Las biografías y las vidas de personas que, como Ahmed Hassan Al-Bakr, seducen nuestro interés, deben valernos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Ahmed Hassan Al-Bakr, porqué Ahmed Hassan Al-Bakr vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
Vida y Biografía de Ahmed Hassan Al-Bakr
(Ahmed o Ahmad Hassan o Hasan Al-Bakr; Takrit, 1914 - Bagdad, 1982) Militar y político iraquí, presidente de la República desde 1968 hasta 1979. Nacido en una familia campesina, estudió en la Escuela de Magisterio y ejercitó como instructor en Bagdad. En 1938 ingresó en la Academia Militar y tres años después participó en la revuelta pro-alemana de Rashid Al el-Gailani contra las fuerzas británicas, con lo que fue detenido, encarcelado y expulsado del Ejército. En 1958 participó en el golpe de Estado del general Abdul Karim Kassem que derribó a la monarquía. Volvió al servicio activo, con el rango de coronel, y vio legalizada su militancia en el Partido del Renacimiento Árabe Socialista (Baaz).
El 8 de febrero de 1963 protagonizó, adjuntado con el nasserista A. S. M. Aref, un golpe de Estado que derribó y terminó con la vida de Kassem. El Consejo del Mando Revolucionario (CMR) que se formó confió a Aref la presidencia de la República y a al-Bakr la jefatura del gobierno, en el que los ministros baazistas eran mayoría. Sin embargo, próximamente brotaron 2 orientaciones en el seno del Baaz: los moderados, con al-Bakr a la cabeza, incondicionales de la unión con Egipto -en lo que coincidían con los nasseristas- y un ala extremista, que daba prioridad a la revolución socialista.
Las hostilidades reventaron entre las respectivas milicias, lo que Aref aprovechó para liberarse de tan incómodos compañeros de viaje: el 18 de noviembre el ejército, leal al presidente, se desplegó en los sitios estratégicos de la ciudad más importante y se purgó a los integrantes baazistas del CMR. Al-Bakr fue rebajado al mucho más que simbólico puesto de viceprimer ministro (hasta 1964).
Cinco años después, el Baaz se realizó con el poder: el 17 de julio de 1968 al-Bakr, asistido por militares, dio un golpe de Estado incruento que forzó a escapar al presidente A. R. M. Aref (hermano del previo, fallecido en incidente en 1966) y encabezó un nuevo CMR que lo erigió en presidente de la República, y desde el 30 de julio, en presidente y ministro de Defensa.
Al-Bakr reafirmó el carácter socialista, islámico y nacionalista del Estado, y el 21 de septiembre de 1968 decretó una constitución provisional que de esta manera lo acreditaba. En 1969 se estableció el presidencialismo y el puesto de presidente fue abolido. La seguridad de su régimen encontró con 2 óbices primordiales: las conspiraciones de elementos radicales del Baaz, con 2 tentativas golpistas, en el mes de enero de 1970 y junio de 1973, drásticamente reprimidas, y la guerra de guerrillas de los separatistas kurdos, que tras negar la oferta de autonomía llevada a cabo por al-Bakr en el mes de marzo de 1974, hubieron de cesar la pelea a causa del pacto iraco-iraní del 6 de marzo de 1975, por el que Bagdad reconocía la soberanía de Teherán sobre el Chatt el-Arab a cambio del cierre de sus fronteras a los peshmergas kurdos.
La acción exterior del gobierno de al-Bakr se enmarcó en el complejo juego de coaliciones y desavenencias de la zona, especialmente volátil en la década de los setenta. Las relaciones con el bloque soviético pasaron por inmejorables: en 1969 Iraq fue el primer país árabe en admitir a Alemania Oriental, y el 9 de abril de 1972 el presidente soviético, Alexéi Kosygin, firmó con al-Bakr en Bagdad un Tratado de Amistad y Cooperación que dejó la adquisición de enormes proporciones de armamento soviético. El 14 de mayo de ese año entraron en el gobierno 2 ministros marxistas (adjuntado con 2 nasseristas y cinco kurdos) y Al-Bakr devolvió la visita a Moscú el 14 de septiembre.
Simultáneamente alcanzaron su peor nivel las relaciones con Israel (ahorcamiento en 1969 de múltiples judíos acusados de espionaje), Kuwait (reivindicaciones territoriales) y también Irán (separación de relaciones en el mes de noviembre de 1972 a causa de la ocupación iraní de unas islas en el Golfo Pérsico), más allá de que, como ahora se ha mencionado, se alcanzó con este país un modus vivendi en 1975. De entre el planeta occidental solo Francia sostuvo vínculos ventajosos con Bagdad, que nacionalizó el petróleo el 1 de junio de 1972 -figurando entre los damnificados la vigorosa Iraq Petroleum Company- y se distinguió como el mucho más entusiasta promotor del embargo de crudo árabe a Occidente en 1973 (17 de septiembre, cima de la OPAEP en Kuwait).
El radicalismo político y la intransigencia de al-Bakr en frente de Israel le acarrearon un aislamiento en el planeta árabe, provisionalmente levantada con ocasión de la guerra contra Israel (octubre de 1973), en cuyo frente del Golán Iraq participó con una división acorazada y 50 aeroplanos de combate. Esta solidaridad con Siria y Egipto no subsistió al enfrentamiento, y en 1974 al-Bakr reprochó a los dos países por negociar con Israel. Asimismo, tras el aplastamiento realizado por el Ejército jordano de la resistencia palestina (septiembre de 1970), Iraq se unió a otros Estados árabes en la condena y separación de relaciones diplomáticas con Ammán (Charla de Trípoli, 31 de julio de 1971, entonces restablecidas en la "Charla de la Reconciliación" de El Cairo, conmemorada el 11 de septiembre de 1973).
Otras 2 manifestaciones del unilateralismo exterior de al-Bakr fueron la participación en el fallido golpe de Estado comunista contra el gobierno sudanés (julio de 1971), que le supuso la separación de relaciones con Khartoum y el distanciamiento de Libia, y la persistencia de los inconvenientes con Siria (donde regía una rama contrincante del Baaz), repentinamente agravados a causa de la intervención militar de este país en Líbano (junio de 1976).
En octubre de 1978, nuevamente un aspecto de afuera (la defección egipcia al firmar la paz con Israel) vino a resucitar la fraternidad árabe, y Bagdad y Damasco han comunicado una "carta de unión nacional". También ese año, con ocasión de la expulsión de los marxistas del gobierno, las privilegiadas relaciones con la URSS han comenzado a debilitarse a favor de EE.UU. y Arabia Saudita.
El poder real de al-Bakr fue reduciendo desde el momento en que en 1971 accediese a la vicepresidencia del CMR Saddam Hussein, reconocido como el nuevo "hombre fuerte" del régimen. Así, el 16 de julio de 1979, Saddam reemplazó formalmente a al-Bakr adelante del CMR y de la jefatura del Estado.
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