Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la importancia que detentó Adolfo Bioy Casares en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Adolfo Bioy Casares, sino que posiblemente dejó una señal mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Adolfo Bioy Casares en persona.Adolfo Bioy Casares fue un ser humano que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Buenos Aires, 1914 - 1999) Escritor argentino, entre los mucho más relevantes autores de la literatura fabulosa universal. Miembro de una familia de hacendados bonaerenses, en 1929 escribió Prólogo, manuscrito que examinó y mandó a imprimir su padre. Su temprana vocación por las letras fue estimulada por su familia, y ahora en 1933 publicó el volumen de cuentos Diecisiete tiros contra lo futuro.
Próximamente se vinculó culturalmente al círculo cosmopolita de la gaceta Sur; su amistad con Jorge Luis Borges sería definitiva en su trayectoria literaria. En 1932 conoció a Borges en la casa de Victoria Ocampo, y asimismo a su hermana Silvina Ocampo, quien se transformó en su mujer en 1940. La angosta amistad con Borges duró hasta la desaparición de éste en 1986 y dio origen a una secuencia de proyectos escritas en colaboración y firmadas con los pseudónimos de B. Suárez Lynch, H. Bustos Domecq, B. Lynch Davis y Gervasio Montenegro: Seis inconvenientes para don Isidro Parodi (1942), Dos fantasías recordables (1946), Un modelo para la desaparición (1946), Crónicas de Bustos Domecq (1967) y Nuevos cuentos de Bustos Domecq (1977). Escribieron asimismo 2 guiones cinematográficos, Los orilleros y El Paraíso de los fieles (los dos de 1955).
El mismo año de su boda publicó La invención de Morel (1940), su obra mucho más conocida y un tradicional de la literatura moderna. Narrada en primera persona y ambientada en una isla desierta, en la trama se entrecruzan el desvarío, la pasión cariñosa y la iniciativa de inmortalidad. Un fugitivo, cuyo nombre no se conoce, llega a una isla donde vive Faustine, mujer de la que se conquista, más allá de que se limita a observarla escondido en los anocheceres. Allí el científico Morel había inventado una máquina con la capacidad de reproducir las impresiones de todos y cada uno de los sentidos, pero para lograr recrear un humano, éste antes debe fallecer. El fugitivo pone en marcha la máquina y se graba a lo largo de siete días a la vera de Faustine. Como se encontraba sentenciado, el personaje principal muere, si bien va a ser inmortal en la eterna reproducción de su imagen.
Para entonces Bioy Casares había renegado de sus escritos precedentes, entre ellos las narraciones La escultura casera (1936) y Luis Greve, fallecido (1937). En la provechosa década de 1940 publicó los volúmenes de cuentos La trama celeste (1944), El perjurio de la nieve (1948) y Las vísperas de Fausto (1949), aparte de la novela Plan de evasión (1945), que cuenta una demoníaca iniciativa del Dr. Castel, gobernador de la isla del Diablo y acólito de William James, consistente en entrenar sobre unos presos una exclusiva teoría de la percepción. En colaboración con su mujer escribió la novela policiaca Los que adoran, detestan (1946); codirigió con Jorge Luis Borges la reconocida compilación del género El Séptimo Círculo y los tres compaginaron la Antología de la literatura fabulosa (1940).
En el decenio de los cincuenta publicó los cuentos de Historia espectacular (1956) y Guirnalda con amores (1959). El sueño de los héroes (1954), quizás su mejor novela, relata de qué forma una pandilla de amigos recorre los suburbios de Buenos Aires a lo largo de los tres días del carnaval de 1927 en pos de aventuras y diversiones; años después el personaje principal, Gauna, procura regresar al pasado ignorando que el viaje puede producir el despliegue de opciones previamente evitadas.
En esta obra la geografía del vecindario porteño está inmersa en un tiempo alucinante que regresa a hallarse en Diario de la guerra del cerdo (1969), sobre la guerra de los jóvenes contra los viejos, y en Dormir al sol (1973), centrada en el informe que Lucio Bordenave redacta en un sanatorio frenopático en el que fué recluído. Humor, ironía y sátira se muestran en los cuentos de El lado de la sombra (1962), El enorme Serafín (1967) y El héroe de las mujeres (1978). Por otra sección, Breve diccionario del argentino delicioso (1971) es una observación sobre el lenguaje.
Proyectos siguientes de Bioy Casares son las novelas La aventura de un fotógrafo en La Plata (1985) y los cuentos de Historias descomedidas (1986) y Una muñeca rusa (1991). En la década de los noventa publicó la novela Un vencedor desparejo (1993); los libros de recuerdos Memorias. Infancia, adolescencia y de qué forma se hace un escritor (1994) y De jardines extraños (1997), y el volumen de cuentos Una magia modesta (1998).
Junto con Jorge Luis Borges y los escritores mucho más socios al «Boom» de los años 60 (Julio Cortázar, Ernesto Sábato), Adolfo Bioy Casares fué precisamente apreciado como entre los autores mucho más importantes de la literatura argentina del siglo XX. Su obra narrativa le valió distintos galardones, como el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) en 1975 y el Premio Cervantes en 1990. Se lo distinguió como Miembro de la Legión de Honor de Francia (1981) y Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1986). Fueron llevadas al cine El perjurio de la nieve (con el título de El delito de Oribe), Diario de la guerra del cerdo (apuntada por Leopoldo Torre Nilsson) y El sueño de los héroes (con dirección de Sergio Renán).
La narrativa de Bioy Casares se identifica por un racionalismo calculado y por un anhelo de geometrizar sus creaciones literarias. El contrapunto a este afán pc viene dado por un incesante empleo de la paradoja y por un agudísimo sentido del humor. Para Bioy, el planeta está hecho de infinitos submundos, a la forma de las muñecas rusas, y la barrera entre verdad y fachada es demasiado endeble, como se revela singularmente en las citadas proyectos La invención de Morel (1940), Plan de evasión (1945), La trama celeste (1948) o El sueño de los héroes (1954).
La aparición de La invención de Morel situó instantaneamente a Bioy Casares entre los primeros que en la Argentina abordaron con maestría el género fabuloso; en verdad, esa novela actuó como referencia insoslayable para las próximas generaciones de escritores, que se interesaron por saber y reforzar en las tácticas del género. La invención de Morel es una historia amorosa donde los enamorados viven vidas incompatibles, que transcurren en ámbitos y tiempos enfrentados. Uno de ellos, el fugitivo, es un hombre real de carne y hueso; el otro, Faustine, es un espectro, el repertorio de apariencias de una mujer grabadas por la máquina de Morel y proyectadas sin cesar. Años después, en La trama celeste, Bioy insistirá en establecer entrometidas relaciones entre realidades de entrada incompatibles, dibujadas sobre un tejido de espacios y tiempos paralelos.
En general, en las novelas y los cuentos de Bioy se cuestionan de modo obsesivo y recurrente los estatutos del orden espacial y temporal. Sus individuos se muestran atrapados por fantasmagóricas tramas, obligados a transcribir la complicada composición de las percepciones, en las que las enigmáticas composiciones entre situación y fachada rigen sus existencias diarias. Además de un hábil y delicioso manejo del humor y la ironía, la prosa de Bioy Casares tiende a ser considerada como entre las mucho más refinadas y distinguidos que dió la literatura sudamericana.
¿Qué te ha parecido la biografía de Adolfo Bioy Casares? ¿Has podido leer todo aquello que esperabas encontrar?
Evidentemente conocer profundamente a Adolfo Bioy Casares es algo que se reserva a escasas personas, y que intentar reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Adolfo Bioy Casares es una especie de puzzleque posiblemente consigamos reconstruir si cooperamos juntos.
Por ese motivo, si eres de las personas que confían en que de forma cooperativa existen posibilidades de hacer algo mejor, y posees información acerca de la existencia de Adolfo Bioy Casares, o acerca de algún faceta de su personalidad u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de alguien como Adolfo Bioy Casares, que detentó su trascendencia en una época determinada, es fundamental tratar de ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos posees en relación con Adolfo Bioy Casares. Estaremos ilusionados de perfilar esta biografía con más información.