Alberto Santos Dumont

Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Alberto Santos Dumont es una de esas personas cuya vida, realmente, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Alberto Santos Dumont es conocer más acerca de una época concreta de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que detentó Alberto Santos Dumont en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que estuvo en la tierra fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Alberto Santos Dumont, sino que a lo mejor produjo una huella mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Alberto Santos Dumont de forma personal.Alberto Santos Dumont fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Alberto Santos Dumont, cautivan nuestro interés, tienen que valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Alberto Santos Dumont, el motivo por qué Alberto Santos Dumont vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Alberto Santos Dumont

(Cabangu, 1873 - Guarajuá, 1932) Pionero de la aviación brasileiro cuyos logros en el diseño y construcción de dirigibles antecedieron a los de Ferdinand von Zeppelin. Perteneciente a una familia adinerada, Alberto Santos Dumont fue educado en París, localidad donde transcurrió prácticamente toda su vida, y verdadero centro de actividad de las primeras vivencias aéreas. En 1898 efectuó su primer intento de ascensión en un globo esférico llamado Brasil, dotado de un pequeño motor de explosión. Con su segundo globo, La Musique, ganó un premio del Aero-Club parisino al llevar a cabo un vuelo de 22 horas a mucho más altura que sus contendientes.

Convencido de que la manera esférica no era la correcta para la navegación aérea a motor, adoptó la manera casi-cilíndrica caracteristica de los dirigibles; de este modo edificó el Santos-Dumont nº 1, de 25 m de longitud y con 600 m3 de hidrógeno, con el que efectuó 2 pruebas el 18 de septiembre de 1898, modelo al que prosiguió Santos-Dumont nº 2, con una hélice de Aluminio accionada por un pequeño motor de 2,5 CV cuyas vibraciones se reducían fijándolo en largas vigas, y en el que el aeronauta se sentaba sobre un fácil sillín de bicicleta. Otros 2 modelos, variantes del previo menos agraciadas, se edificaron el año siguiente.

Los pobladores de la Ciudad Luz se habituarían próximamente a las hazañas, aproximadamente airosas, de este vanguardista. En 1901, con su Santos-Dumont nº 5, recorre la distancia que divide su taller en el distrito 15 de la región con la torre Eiffel, pero debe posarse (de todos modos la maniobra radica en aferrarse a duras penas con el bastón a la copa de los árboles según detallan los documentos gráficos) sobre el parque Rotschild gracias a un imprevisto viento en contra. Un mes después su dirigible se desinfla sobre un edificio de la ciudad más importante, y si bien del incidente solo resulta indemne el motor, sale ileso de manera prodigiosa.

Hallarse al aviador en cualquier calle parisina reparando sus dirigibles se transforma en una escena frecuente, y Santos-Dumont termina transformado en el personaje de tendencia: su escasa estatura no le impide granjearse los favores de las damas de la alta sociedad, y también impone la tendencia de los cuellos altos de camisa y el sombrero panamá. El 4 de noviembre gana un premio de cien.000 francos que dona íntegramente a los obreros y pobres de París (que acostumbran a asistirlo en las tareas de reparación) al llevar a cabo un viaje de ida y vuelta cerca de la torre Eiffel con el Santos-Dumont nº 6. En 1903 comunica que su dirigible Nº diez va a poder transportar 12 usuarios a un precio dependiendo del peso de cada uno de ellos: un franco por kilo.

Poco tiempo después decidió dejar la construcción de dirigibles y emprendió la carrera de los aviones. Así, con el llamado Nº 14 bis estableció una marca de 220 metros de paseo a unos seis metros de altura el 12 de noviembre de 1906. El llamado Demoiselle nº 19, construido en 1907, aparato increíblemente ligero fabricado en bambú y seda, logró batir en 1909 la marca de despegue, estableciéndola en 70 metros.

Un año después, al manifestarse los primeros síntomas de una esclerosis en placas, decidió dejar de volar. Su carácter se volvió agrio y depresivo. Regresó a su patria el 3 de marzo de 1928, y lo que había de ser una celebración se transformó en una espantosa catástrofe, ya que el hidroavión fletado por el gobierno brasileiro, que con el nombre de Santos-Dumont debía llevar a cabo un vuelo de recibimiento sobre el buque en el que arribaba el aviador transportando a distintas personalidades, cronistas y integrantes de la intelectualidad, explotó en vuelo. Santos-Dumont, ahora muy enfermo, se derrumbó. Víctima de fuertes depresiones desde ese momento, se colgó en su vivienda de Guaryja a los 59 años de edad.

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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de una persona como Alberto Santos Dumont, que poseyó su importancia en un momento concreto de la historia, es imprescindible intentar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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