scriabin, atraen nuestro interés, deben valernos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Alexander Scriabin, el motivo por qué Alexander Scriabin vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Alexander Scriabin

(Alexandr o Aleksandr Nikoláievich Skriabin; Moscú, 1872 - 1915) Compositor y pianista ruso. Aleksandr Skriabin fue el único hijo de la pareja formada por una pianista y un letrado. Debido al fallecimiento de su madre en el momento en que él contaba un año de edad y a los viajes que hacía su padre, fue criado por su tío Lyubov y su abuela. Comenzó a estudiar piano a los once años con Georgy Konyus y después con Zverev en el Conservatorio de Moscú. Adquirió asimismo entendimientos de teoría musical con Taneyev y otras disciplinas musicales con Antón Arensky y Vasili Safonov.

Desde 1885 comenzó a crear música y a redactar poesía y en 1892 concluyó sus estudios en el conservatorio. Muy próximamente mostró sus talentos como intérprete y enseguida pasó a ser parte de la enorme hornada de pianistas rusos de la temporada, entre aquéllos que figuraban Lhevinne y el asimismo alumno de Zverev, Rachmaninov. En sus recitales como solista, Alexander Scriabin interpretaba sus proyectos y creaciones de Bach, Mendelssohn, Schumann, Liszt y Chopin. Al entrenar proyectos de Balakirev y Liszt padeció una lesión en la mano derecha, lo que le llevó a crear sus piezas Op. 9, en las que la mano izquierda tiene un papel indispensable.

En la década de los años 90 publicó en Moscú sus primeras proyectos (Op. 1, 2, 3, 5 y 7) hasta el momento en que en 1894 conoció en San Petersburgo al editor Belyayev, quien se haría cargo de divulgar sus proyectos hasta 1903. Además de editor, Belyayev se transformó en mecenas de Scriabin y le organizó múltiples giras como pianista: la primera por Alemania, Suiza, Italia y Bélgica en 1895 y la segunda por año siguiente por París, Bruselas, Berlín, Amsterdam y Roma. Mientras tanto, Alexander Scriabin continuó escribiendo proyectos como su Segunda Sonata o varios de los Prólogos. En 1897 compuso su Concierto para Piano Op. 20 y por año siguiente se casó con la pianista Vera Ivanova.

Scriabin fue asimismo instructor del Conservatorio moscovita de 1898 a 1903, y por ese momento desarrolló su interés por la música orquestal, lo que le llevó a crear Reverie en 1898 y su Primera Sinfonía por año siguiente. Su interés por la filosofía y el misticismo se despertó hacia 1902 y cristalizó al ingresar en contacto en 1905 con el movimiento de la teosofía y con las teorías de Nietzsche sobre el superhombre. Estas doctrinas incidieron intensamente en la obra de Scriabin desde su Op. 30 de ahora en adelante.

De repente abandonó a su mujer Vera y a sus 4 hijos y efectuó una secuencia de viajes por Italia, Suiza y Bélgica al lado de su joven seguidora Tatiana Schloezer. Su ahora creado egocentrismo medró aún mucho más gracias a la devoción que Tatiana sentía por él; Scriabin llegó a limitar su historia a su imaginación y genio, sin interesarse por ningún otro aspecto. Durante su estancia en Lausana compuso su Quinta Sonata para piano y acabó el Poema del Éxtasis para orquesta, que logró estrenar en 1908 en Nueva York.

Por aquellas datas entró en contacto con Serge Koussevitzky, quien decidió transformarse en su agente, como en su día logró Belyayev. Fue Koussevitzky quien persuadió a Scriabin a fin de que regresara a Moscú en 1909 y estrenara en Rusia su Poema del Éxtasis. El enorme éxito que consiguió la obra tanto en Moscú como en San Petersburgo, con Felix Blumenfeld adelante de la orquesta, transformó a Scriabin en entre los músicos de vanguardia mucho más esenciales de su país.

Poco después decidió regresar a Bruselas, donde se concentró en la composición de Prometeo, obra orquestal donde probó a integrar un juego de luces de colores que acompañara la interpretación de la partitura. La obra fue estrenada sin la iluminación en 1911 en Moscú, y desde ese instante Scriabin volvió a centrarse en la escritura de proyectos para piano. Entre ellas resaltan sus cinco últimas sonatas, que constan de un solo movimiento y en las que hace aparición su deseo de distanciarse del sistema tonal. En la visita a Londres que efectuó en 1914 le apareció una herida en el labio superior que se le inficionó. Esto dio rincón a la septicemia que le ocasionaría la desaparición un año después. Su última aparición públicamente sucedió en San Petersburgo el 2 de abril de 1915.

La obra de Scriabin

Sus inicios estuvieron influidos por Chopin y el Romanticismo tardío, y a ese periodo inicial forman parte sus proyectos para piano hasta el Op. 29, ámbas primeras Sinfonías y el Concierto para piano. Pero su búsqueda de una expresión estática y contemplativa, que se corresponde con una concepción religiosa y mística del arte, lo fue aislando de la música de sus contemporáneos; compuso entonces la cuarta Sonata y la tercera Sinfonía.

Desde 1907 prima en su obra la iniciativa mesiánica de la función salvadora de la música; brotan de esta manera el Poema del éxtasis, las seis últimas Sonatas y Prometeo. Esta última obra había de ser interpretada acompañada por un juego de luces y para esto logró crear un órgano que generaba colores al accionarlo. Su interés por la asociación entre sonidos y colores fue fruto de diálogos con Rimsky-Korsakov y Rachmaninov, quienes asimismo experimentaban la sinestesia de color y música que propugnaba Scriabin.

Alexander Scriabin creía en la regeneración de todo el mundo mediante un cataclismo. Tras este brotaría un nuevo Nirvana que combinaría todas y cada una de las artes y se dirigiría a todos y cada uno de los sentidos; por eso planeara una "ópera filosófica" cuyo título iba a ser Mysterium. En ella pretendía juntar la música, la poesía, la danza, los juegos de luces y hasta los perfumes, y había aun escogido un templo hindú cerca de Darjeeling para su interpretación, que jamás sucedió. La sección musical iba a integrar coros, voces solistas, orquesta y al propio Scriabin como pianista en el centro. En un principio la obra Prometeo iba a ser incorporada a este ambicioso emprendimiento, pero al final Scriabin desechó la iniciativa y compuso la obra Acte préalable en forma de preámbulo para Mysterium.

Otra de las peculiaridades de la música de Scriabin es su incesante empleo de acordes de dominante, que dejan al oyente en un estado de expectación gracias a la tensión armónica que causan, lo que para la poética del compositor simbolizaba el deseo. Otro de sus acordes preferidos era el llamado "acorde místico", apoyado asimismo en una armonía de dominante y en acordes de sexta, y que el compositor empleó en varias oportunidades desde 1908.

Tras la Primera Guerra Mundial, el estilo de música que practicaba Scriabin cayó en el olvido a favor del de músicos como Stravinsky, que coparon el interés del público; pero años después se efectuó una perfeccionada revisión de su obra que dejó ver con objetividad sus méritos y logros. Entre sus fieles se encuentran Serguéi Prokofiev, Karol Szymanowski y, singularmente, Olivier Messiaen, quien asimismo combinaría de manera deliciosa la sensualidad con el misticismo.

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