Alberto Fujimori

La historia de las civilizaciones la escriben los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado quela civilización, de un modo u otro,avance.

Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Alberto Fujimori es una de las personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Alberto Fujimori es comprender más sobre época determinada de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la trascendencia que tuvo Alberto Fujimori en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Alberto Fujimori, sino que quizá dejó una señal mucho más honda de lo que podamossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Alberto Fujimori en persona.Alberto Fujimori fue una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Alberto Fujimori, seducen nuestro interés, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Alberto Fujimori, el motivo por qué Alberto Fujimori vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Alberto Fujimori

(Alberto Kaynia Fujimori; Lima, 1938) Político peruano, presidente de Perú entre 1990 y 2000. Fundador de la agrupación Cambio 90, ganó las selecciones de presidentes de 1990, venciendo a Vargas Llosa, y puso en marcha un duro plan de ajuste para mitigar la grave coyuntura económica. El 5 de abril de 1992, con el acompañamiento del ejército, encabezó un autogolpe y disolvió el parlamento. Después de sofocar un intento de contragolpe protagonizado por múltiples militares (13 de noviembre), convocó unas selecciones (6 de diciembre de 1992) para un llamado Congreso Constituyente Democrático, que fueron boicoteadas por los partidos habituales de país.

La victoria en ellas de la agrupación Nueva Mayoría-Cambio 90 dejó a Fujimori legitimar su golpe para derrocar al gobierno y llevar a cabo una exclusiva constitución acorde con su política. En los comicios de 1995 resultó reelegido por mayoría absoluta; bajo su segundo orden el país experimentó un desarrollo económico destacable, si bien debió enfrentar capítulos como el rapto y la posterior liberación de rehenes en la embajada de Japón en Lima (diciembre 1996-abril 1997). En el año 2000 fue de nuevo escogido, pero las demandas de corrupción forzaron su dimisión en el mes de noviembre del mismo año.

Biografía

Descendiente de emigrantes nipones, Alberto Fujimori nació en Lima el 28 de julio de 1938. Estudió en el instituto Nuestra Señora de la Merced y en la Gran Unidad Escolar Alfonso Ugarte de Lima. En 1957 ingresó a la Universidad Nacional Agraria de La Molina. En 1984 fue nombrado decano de la Facultad de Ciencias de esa facultad, de la que poco después fue escogido rector.

A inicios de 1990 llegaba a su fin el gobierno de Alan García Pérez, que se caracterizó por una grave crisis económica, el aumento de la crueldad terrorista y el descrédito de las fuerzas políticas. Para ese año, el número de aspirantes fue elevado y el género de contienda electoral fue muy combativa. En la campaña se confrontaron en primera y segunda vuelta el respetado literato Mario Vargas Llosa, por el Frente Democrático, y el hasta el momento irreconocible ingeniero Alberto Fujimori como cabeza de Cambio 90, capacitación política que Fujimori había fundado en 1989. La feroz operación de desprestigio liberada contra el candidato opositor y las promesas electorales que Fujimori repetía en su lema electoral ("honradez, tecnología y trabajo"), favorecieron a este último, que salió vencedor en las selecciones en general de 1990.

Sin plan de gobierno y bajo demandas de evasión de impuestos y supones de su nacionalidad de Japón, el nuevo presidente juramentó el cargo por un periodo de cinco años el 28 de julio de 1990. Una de las primeras medidas adoptadas por su gobierno fue la realización de un fuerte ajuste económico que a lo largo de su campaña electoral había prometido eludir. Tras una premeditada campaña de desprestigio contra el Poder Judicial y el Congreso, al que se acusaba de producir ingobernabilidad y entorpecer las medidas primordiales para ordenar el Estado, Alberto Fujimori y las Fuerzas Armadas brindaron el 5 de abril de 1992 un golpe para derrocar al gobierno que derogó la Constitución de 1979, cerró el Congreso y también intervino el Palacio de Justicia. El golpe se había inspirado en el llamado "Plan Verde", archivo elaborado en 1988 por un conjunto de militares descontentos con el gobierno de García.

La población, ilusionada con el "Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional", como se le llamó, y frente a la creciente amenaza de los conjuntos terroristas Sendero Luminoso (SL) y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), apoyó en su enorme mayoría la medida. Tras no muchas manifestaciones, la OEA aceptó velozmente la situación y no puso mayores objeciones al nuevo régimen. Se conformó entonces el llamado Congreso Constituyente Democrático (CCD), el que realizó la Constitución de 1993, que dejaba la reelección presidencial instantánea, en contraste a la 1979, que la prohibía.

La atrapa del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, en el mes de septiembre de 1992, producto de la tolerante tarea del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la policía, que venía haciendo un trabajo a cargo del coronel Benedicto Jiménez desde 1988, significó el comienzo del derrumbe de este conjunto subversivo, lo que fue aprovechado por el gobierno de Fujimori con fines electorales. Poco después, en el mes de noviembre de 1992, fue abortado un intento de cuajo protagonizado por un conjunto de militares dirigidos por el general Enrique Salinas Sedó, que procuraban establecer nuevamente la institucionalidad democrática. Al darse cuenta del hecho, y como acto premonitorio, Fujimori se dirigió en compañía de su familia a la embajada del Japón en Lima.

Pasados los primeros cinco años de gobierno, el Perú registraba geniales índices de desarrollo económico, una mayor seguridad en la viabilidad política y un mayor respeto por las instituciones públicas. En este contexto conveniente, Fujimori resultó vencedor en las selecciones de presidentes efectuadas en 1995, tras vencer al ex--secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar, que se presentó a los comicios electorales como cabeza de Unión por el Perú. La mayoría parlamentaria oficialista aprobó la ley 26657, llamada "Ley de Interpretación Genuina", que pretendía justificar la postulación de Alberto Fujimori a un tercer periodo presidencial. Es decir, se interpretaba el segundo gobierno de Fujimori (1995-2000) tal y como si fuera el primero, basándose en la no retroactividad de las leyes.

Entre los hechos mucho más esenciales que tuvieron rincón a lo largo del segundo gobierno fujimorista fue la toma de la vivienda del embajador japonés por la parte de un comando del MRTA dirigido por Néstor Cerpa Cartolini y también que viene dentro por 14 subversivos (entre ellos 2 mujeres), en el último mes del año de 1996. La enorme mayoría de los rehenes fueron liberados en los días siguientes, con lo que han quedado 172 personas secuestradas. Cuatro meses después, y tras amplias negociaciones, un comando del ejército liberó a los rehenes, en una operación que dejó como saldo la desaparición de un rehén, la de 2 militares y todos y cada uno de los subversivos.

Más tarde, en el mes de junio de 1997, tres jueces del Tribunal Constitucional (Delia Revoredo, Manuel Aguirre Roca y Guillermo Rey Terry) que habían proclamado inconstitucional la "Ley de interpretación Genuina", fueron arbitrariamente depuestos por la mayor parte oficialista del Congreso. En los años siguientes, la crisis económica, el marcado acento autoritario del presidente y los poco a poco más sonados casos de corrupción en el gobierno acabaron por minar la probabilidad y popularidad de Fujimori.

En el año 2000 Fujimori logró ser reelegido, pero esta tercera decisión presidencial fue fuertemente criticada dentro y fuera del Perú por las basadas demandas de estafa. La situación se agudizó con el hallazgo de las corruptelas de su mano derecha, Vladimiro Montesinos. El vídeo en el que se observaba con nitidez de qué forma Montesinos (asesor del presidente y jefe de los servicios misterios) sobornaba al miembro del congreso opositor Alberto Kouri recorrió las cadenas de televisión de todo el planeta. Sobre el que había sido a lo largo de años hombre de seguridad del presidente recayeron acusaciones de blanqueo de dinero, narcotráfico, contrabando de armas y asesinato. Montesinos escapó del país, y la tormenta política terminó ocasionando la dimisión del propio Fujimori, la detención por corrupción de una gran parte de sus ministros y personalidades de su ambiente, y el autoexilio de Fujimori en Japón (noviembre de 2000).

En 2001, tras la atrapa de Montesinos, las autoridades judiciales acusaron a Fujimori de cargos de corrupción, violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Tras múltiples pedidos de extradición por la parte del gobierno peruano a su homólogo japonés (que fueron denegados), en el mes de noviembre de 2005 Fujimori llegó de manera inopinada a Santiago de Chile, donde fue detenido y puesto en independencia condicional bajo fianza seis meses después.

En septiembre de 2007 la Corte Suprema de Chile aprobó su extradición a Perú, donde la Justicia inició inmediatamente el primer desarrollo en contra suya. El 7 de abril de 2009 el Tribunal Supremo de Perú condenó a Fujimori a veinticinco años de prisión, al encontrarlo responsable directo del asesinato de veinticinco personas y de 2 raptos, crímenes perpetrados a lo largo de su primer orden presidencial. Otro juicio, festejado sumariamente en tres días a fines de septiembre de 2009, halló a Fujimori culpable de los delitos de espionaje telefónico, compra de medios y sobornos a parlamentarios, por los que se le condenó a otros seis años de prisión.

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