La historia de la civilización la narran aquellas mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado quela civilización, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a otros o tomando parte de la acción. Abel Acacio de Almeida Botelho es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Abel Acacio de Almeida Botelho es conocer más acerca de una época concreta de la historia de la humanidad.
Las biografías y las vidas de personas que, como Abel Acacio de Almeida Botelho, cautivan nuestra atención, tienen que valernos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Abel Acacio de Almeida Botelho, el motivo por qué Abel Acacio de Almeida Botelho vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Taboada, 1856 - Buenos Aires, 1917) Escritor portugués. Fue el mucho más habitual gerente del realismo en su país, y manifestó opinar en la identidad de ciencia y arte. Siguió en Lisboa los tutoriales del Colegio Militar (1867-1872) y de la Escuela del Ejército (1876-78) y alcanzó la graduación de general y el mando de una división. Tras la proclamación de la República se dedicó a la política; fue diputado, entonces senador y gerente de Portugal en la Argentina.
En 1885 se ingresó en el campo literario con el libro Lira insubmissa, tentativa poética no conseguida. Se dio entonces al periodismo, en una intensa colaboración en el períodico O Dia, y al teatro con dramas como Jucunda (1889), Claudina (1891), Vencidos da vida (1892), Germano (1896), A Imaculável (1897) y Fruta do tempo (1904). Los inconvenientes que propuso al público fueron siempre y en todo momento valientes y candentes; tratados con despiadado realismo, cambiaron en más de una ocasión la platea en campo de guerra.
Con estilo idéntico trató los temas de sus novelas, siempre y en todo momento proclives a manifestar de una forma abierta las mucho más vergonzosas y dolorosas lacras de la sociedad. Tituló exactamente Patología popular un período narrativo, que viene dentro por El barón de Lavos (1891), O livro de Alda (1898), Amanhã (1902), Fatal problema (1900) y Próspero Fortuna (1910).
Son asimismo peculiaridades las otras proyectos narrativas Mulheres da Beira (1898, cuentos publicados al comienzo en el Diario da Manhã y después reunidos en un tomo), Sem remédio (1900), Los Lázaros (1904) y la novela incompleta y aparecida con carácter póstumo Amor creoulo. Publicó asimismo múltiples libros de tema histórico, entre aquéllos que merece particular mención A península hibérica contra Napoleão (1910).
¿Qué piensas de la existencia de Abel Acacio de Almeida Botelho? ¿Hallaste todo aquello que pensabas que ibas a encontrar?
Sin duda alguna descubrir en lo más recóndito a Abel Acacio de Almeida Botelho es algo que está reservado a pocas personas, y que intentar reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Abel Acacio de Almeida Botelho es una especie de puzzleque posiblemente logremos rehacer si colaboramos juntos.
Por esta razón, si eres del tipo de personas que creen en que colaborando se puede crear algo mejor, y posees información en relación con la existencia de Abel Acacio de Almeida Botelho, o en relación con algún característica de su persona u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Abel Acacio de Almeida Botelho, que tuvo su significación en una época determinada, es fundamental intentar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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