Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la importancia que detentó Adolfo Saldías en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo mientras permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para las personas que frecuentaron a Adolfo Saldías, sino que posiblemente legó una huella mucho más honda de lo que logremosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Adolfo Saldías en persona.Adolfo Saldías fue una de esas personas que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Buenos Aires, 1850 - La Paz, 1914) Historiador, político y diplomático argentino. Estudió en el Colegio Nacional y se doctoró en Derecho por la Universidad de Buenos Aires en 1874, año innovador en el que Saldías figuró en las filas de la Guardia Nacional. Seis años después, en el momento en que ocupaba el cargo de secretario de la Legación de Londres y cooperaba como redactor en el períodico La Libertad, se alistó en el ejército bajo el mando del coronel Lagos. Combatió en Puente Alsina, Flores y Los Corrales. En los próximos años ocupó diferentes puestos en la administración. En 1882 fue integrante de la Convención Provincial Constituyente. Dos años después era presidente del jurado de Contribución directa y en 1885 asesor de Educación en Belgrano.
En 1890, en el momento en que tenía un trabajo de redactor del períodico El Argentino, ingresó en la recién construída Unión Cívica y, tras el acuerdo de Mitre y Roca, se unió a los inflexibles. Posteriormente fue deportado a Montevideo con otros revolucionarios. Una vez nombrado Bernardo de Irigoyen gobernador de Buenos Aires, Saldías fue nombrado vicegobernador, puesto en el que se sostuvo desde 1902 a 1905. Más tarde fue diputado del Congreso Nacional hasta 1910. En 1912 marchó a Bolivia como enviado increíble y ministro plenipotenciario, cargo que desempeñó hasta el día de su muerte.
En su faceta de escritor podemos destacar sus proyectos Ensayo sobre la narración de la Constitución argentina, La decapitación de Buenos Aires, Ley de las Instituciones y Los Minotauros. Sin embargo, su obra más esencial, que ha disfrutado de varias ediciones, es Historia de la confederación Argentina. Para su elaboración, llevada a cabo a fines del siglo XIX, empleó los ficheros que el gobernador Rosas se llevó a su exilio en Inglaterra.
Saldías se consideró una figura característica en los anales de la civilización local. Con sus escritos logró arrimar nuevos temas, nuevos documentos y nuevos criterios a la crónica de Argentina. Este bagaje reportaje compendiado para sus estudios fue aprovechado para redactar, por encargo del gobierno de la provincia de Buenos Aires, un nuevo libro que versa sobre la historia racial y política y que sintetiza la obra previo, que se titula Un siglo de instituciones.
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