Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo parte de la actuación. Alaska [Olvido Gara] es una de esas personas cuya vida, realmente, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Alaska [Olvido Gara] es conocer más sobre periodo preciso de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que tuvo Alaska [Olvido Gara] en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Alaska [Olvido Gara], sino que quizá legó una huella mucho más insondable de lo que logremosfigurar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Alaska [Olvido Gara] personalmente.Alaska [Olvido Gara] fue una persona que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Alaska [Olvido Gara], personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos apreciar no sólo la existencia de Alaska [Olvido Gara], sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Alaska [Olvido Gara], personas a quienes de de una forma u otra Alaska [Olvido Gara] influyó, y sin duda, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Alaska [Olvido Gara].
(Olvido Gara Jova; México D.F., 1963) Cantante de españa de origen mexicano. Figura primordial de la llamada movida madrileña, su intranquiliza trayectoria la llevó a fundar y a veces dirigir una sucesión de triunfantes conjuntos musicales (Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides, Alaska y Dinarama, Fangoria) que aparecen entre lo mucho más granado de la historia reciente del pop español.
El primero de ellos, Kaka de Luxe, se produjo en un colectivo punk al que pertenecían Alaska (que a los diez años se había movido a Madrid con su familia) y Fernando Márquez "El Zurdo". Ambos fueron el núcleo de una idea a la que se adherirían Enrique Sierra (voz), Nacho Canut (bajo), Carlos García Berlanga (guitarra), Manolo Campoamor (voz), y, algo después, Pablo Martínez (batería)
Su primera actuación directamente sucedió en el mes de noviembre de 1977 en el pub People, en el vecindario madrileño de Argüelles. Publicaron su primer disco en el primer mes del verano de 1978, poco tras formar parte en el Villa de Madrid, popular certamen ordenado por el municipio de la ciudad más importante; llegaron a la final y han quedado segundos, frente a la sorpresa de todos y cada uno de los presentes, que aguardaban que se llevaran el primer premio. Diversos causantes fueron desintegrando el conjunto, que daría sus últimos recitales en el mes de julio exactamente el mismo año, si bien no se disolvieron de manera oficial hasta noviembre de 1978.
Kaka de Luxe fue el detonante de una original y gloriosa eclosión de bandas que sucedió en el contexto de la movida: empezó en Madrid y se extendió con velocidad a todo el país en el comienzo de la década de los ochenta. El panorama musical de aquella temporada en España incluía rock duro, restos del rock de los setenta en sus facetas mucho más decadentes y música disco; el punk fue el revulsivo que rompió el tedio de final de los setenta. Kaka de Luxe fue un conjunto punk en sus formas, más allá de que su música no llegaba al punk tradicional de The Ramones o los Sex Pistols, y navegaba en un lote algo mucho más pop. Esto, unido al estilo jocoso de las letras, logró que ese puñado de canciones que compusieron se transformaran prácticamente instantáneamente en tradicionales.
Tras su separación, los integrantes de Kaka de Luxe se desperdigaron por distintos conjuntos: Radio Futura, Paraíso, La Mode y Alaska y los Pegamoides. Este último reunió a Alaska, Carlos Berlanga y Nacho Canut, un trío que en aquel instante tenía enormes ideas pero todavía pocos entendimientos musicales. Pronto se les unieron Ana Curra, teclista, y Eduardo Benavente, batería.
Alaska y los Pegamoides penetró en el panorama musical español con una estética pop, patente en temas como Horror en el hipermercado, Quiero ser un bote de Colón y más que nada Otra dimensión, de las mejores canciones del pop español de siempre. Esos singles fueron modificados por Hispavox, que los había contratado en 1980. Entretanto, la imagen de Alaska adquiría mayor proyección al interpretar a una sádica artista de punk en el primer largometraje de Pedro Almodóvar, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), quizá el más destacable retrato de esos años de la movida madrileña.
El álbum de debut de Alaska y los Pegamoides, Grandes Éxitos, llegó en 1982, y no contenía ninguna de las canciones conocidas antes en single, sino más bien otras como Bailando, La tribu de las chochoni o Llegando hasta el desenlace. Después de modificar su primer álbum, Alaska y los Pegamoides se deshizo. Ana Curra y Eduardo Benavente formaron el conjunto Parálisis Permanente, de corto presencia en el panorama musical español debido al trágico incidente de circulación que terminó con la vida de Benavente, en el mes de mayo de 1983.
Dinarama brotó en un inicio como emprendimiento a solas de Carlos Berlanga y Nacho Canut. Sin embargo, en escaso tiempo admitieron nuevamente ser dirigidos por la voz y la imagen de Alaska. En ese instante pasan a nombrarse Dinarama Alaska, para figurar por último como Alaska y Dinarama. Canciones profanas (1983) fue el primer elepé del conjunto y probablemente el más destacable. Contenía un óptimo número de canciones de colosal gancho comercial; del álbum se llegaron a obtener hasta 4 singles, entre aquéllos que resaltó en especial Perlas ensangrentadas, un tradicional del pop español de los primeros ochenta.
Un año mucho más después aparecía su segundo disco, Deseo carnal, en el que Alaska y Dinarama abundaba de nuevo en el pop algo complejo pero precisamente comercial de su debut. El disco se transformó en un rotundo éxito. No es pecado (1986) solamente ofreció substanciales noticias, lo que sí ocurrió con Fan Fatal (1989), un disco en el que se apreciaba ahora la divergencia entre el pop muy elegante y de corte tradicional de Carlos Berlanga y las frivolidades para la pista de baile de las que agradan Alaska y Nacho Canut.
Alaska y Nacho formarían al final su conjunto, Fangoria. Sin dejar de tener una base pop, la novedosa iniciativa se orientaba hacia un sonido electrónico mucho más en fase de prueba. Para su primer álbum, Salto mortal (1990), contaron con la colaboración de relevantes artistas. Salto mortal agradó, pero asimismo sorprendió y ocasionó cierto estupor; tenía que ver con un disco de música tecno bien difícil de absorber por el público masivo.
Tras ello, Alaska y Nacho hicieron su sello, Metal Sonic Disco, y arrendaron una vivienda en Madrid donde instalaron una investigación de grabación, Vulcano (nombre del mundo de origen de Mr. Spock, personaje de Star Trek); una subdivisión de juegos para videoconsolas, Bleep; otra de videoclips, Vídeo Inferno; y hicieron el Club Fan Fatal, concebido no como un club de fanes al empleo, sino más bien como un medio para canjear ideas entre personas con deseos similares. El Club asimismo editaba de forma regular un fanzine con toda la especial mitología de Fangoria.
El siguiente trabajo de Fangoria fue Un día alguno en Vulcano 1.0, primera distribución de una secuencia de tres mini-álbumes. En el disco se incluyeron los singles Sálvame y El dinero no es nuestro Dios; Big Toxic y los propios Fangoria se encargaron de llevar a cabo las remezclas. Paralelamente, los infatigables Alaska y Nacho hacían otras ocupaciones. Entre 1990 y 1997 dirigieron la disco Stella, con la filosofía de llevar a cabo un club para bailar que fuera distinto cada día. Entre 1992 y 1998 dirigieron asimismo Morocco, salón de recitales y de música lounge, que abrió sus puertas en Madrid y en Buenos Aires.
El segundo capítulo vulcaniano, Un día alguno en Vulcano 2.0, se publicó en 1993, y el tercero, en 1995. En 1996 han publicado A la alegría por la electrónica, con remezclas del 3.0 efectuadas por Vanguard, Big Toxic y Culture Kultur y con Luis Paniagua tocando el sitar. Pero Fangoria se quedó sin sello para repartir su obra, y Alaska y Nacho comenzaron a trabajar de discjockey. En la temporada 94-95 trasladaron el estudio Vulcano a Londres, pero poco después lo cerraron. Lo mismo ocurrió con todas y cada una de las fragmentaciones de su pequeño emporio. Sólo sobrevivió el Club Fan Fatal, que todos los años editaba discos con ediciones de diversos conjuntos y artistas.
En 1999 han publicado el festejado Una temporada en el infierno, producido por Carlos Jean y mejor disco del año para prácticamente toda la crítica enfocada. De él se extrajo como single Electricistas, una canción-himno con carices de transformarse en un tradicional. Tras el éxito de Una temporada en el infierno, el matrimonio artístico que forman Alaska y Nacho Canut volvió a ponerse manos a la obra para modificar en 2001 Naturaleza fallecida, un nuevo trabajo con 12 canciones cortas y bailables, montadas "para emular el efecto de una pastilla: comienza despacio, va subiendo y baja". A finales de 2002, Fangoria lanzó al mercado su álbum Hombres y, en el mes de abril de 2004, Arquitectura fugaz.
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