La historia universal está contada por aquellas personas queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela civilización, de un modo u otro,prospere.
Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción. Adolfo Pérez Esquivel es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Adolfo Pérez Esquivel es comprender más acerca de etapa determinada de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que tuvo Adolfo Pérez Esquivel en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo mientras estuvo en el mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Adolfo Pérez Esquivel, sino que tal vez produjo una señal mucho más vasta de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Adolfo Pérez Esquivel personalmente.Adolfo Pérez Esquivel ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Adolfo Pérez Esquivel, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa esencial para que podamos apreciar no sólo la existencia de Adolfo Pérez Esquivel, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Adolfo Pérez Esquivel, personas a quienes de de una forma u otra Adolfo Pérez Esquivel influyó, y sin duda, comprender y entender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Adolfo Pérez Esquivel.
Vida y Biografía de Adolfo Pérez Esquivel
(Buenos Aires, 1931) Artista y pacifista argentino. Se dedicó a la estatua, actividad que complementó con la docencia en la Universidad de La Plata, donde ejercitó como instructor de arte. Tras recibir un extenso reconocimiento merced a su actividad artística, desde 1971, tras una crisis espiritual, se alineó adjuntado con los seguidores de Gandhi y de la no crueldad. Fundó en 1973 el diario Paz y Justicia, que próximamente se transformó en adalid del movimiento pacifista y de defensa de los derechos humanos en el área de predominación sudamericana. Perseguido por la dictadura argentina, en 1980 se le concedió el Premio Nobel de la Paz. Años después fue designado integrante del comité ejecutivo de la reunión persistente de las Naciones Unidas sobre derechos humanos.
Licenciado en hermosas artes y doctor en arquitectura y urbanismo, Adolfo Pérez Esquivel fue instructor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata y instructor titular de estatua en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, hasta el momento en que la dictadura de Jorge Videla le cesó en 1976, tras prácticamente veinticinco años destinado a la docencia. Profundamente católico y combativo, había descuidado años antes su vocación artística para ocuparse a la causa de la paz en Hispanoamérica, tolerando persecuciones por sus ideas irenistas y por trabajar, desde los sesenta, en movimientos cristianos a favor de los pobres.
A partir de 1972 inició su actividad como representante latinoamericano de la doctrinas inspiradas en las ideas de Gandhi, Martin Luther King y Hélder Câmara. En 1973 creó el jornal Paz y Justicia, que próximamente se transformó en el faro del movimiento pacifista y de defensa de los derechos humanos en el área de predominación sudamericana. En 1974 fue entre los creadores del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), organismo de inspiración cristiana del que crearía varias sedes por toda Hispanoamérica. Ese mismo año recibió el Premio Memorial de Paz Juan XXIII, concedido por la Pax Cristi Internacional. En 1975 participó en la creación de la reunión persistente por los derechos humanos de la ONU.
A lo largo de 1975 y 1976 fue múltiples ocasiones detenido y expulsado de países iberoamericanos como Ecuador y Brasil mientras que viajaba con otros obispos y líderes del Movimiento Internacional de la Reconciliación. A partir de 1976 se dedicó a viajar por el planeta y a diseñar programas de asistencia y avance para comunidades indígenas sudamericanas, movimientos obreros y otros conjuntos de personas necesitadas.
El 4 de abril de 1977, mientras que hacía gestiones para actualizar su pasaporte, fue detenido en Buenos Aires y encarcelado sin proceso alguno, pero el gobierno argentino, presionado desde el exterior, debió ponerlo en independencia el 22 de junio de 1978; no obstante, continuó bajo independencia observada hasta el 18 de septiembre del año siguiente. En octubre de 1980 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz por su actividad en pos de los pobres y de la no crueldad, y al poco tiempo fue designado integrante del comité ejecutivo de la reunión persistente de las Naciones Unidas sobre derechos humanos.
En 1983 continuó diez días en huelga de apetito para protestar contra la violación de los derechos humanos en Argentina y en el mes de diciembre del 88 volvió a interpretar otra huelga de apetito para manifestarse en oposición a la amnistía a los militares argentinos acusados de violar los derechos humanos. De nuevo volvió a emplear este procedimiento de presión, en el mes de septiembre de 1990, para reclamar la reapertura del períodico La Razón, el mucho más viejo de Argentina, cerrado un par de meses antes.
Como presidente del SERPAJ-Argentina, Adolfo Pérez Esquivel intervino en los procesos políticos de sobra trascendencia relacionados con la defensa de los derechos humanos. En 1990, en el momento en que el presidente argentino Carlos Menem anunció un decreto de perdón que favorecería a los ex- comandantes de las dictaduras militares (1976-1981), Esquivel le dirigió una carta abierta donde le afirmaba que su resolución de indultar a múltiples "genocidas" era déspota y no compartida por la sociedad. Al año siguiente denunció al gobierno de Menem frente a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por interrumpir los procesos atentos.
El 17 de junio de 1996 declaró frente al juez de la Audiencia Nacional de españa, Baltasar Garzón, sobre los 266 españoles desaparecidos en Argentina a lo largo de las dictaduras militares, en calidad de luchador por los derechos humanos y asimismo como perjudicado superviviente, puesto que fue torturado y secuestrado en entre los llamados "vuelos de la desaparición" (5 de mayo de 1977), del que logró salvarse, en el último instante, por la presión en todo el mundo. En 1995 había actuado de intermediario entre el gobierno español y la organización terrorista ETA, tras pedírselo en Buenos Aires 2 representantes de ETA y ser admitida la iniciativa por el entonces ministro del Interior, Juan Alberto Belloch. En julio de 1997 logró gestiones de mediación para intentar evitar que ETA cumpliese su amenaza de matar al concejal del PP Miguel Ángel Blanco a lo largo de las 48 horas de secuestro que antecedieron a su asesinato.
Pérez Esquivel entregó al juez Garzón, en el último mes del año del 98, un trabajo de investigación sobre "los ficheros del terror" del Operativo Cóndor encontrados en Paraguay y que probaban, según señaló, la implicación de las fuerzas armadas de diferentes países en el rapto, asesinato y desaparición de personas. En cuanto al caso Pinochet, en el mes de febrero de 2000 envió una carta al ministro británico del Interior, Jack Straw, donde le manifestó que si acreditaba la impunidad del dictador chileno ocasionaría un grave perjuicio al fortalecimiento de la democracia en Hispanoamérica y a la defensa de los derechos humanos.
Entre sus incontables trabajos literarios resalta Caminando al lado del pueblo (1995), donde cuenta sus vivencias en la pelea por el ideal de la no crueldad en América Latina. Además del SERPAJ, Esquivel está implicado en el Proyecto Aldea Niños para la Paz, que atiende a varios inferiores en situación de peligro popular. Posee doble nacionalidad argentina y de españa, en tanto que es hijo de un español (un pescador de Pontevedra) migrado a Buenos Aires.
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Sin duda alguna conocer profundamente a Adolfo Pérez Esquivel es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender recomponer quién fue y cómo fue la vida de Adolfo Pérez Esquivel es una suerte de enigmaque probablemente alcancemos a reconstruir si cooperamos conjuntamente.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de una persona como Adolfo Pérez Esquivel, que tuvo su importancia en un momento concreto de la historia, es indispensable procurar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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