La historia del mundo la narran los hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela sociedad, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a más seres humanos o formando parte de la acción. Alexander Alekhine es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Alexander Alekhine es comprender más acerca de una época concreta de la historia de la humanidad.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Alexander Alekhine, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Alexander Alekhine, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Alexander Alekhine, aquellas personas a quienes de un modo u otro Alexander Alekhine influyó, y por supuesto, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Alexander Alekhine.
(Alexandre o Alexander Alexándrovich Alekhine; Moscú, 1892 - Estoril, 1946) Ajedrecista francés de origen ruso que fue vencedor de todo el mundo de ajedrez a lo largo de 17 años, en 2 periodos distintas (1927-1935 y 1937-1946).
Era hijo de Alexandr Alekhine, viejo gobernador de Veronea (Cáucaso), mariscal de nobleza y bien conocido por el zar Alejandro III de Rusia, y de A. Prokhoroff, hija de un poderoso industrial. Alekhine estudió en la Escuela Imperial Superior de Leyes para Nobles y asimismo en la Escuela Militar, las dos en San Petersburgo. A los once años de edad se interesó por el ajedrez, y consiguió la categoría de profesor a los diecisiete (1909) y de enorme profesor a los veintidós (1914).
A esta edad concluyó sus estudios de leyes y empezó a trabajar para el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Mientras Alekhine se encontraba en un torneo de ajedrez en Mannheim (Alemania), reventó la Primera Guerra Mundial, y él y otros ajedrecistas rusos (Bogoljubov, Ravinovitch y otros) fueron retenidos en el campo de Rastatt. Alekhine, que aprovechaba el tiempo de prisión jugando sin tablero con Bogoljubov, fue liberado a fines de año merced a las necesidades de su familia por medio de la Cruz Roja Internacional.
Vuelto a Rusia, se incorporó a la Cruz Roja rusa, y fue dificultosamente herido en 1916 en Galitzia (de hoy Polonia, entonces una parte de Austria-Hungría). Fue condecorado múltiples ocasiones por su accionar a lo largo de la guerra: Cruz de San Estanislao, Cruz de San Jorge y medalla de la Cruz Roja. La Revolución Rusa (1917) arruinó a sus progenitores y acabó con su solamente desempeñada carrera diplomática; si bien continuó a lo largo de cierto tiempo en la Unión Soviética (en 1920, a los veintiocho años, ganó el campeonato soviético), terminó por abandonarla en 1921; según lo que parece, había estado encarcelado en Odessa (Ucrania) en 1920.
Alexander Alekhine se trasladó a Francia, donde se doctoró en la Facultad de Derecho de la Universidad de París; sin embargo, jamás ejercitó la profesión. En 1927 se nacionalizó francés y consiguió el campeonato mundial de ajedrez al ganar al cubano José Raúl Capablanca en Buenos Aires; los dos disputaron 34 partidas, con seis victorias para Alekhine y tres para Capablanca (las sobrantes 25 partidas terminaron en tablas).
En 1929 y 1934 defendió el título frente su viejo popular Bogoljubov, al que derrotó en las un par de ocasiones. Sin embargo, en 1935 no ha podido retenerlo al perder con el holandés Max Euwe; lo recobró en oposición al mismo contrincante en 1937, y preservó el título hasta su muerte en 1946. En 1939 empezó la Segunda Guerra Mundial, y Alekhine estaba en esta ocasión en Buenos Aires, participando en la Olimpiada; volvió a Francia y también ingresó en el ejército como intérprete.
Tras la derrota francesa en 1940, pasó por enormes adversidades económicas; trató de moverse a América, pero no consiguió permiso y subsistió, como otros muchos ajedrecistas, participando en distintos campeonatos de ajedrez festejados en Alemania, la Europa ocupada y en la Península Ibérica. Por ello fue acusado de simpatía hacia el nazismo, pero él se defendió realizando ver su falta de medios para vivir; reconoció la simpatía que le tuvo Hans Frank (gobernador nazi de Polonia entre 1939 y 1944), pero enseñando que fue de esta forma por la afición de este al ajedrez, y solo hasta el momento en que él protestó por la ejecución en 1942 del judío polaco y ajedrecista David Przepiorka.
Marcado por la dificultad económica, las acusaciones, el desastre de ámbas guerras mundiales y con el hígado despedazado por el alcohol, malvivió los últimos años de su historia. Jugó varias ocasiones (campeonatos y exhibiciones de partidas simultáneas) en España, y ciertas en la vecina Portugal. En este país, de donde era natural su amigo Francisco Lupi (asimismo ajedrecista y la última persona que charló con él), murió Alekhine mientras que comentaba una partida del campeonato de España del año previo. Su cuerpo estuvo múltiples días sin sepultar hasta el momento en que la Federación Portuguesa de Ajedrez se responsabilizó de él; en su entierro en el cementerio de Estoril solamente hubo ciertos apasionados.
El reconocimiento hacia su persona llegó diez años después, en el momento en que la Federación Internacional de ajedrez (FIDE) y las federaciones francesa y rusa trasladaron su cuerpo al cementerio de Montparnasse (París); estuvieron presentes su hijo, esenciales ajedrecistas (Petrosian, Spassky y otros), el presidente y vicepresidente de la FIDE y el embajador ruso en Francia.
De juego riesgoso y ofensivo, Alekhine fue de los mejores ajedrecistas de la historia: ganó 49 campeonatos y jugó 1.024 partidas (ganó 641, logró tablas en 295 y perdió 88); tres de los campeonatos que ganó (1924, 1925 y 1933) eran los torneos mundiales de ajedrez jugados a ciegas. Contribuyó asimismo al avance de la teoría ajedrecística con estudios sobre aperturas, juego de situaciones y finales de partida. Escribió Mis mejores partidas de ajedrez 1908-1923 (1927) y Mis mejores partidas (1939).
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