La historia del mundo la narran los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela humanidad, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a más seres humanos o formando parte de la acción. Alberto Durero es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Alberto Durero es conocer más acerca de etapa determinada de la historia del ser humano.
Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Alberto Durero, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo sustancial para que podamos valorar no sólo la existencia de Alberto Durero, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Alberto Durero, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Alberto Durero influenció, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Alberto Durero.
Vida y Biografía de Alberto Durero
(Albrecht Dürer; Nuremberg, de hoy Alemania, 1471 - id., 1528) Pintor y grabador alemán. Fue indudablemente la figura más esencial del Renacimiento en Europa septentrional, donde ejercitó una gran predominación como transmisor de las ideas y el estilo renacentistas, mediante sus grabados. Se formó en una escuela latina y recibió entendimientos sobre pintura y grabado mediante su padre, orfebre, y de Michael Wolgemut, el pintor más importante de su localidad natal.
Como era frecuente en la temporada, al terminar sus estudios efectuó un viaje, que lo llevó a distintas ciudades de Alemania y a Venecia (1494), localidad a la que retornaría entre 1505 y 1507 y en la que recibiría las influencias de Andrea Mantegna y Giovanni Bellini, aparte de absorber los principios del humanismo. Previamente había contraído matrimonio y abierto un taller en su Nuremberg natal, donde se dedicó a la pintura (Retablo Paumgärtner) y más que nada al grabado.
A esta temporada forman parte las series de grabados El Apocalipsis, La Gran Pasión y la Vida de la Virgen, comúnes en lo que se refiere a temática pero revolucionarios con lo que tiene relación a su concepción y su dificultad técnica. Las figuras, plenas de expresividad, son esculturales y están establecidas por una multitud de datos. La meticulosidad es exactamente entre los aspectos relevantes del estilo de Durero, carácter que probablemente heredara del trabajo paterno.
Tras su segunda estancia en Italia, pintó ciertas proyectos de enormes dimensiones como El calvario de los diez mil, en las que incorporó la riqueza del colorismo veneciano en creaciones de enorme dinamismo y llenas de figuras. También por entonces pintó las figuras de tamaño natural de Adán y Eva, parte clave de su creación artística.
Tal era su popularidad que fue nombrado pintor de corte del emperador Maximiliano I de Habsburgo (1512); asimismo el emperador Carlos V lo demandó. De Maximiliano efectuó retratos de carácter, animados por la riqueza y pluralidad de las texturas, que rivalizan en perfección con los distintos autorretratos del pintor, quizá lo mucho más popular de su obra. Alberto Durero agradó de retratarse a sí mismo desde la temprana edad de trece años y sostuvo siempre y en todo momento esta práctica, reflejo del nuevo interés renacentista por el hombre, y de manera especial el artista.
No obstante, son los grabados las realizaciones en que dio una exhibe mucho más racional de su genio; resaltan los de 1513-1514, sobre temas imaginativos y que dejan múltiples escenarios interpretativos: El caballero, la desaparición y el demonio, San Jerónimo en su estudio y la triste Melancolía I, su obra cima como grabador, que forma una complicada alegoría sobre las adversidades con que tropieza el artista en la realización de su obra creativa.
A lo largo de los últimos años de su historia, Durero se centró en la ejecución de un retablo para su localidad natal: Los 4 apóstoles. Esta obra, de enormes dimensiones y también profundo colorido, refleja el trabajo de una vida, particularmente los varios estudios que había hecho sobre las des y la monumentalidad de la figura humana.
Se recuerdan asimismo como proyectos de un profesor ciertos de sus dibujos de plantas y animales, tal como las acuarelas pintadas por puro exitación desde panoramas que había contemplado a lo largo de sus viajes, y los dibujos de gentes y sitios de los Países Bajos, que forman un testimonio histórico imperceptible. Erasmo de Rotterdam le dedicó la mejor alabanza que un humanista podía llevar a cabo de un pintor, al explicarlo como el «Apeles de las líneas negras».
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Alberto Durero, que tuvo su importancia en un momento histórico concreto, es vital intentar ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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