Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Adolf Von Menzel es uno de esos seres humanos cuya vida, en verdad, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Adolf Von Menzel es conocer más acerca de una época concreta de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que detentó Adolf Von Menzel en la historia. Cómo vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue determinante no sólo para las personas que trataron a Adolf Von Menzel, sino que a caso dejó una señal mucho más profunda de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Adolf Von Menzel en persona.Adolf Von Menzel fue una persona que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Vida y Biografía de Adolf Von Menzel
(Breslau, 1815 - Berlín, 1905) Pintor alemán. Inició su trayectoria artística como dibujante y también ilustrador. Cuando murió su padre en 1832, se encargó del taller familiar de litografias que su familia había fundado en Berlín. Su primera producción litográfica consistió en la ilustración del poema de Goethe Künstlers Erdenwallen, anunciado con enorme éxito y que contenía 11 litografías. A este prosiguieron las ilustraciones para la Geschicgte Friedichs des Grosse, de Franz Kugler (1840-42). En ellas mostró su talento, por medio de las 400 ilustraciones en las que manifiesta un naturalismo austero y al unísono una fértil imaginación. Fueron efectuadas con la técnica de la xilografía, desde dibujos anteriores; a través de este trámite logró que no perdiesen su vivacidad en el desarrollo de grabado sobre madera.
Entre 1844 y 1849 efectuó 200 grabados en madera para los Werke Friedrichs des Gossen. Otras proyectos efectuadas con esta técnica fueron las ilustraciones para Der Zerbrochene Krug, obra efectuada en 1877 para el libro de Kleist, repletas de simbolismo. Menzel manifestó un profundo interés por el estudio de la manera y por el dibujo, como prueban sus largos trabajos preparatorios para las litografias que le fueron encargadas, que en la situacion de el libro de Kleist le ocuparon tres años.
Menzel adquirió una suma importancia como pintor de retratos en la corte de Federico el Grande, actividad que le reportó el mayor reconocimiento popular. Si bien la crítica de hoy evalúa esta etapa de su obra como bastante recia (en frente de sus representaciones siguientes plenas de naturalismo), la verdad es que Menzel creó con ellos la representación habitual del monarca principal creador del estado prusiano. Sus situaciones históricas están tanto temática como formalmente muy cercanas a los cuadros de soldados de Meissonier, artista cuya obra le interesó y admiró mucho más pausadamente desde sus viajes a París en 1855, 1867 y 1868.
Simultáneamente a esta tarea de retratista oficial y cronista de los éxitos militares del soberano, en la producción de Menzel se muestran una sucesión de panoramas y también interiores que, a juicio de la mayor parte de historiadores, conforman la parte mas esencial de su obra. Obras como Construcciones al lado del sauce, 1846; El tren de Potsdam a Berlín, 1847; Habitación con balcón, 1845; o La hermana del artista con una candela (1847), tienen la posibilidad de considerarse manifiestos anteriores al Impresionismo.
La actitud de Menzel en frente de estas proyectos fue raramente contradictoria, ya que más allá de que su producción fue amplia, las sostuvo escondes. En ellas, el pintor se libera de la rigidez impuesta por la práctica del retrato y la pintura de historia, y actúa de una forma mucho más libre y fría, traducido todo ello en una independencia técnica que adelanta las producciones impresionistas siguientes. Aún de esta forma, el estilo de estas proyectos está próximo a situaciones naturalistas extraídas del estudio de la obra de Blechen, Dahl y más que nada Constable.
A partir de 1860 se interesó por los puntos rutinarios de la vida actualizada. Un ejemplo importante de esta actitud es su cuadro La acería (1875), pero asimismo actúa en proyectos como El molino (1875); Cena tras el baile (1878), La piazza Erbe, Verona, (1884) o Baile en la corte en el Salón Blanco del palacio Imperial, (1888).
La obra de Adolf von Menzel tuvo especial predominación en la de otros artistas alemanes de la generación posterior, como la situacion de Carl Werner (1808-1904), cuyas acuarelas reflejan las concepciones plásticas de Menzel. También debemos refererir a Max Liebermann y Max Slevogt, pero fue Degás el que mucho más se acercó a su calidad, no solo en el dibujo, sino más bien asimismo en los efectos pictóricos y en su régimen naturalista de la figura.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de una persona como Adolf Von Menzel, que poseyó su trascendencia en un momento histórico concreto, es imprescindible tratar de ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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