Ya sea inspirando a otros o tomando parte de la acción. Albert Costa es una de las personas cuya vida, en efecto, merece nuestro interés por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Albert Costa es conocer más acerca de periodo preciso de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la importancia que detentó Albert Costa en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para las personas que frecuentaron a Albert Costa, sino que a lo mejor produjo una huella mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Albert Costa en persona.Albert Costa ha sido una persona que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Albert Costa, atraen nuestro interés, deben valernos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Albert Costa, el motivo por el cual Albert Costa vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(Lleida, 1975) Tenista español. Albert Costa Casals nació en Lleida el 25 de junio de 1975 en el seno de una familia de clase media, que dirigía una tienda de ropa. Como era bastante travieso, su padre, Jordi Costa, un con pasión del tenis, lo anotó al lado de su hijo primogénito, llamado asimismo Jordi, en el Club de Tenis Urgell, con el propósito de que los pequeños estuviesen ocupados todos los sábados.
Tenía solo cinco años y Albert comenzó a aficionarse a la raqueta. Poco a poco esa actividad por el momento no se redujo a los fines de semana y salió ampliando a otros días, hasta el momento en que el directivo del club, Josep Tutusaus, que había descubierto asimismo a Conchita Martínez, comentó a los progenitores que tenían un hijo con madera de vencedor y que debían mandarlo a Barcelona para impulsar su progresión. Lo mismo pensaba la Federación Española en 1988, pero se halló con la oposición inicial de la madre, Rosa Casals, que frenó la marcha del benjamín.
Finalmente, la madre cedió, y con catorce años Albert ingresó como de adentro en la vivienda Blume de la Ciudad Condal, donde se mima a los futuros vencedores de distintas disciplinas deportivas. Aquel mismo año de 1989 el joven tenista dio la razón a quienes apostaban por él y se proclamó vencedor infantil de España en Zaragoza.
En aquella temporada la Federación montó un conjunto en torno a Jordi Bardou que terminó integrándose en el llamado Grupo Bimbo, comandado por Manuel Orantes y Javier Duarte. En aquella hornada resaltaban, entre otros muchos, aparte de Costa, Alberto Berasategui y Àlex Corretja, quien se transformó en su mejor amigo.
Dedicación total al tenis
Además de increíble tenista, Albert era asimismo un óptimo estudiante. Pero se vio obligado a dejar los estudios en tercero de BUP por un viaje a Milán que le impidió examinarse de 2 materias, con lo que, con dieciséis años, tanto él como sus entrenadores convinieron que las obligaciones de un joven tenista solicitado por todos lados eran incompatibles con los estudios.
En su etapa júnior fue consolidándose como entre los tenistas a tener en consideración. En 1993 disputó la final de Roland Garros, que ganó, no obstante, su amigo Roberto Carretero, a quien poco después Albert derrotaría en la final de la Orange Bowl conmemorada en Miami, con lo que se proclamó vencedor diligente de todo el mundo en categoría júnior.
En 1994 brincó al circuito profesional, debutando en el premio Conde de Godó. Aunque no ganó título alguno, alcanzó tres semifinales (Estoril, Praga y Bucarest) y fue escogido el más destacable principiante de la temporada: había iniciado el año en el puesto 221 y lo acabó en el puesto 52. Además, en Estoril, había logrado su primera victoria sobre un top ten, Sergi Bruguera.
Tras su paso al profesionalismo debía corroborar las esperanzas. Su progresión fue continua, pero no alcanzaba ese punto mágico para llegar como mucho prominente. Llegó a figurar entre los diez mejores de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y a ser el más destacable español a lo largo de 2 temporadas, pero la gloria de París le proseguía siendo sortea.
Aun de esta forma, en 1995 se afianzó como de los mejores en tierra batida al vencer a Thomas Muster en su país, en la final del torneo de Kitzbühel, rompiendo de este modo una racha de veinticuatro finales ganadas por el austriaco en tierra batida. Fue el primer título del español en el circuito profesional.
La carrera por los premios
En 1996 concluyó la temporada como número uno de España, habiéndose adjudicado tres títulos del circuito de la ATP. El 21 de abril de 1997, tras su victoria en Barcelona, ascendió al puesto número nueve del top de la ATP, con lo que formaba parte por vez primera del top ten. Pero proseguía sin hallar un enorme título como sus amigos Moyà, Berasategui o Corretja, a quienes superaba en disputas nacionales. Entonces, tras impedirle el chileno Marcelo Ríos su progresión en el Roland Garros de 1998, se ha dicho: "Mis amigos lo alcanzan, ¿por qué razón no yo?." Y aumentó el ritmo de adiestramientos. A pesar de esto, la temporada 1999 resultó prácticamente estéril.
Si bien 2000 fue un año en blanco en lo que se refiere a títulos particulares (en Roland Garros se quedó a las puertas de las semifinales), su trayectoria quedó marcada por la medalla de bronce conseguida al lado de Corretja en los Juegos Olímpicos de Sydney. En el campo individual, en la localidad australiana no llegó lejísimos, por el hecho de que en medio de una competición recibió una llamada de su compañera sentimental anunciándole que había sido padre de gemelas.
En diciembre de aquel año formó una parte del aparato español que se adjudicó la primera Copa Davis, que desató el desvarío en el país.
En 2001 se replanteó su trayectoria deportiva y contó con el acompañamiento del entrenador Josep Perlas, la mujer de este, Ana Puentes, sicóloga, y el preparador físico Toni Estalella. El acompañamiento de su pareja y de sus 2 hijas fue asimismo un revulsivo para no desfallecer en el sendero.
Todo ello le indujo a ofrecer un salto cualitativo en su trayectoria. Ana Puentes le asistió a que, sin parar de pensar en sus hijas, se centrara mucho más en la pista, y el preparador físico lo sometió a duras sesiones de gimnasio con tablas concretas que mejoraron su servicio y otras caracteristicas del juego. Por su parte, Perlas logró, como le había pedido Albert, que potenciara facetas concretas de su juego.
El triunfo: Roland Garros
En 2002 fue ahora el más destacable español en el Open de Australia, donde alcanzó los octavos de final. Llegó a la tierra batida alcanzando los cuartos en Montecarlo y la final en Barcelona. Su seguridad fue en incremento y ganó múltiples títulos hasta llegar a París, donde en Roland Garros derrotó a Gustavo Kuerten y a Corretja, y, en la final, a Juan Carlos Ferrero, el enorme preferido. Hasta entonces, había logrado once títulos particulares.
Su victoria en París tuvo enorme resonancia en su tierra natal pero asimismo en su localidad adoptiva, Barcelona, donde fue honrado en el Palau de la Generalitat y en el municipio. A partir de ese instante, Costa pasaba a transformarse en un líder del tenis mundial.
No asistió a Wimbledon pues, poco tras ganar el que era su primer torneo del Grand Slam (que lo aupó al segundo puesto del top mundial), contrajo matrimonio con la madre de sus 2 hijas, Alma y Claudia. Albert había popular a la que sería su mujer, Cristina Ventura, en el mes de septiembre de 1996, en Tarragona, donde el aparato español de Copa Davis se jugó su regreso al Grupo Mundial frente Dinamarca. Fue el principio de una relación que transcurrido un tiempo fue afianzándose. El 14 de junio se festejó el link en las Termas de Montbrió (Cambrils, Tarragona), donde Àlex Corretja y su mujer, Marta Cors, ejercitaron de presentes.
Albert medró idolatrando al tenista John McEnroe, pero con el pasar de los años sus ojos se han fijado en otros ases de todo el mundo del deporte, como el baloncestista Michael Jordan, el golfista Tiger Woods y, pues es un enorme aficionado al fútbol como su amigo Corretja, en el futbolista Ronaldo, con quien compartió salidas en el momento en que el brasileiro militaba en el F. C. Barcelona, su aparato favorito al lado del Lleida. Por lo demás, su dedicación al tenis y a su familia le impide agradar otras aficiones como la lectura, el cine y jugar partidillos de fútbol con los amigos.
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Por eso, si eres de las personas que confían en que de modo colaborativo se puede elaborar algo mejor, y posees información sobre la vida de Albert Costa, o con respecto a algún faceta de su personalidad u creación que no se observe en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Albert Costa, que tuvo su trascendencia en un momento histórico concreto, es indispensable tratar de brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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